Oír es ser tocado a distancia
Pascal Quignard, nació el 23 de abril de 1948 en Verneuil-sur-Avre, Francia. Escritor e indagador musical; violonchelista, fundador del Festival de Ópera y Teatro Barroco de Versalles, que dirigió. En 1994 abandonó todos los cargos públicos, y se aisló por completo para centrarse en la escritura.
Todo sonido es lo invisible bajo forma de perforador de coberturas. Ya se trate
de cuerpos, de recámaras, de departamentos, de castillos, de ciudades amuralladas.
Inmaterial, franquea todas las barreras. El sonido ignora la piel, no sabe lo que es
un límite: no es interno ni externo. No puede ser tocado: es lo inasible.
La audición no es como la visión. Lo contemplado puede ser abolido por los párpados.
Lo que es oído no conoce párpados ni tabiques ni tapicerías ni murallas.
Oír es ser tocado a distancia.
Oír es obedecer.
El sonido es el violador.
La audición es una obediencia.
Antes del nacimiento y hasta el último instante de la muerte, hombres y mujeres
oyen sin un instante de pausa.
Es imposible ausentarse del sonido.
No hay sueño para la audición.
Es imposible dejar de escuchar, dejar de obedecer.
El que escucha es una empresa que se entrega a la trampa.
Oír es obedecer.
Audio: Extraído del programa “El Vagabundo de las Estrellas”
Foto: Kyle Thompson
*Jorge «Chacho» Marzetti y Pablo Ramos, versionaron un pasaje de su libro: «El odio a la música: diez pequeños tratados».
