Bandas armadas hostigan y amenazan a campesinos
«Sicarios y matones» patrullan los campos de las comunidades campesinas en los alrededores de Quimilí, Santiago del Estero, donde mantienen una disputa de tierras con el dueño de la empresa Manaos. La semana pasada, encapuchados con armas de fuego golpearon y amenazaron a campesinos del MOCASE VC.
Según denuncian desde el Movimiento Campesino de Santiago del Estero – Vía Campesina (MOCASE VC), el hostigamiento es constante a las familias.
El comunicado relata que el jueves pasado varios campesinos «fueron interceptados por dos camionetas de los encapuchados de Orlando Canido, de la gaseosa Manaos». Y continúa: «A los compañeros les obligaron a bajarse del vehículo a punta de pistola y tirarse cuerpo a tierra, al más joven le hicieron arrodillar y a punta de pistola le preguntaron si eran del MOCASE, a culatazos de escopetas y patadas les decían que se tienen que ir de las tierra».
Además, las familias de la comunidad no envían a sus hijos a la escuela por seguridad, porque los matones encapuchados todos los días rondan por los caminos.
Prontuario de Manaos
Desde el 2003 la empresa Manaos, dirigida por Orlando Canido, tiene denuncias de hostigamiento y agresiones a pobladores por el conflicto de tierras. La empresa quiere desalojar a comunidades desde hace años.
En octubre del 2003 en Bajo Hondo, a unos 80 km al sudeste de Quimili, Orlando Canido “llegó ofreciendo viviendas, tendido eléctrico y reubicación de las más de 65 familias, al no poder negociar por 4mil hectáreas, avanzó bajo amenazas y amedrentamiento permanente, alambrando con custodia de paramilitares, parte del territorio comunitario”, informaba el MOCASE VC.
En octubre del 2014, campesinos recibieron disparos, en presencia de la policía de Quimilí, por parte de un grupo no indentificado que denunciaron responder a Orlando Canido. “La banda armada desalojó la carpa de resistencia que tenía la comunidad e intentó apoderarse del territorio comunitario indígena guaycurú”.
Y en Mayo de este año la empresa intentó desalojar a 7 familias campesinas que habitan en la localidad de Bajo Hondo.
Desde la organización campesina reiteran las denuncias y exigen «el desarme y detención de la banda armada y de Orlando Canido».