Norte de Córdoba: mujeres que defienden su tierra ancestral
En el Departamento Ischilín se desarrolla uno de los conflictos de tierras más grandes de la provincia y del país. Más de treinta familias campesinas reclaman la legítima propiedad de 13000 hectáreas de territorio y resisten la presión de importantes empresas vinculadas a los agronegocios. Las mujeres del Campo La Libertad protagonizan cada día la defensa de su territorio y el mantenimiento de su estilo de vida basado en la producción de alimentos sanos y la protección de uno de los últimos reductos de bosque nativo que quedan en el arrasado territorio cordobés.
Por Lucas Matías Contreras para Las otras mitades del mundo
Campo La Libertad es un amplio territorio de 13 mil hectáreas ubicado en una zona rural intermedia entre las localidades de Dean Funes y Villa de Quilino en el norte de la Provincia Córdoba. Para llegar al campo hay que bordear las Salinas por un largo camino de 60 kilómetros que se adentra en el corazón del bosque nativo.
Este campo tiene características muy particulares. Es, en primer lugar, el hogar de 30 familias. Pequeños productores de alimentos sanos y nutritivos (miel, carne porcina y ovina), que contrastan con el dominante y pujante desarrollo de las grandes producciones agrícola – ganaderas.
En segundo lugar, esta tierra es uno de los últimos reductos de bosque nativo de Córdoba. La comunidad sabe desde antaño que conservar el ecosistema es la única alternativa para garantizar la sostenibilidad del campo, la producción y el modo de vida. Este principio lógico de conservación ecológica tiene una amenaza: las presiones para modificar la Ley de Ordenamiento Territorial del Bosque Nativo por parte de los sectores vinculados a los agronegocios y habilitar rolado y desmontes en grandes superficies de monte.
La frontera ganadera, gracias al avance de la modificación de pasturas resistentes al clima seco se extiende hacia el arco noroeste de Córdoba. Los números son desalentadores: en 2016 se desmontó un equivalente a 6 canchas de fútbol por día. Las hectáreas arrasadas aumentan a la par de la presión sobre los campesinos que habitan esta zona.
Estas tierras pueden identificarse entonces ser el hogar de más de 30 familias, fortín del monte que desaparece y también por ser uno de los más importantes conflictos de tierra (dada la cantidad de pobladores y hectáreas) de la provincia de Córdoba y Argentina.
El avance de la frontera ganadera en el departamento Ischilín y la compra en su momento del territorio con las familias dentro por parte de la empresa Feigin Hermanos, derivó en un remate cuando la empresa quebró y un grupo de acreedores quiso cobrar las deudas con los campos habitados ancestralmente por la comunidad.
Pese a los pedidos de expropiación al Gobierno Provincial se remató una parte del campo en 2014. Desde entonces la defensa de la tierra en el terreno de la Justicia continúa y la comunidad intensifica sus cuidados para garantizar su modo de vida, la producción y el entorno natural.
Los archivos periodísticos de 2012 – 2014 permiten recuperar los momentos más álgidos en torno al remate del campo y la angustia de los pobladores que vivieron allí toda la vida. Uno de esos testimonios es el de Ester Bárcena, pobladora entrevistada por periodistas de Canal 10 a horas del remate, o la de Victoria Fauna, abogada de Movimiento Campesino de Córdoba cortando una ruta nacional con las familias de la comunidad peticionando un diálogo con las autoridades.
Aquí testimonios realizados en 2017. El objetivo: conocer el Campo La Libertada y las protagonistas de la resistencia. Así surgen estos relatos de las mujeres que luchan día a día y dan cuenta de diferentes facetas y actividades que deben unirse y convivir en este contexto: la producción familiar y en red; el cuidado de los niños y niñas de la comunidad; y las reuniones periódicas informativas para garantizar el respeto de sus derechos.
*Por Lucas Matías Contreras para Las otras mitades del mundo.
