Los reyes de la selva: el hockey masculino en la final olímpica
Hace tiempo que el hockey masculino viene ocupando el lugar de acompañante, de actor de reparto. Primero opacado por el fútbol siendo dos deportes que se juegan once contra once y donde el objetivo es meter la bocha en el arco. Después, por el hockey femenino que viene de subir al podio en cuatro Juegos Olímpicos consecutivos, de ganar mundiales y Champions Trophy, de tener a la mejor jugadora del mundo y de estar en la élite del deporte a nivel mundial.
Mientras tanto, los Leones con paciencia y perseverancia seguían entrenando, esforzándose y participando de los Juegos Olímpicos pero siempre volviéndose a casa antes de tiempo. Hasta que un día les tocó a ellos ser los reyes de la selva y que el resto de los deportes los miren con respeto y admiración.
Por si fuera poco, para sopesar más su protagonismo, le ganaron una semifinal al país que en fútbol nos eliminó en los últimos tres mundiales y que nos ganó las últimas dos finales. Le ganaron con muchísima actitud y concentración sabiendo que Alemania era el bicampeón olímpico y que ya nos había robado un empate en los últimos siete segundos del partido dentro del grupo clasificatorio.
Además se aseguraron una medalla para el hockey justo el año que las Leonas se bajaron del podio por primera vez en este siglo y garantizaron la quinta medalla consecutiva para el deporte, igualando al tenis y el atletismo y superando nada menos que al fútbol que tiene cuatro. Por último, todavía tienen la chance de alcanzar lo que las chicas del hockey jamás pudieron a pesar de su predominio en cada torneo: ganar un oro olímpico.
Los Leones llegaron a Río de gran forma, con una gran esperanza y con la madurez necesaria para poder pelear con los mejores. Encima era el primer Juego Olímpico que el hockey iba a incluir el cruce de cuartos de final permitiendo que cuatro equipos más pasaran a segunda ronda, lo que aumentaba sus chances.
Sin embargo el sorteo no los favoreció. El bicampeón olímpico Alemania, el subcampeón mundial Holanda -los dos principales candidatos al título- e India, una vieja potencia en decadencia, fueron parte del mismo grupo que Argentina. Si bien el pase a cuartos estaba casi garantizado, había que ganarle a Irlanda y Canadá e intentar hacer lo mejor posible con los otros tres para quedar ubicado lo mejor posible y evitar el cruce con Australia, campeón mundial y favorito en el otro grupo.
Argentina arrancó mejor de lo esperado. Le jugó de igual a igual a Holanda y a pesar de ir perdiendo 3 a 1, nunca bajó los brazos y se llevó un empate importantísimo. En la segunda fecha le ganaron a Canadá cómodamente como era esperable y al día siguiente tuvieron que jugar con India, partido clave para la clasificación.
Entraron dormidos, jugaron su peor partido de la primera ronda y así y todo terminaron cerca de empatarlo. Con Alemania iban totalmente de punto pero Lucas Vila abrió el marcador a los tres minutos. Sin embargo la potencia pudo más y antes de terminar la primera mitad ya ganaba 3 a 1. Otra vez Argentina no bajó los brazos, lo empató y hasta pudo ganarlo con el gol de Matías Rey a tres del final. Alemania lo empató y obligó a los Leones a tener que ganarle a Irlanda en la última fecha para clasificar.
Al final no solo le ganaron a Irlanda, sino que India no pudo ganarle a Canadá y pasaron terceros en su grupo evitando al primero del otro que ya no era Australia, sino Bélgica, la gran sorpresa de la competencia.
Los cuartos fueron con España y aunque costó, se ganó con comodidad y cumplió el primer objetivo: llegar a jugar los ochos partidos. En los papeles Alemania era el favorito en la semifinal, pero quienes habían visto el partido en primera ronda sabían que se podía ganar, haciendo un partido perfecto, presionando arriba, defendiéndose con la bocha y esperando que el juego pasara siempre en el área alemana.
Argentina empezó ganado 5 a 0 con tres corner cortos de Peillat y dos contras. Una maravilla de Joaquín Menini y una avivada de Lucas Vila. Sin embargo a falta de 14 minutos y a pesar de la diferencia, nadie se animaba a festejar porque el recuerdo del empate estaba fresco.
5 a 2 fue el resultado final, Argentina se aseguró la medalla y ahora jugará con Bélgica. En la arenga final el director técnico Carlos “Chapa” Retegui fue muy claro con sus jugadores: “Esto no terminó, vinimos por esto. No podemos bajar los brazos ahora. Todavía falta”.
La motivación del técnico es fundamental para mantener concentrado a un equipo que fue a demostrar que pueden ser los mejores. Aunque fuera del mundo del hockey ya se celebra que la medalla está garantizada, ellos saben que falta. “Queríamos la medalla de plata, pero ahora la plata se la dan al perdedor. Nosotros vinimos acá a ganar”, dijo Juan Gilardi uno de los más experimentados del plantel del Chapa.
El jueves a las 17 Argentina va por su tercer oro en estos juegos, logro que el país no consigue desde Londres 1948. Esa posibilidad está en las manos de Vivaldi, Peillat, Gilardi, Ibarra, Callioni, Lucas Rey, Paredes, Menini, Vila, Ortiz, Juan Lopez, Saladino, Matías Rey, Brunet, Mazzilli y Rossi, los reyes de la selva.
Por Hernán Aisenberg