Servicios de inteligencia amenazan a comunicadores de la RNMA en Formosa
La Red Nacional de Medios Alternativos (RNMA) denunció que la Policía de Formosa amedrenta y persigue a los y las periodistas de FM La Retaguardia. Responsabilizan al intendente de Las Lomitas Atilio Basualdo y al gobernador Gildo Insfrán.
Dos integrantes del medio alternativo La Retaguardia, Fernando Tebele y María Eugenia Otero, junto a la cineasta Ana Fraile de la productora Pulpo Films, viajaron a Formosa tras meses de cobertura de la situación que viven las comunidades originarias de la provincia, especialmente los wichí, que tienen preso desde hace más de tres meses a uno de sus principales referentes, Agustín Santillán.
«Pasamos un día intenso en Ingeniero Juárez escuchando a muchas personas de las comunidades wichí, angustiadas por contar las situaciones que viven cotidianamente. Nos habían advertido que seríamos vigilados, por lo que decidimos venir con precaución pero sin paranoia», relataron los periodistas en un comunicado.
Tras la jornada de trabajo, el equipo de prensa regresó a la localidad de Las Lomitas y allí sintieron en carne propia el aparato de vigilancia y amedrentamiento del gobierno de Gildo Insfrán.
«En el hotel donde estamos alojados nos conectamos al wifi. A pesar de que nos habían advertido que no lo hiciéramos, cometimos el error para poder enviar unos audios al programa de radio. Sabíamos que no era seguro pero lo hicimos igual al no tener otra manera de enviar el material a La Retaguardia en Buenos Aires», indicaron.
Según continúa el relato, después de diez minutos de estar conectados, el teléfono se desconfiguró y se invirtieron los colores. Tocaron la puerta de la habitación donde estaban dos de ellos y como esperaban su compañera que estaba en otro cuarto abrimos sin preguntar. Pero no era ella, sino un hombre que ofreció unos terrenos para comprar en Formosa. Le dijeron que no pero continuó la charla y les preguntó si eran de Formosa capital y si estaban de paseo. Les dejó un número de teléfono por si tenían algún comprador y se fue cuando se dio cuenta de que les había llamado la atención.
«Mientras se iba vimos que tenía un aparato tipo celular viejo, grandote, en la presilla de atrás del pantalón. Ahora suponemos que nos ubicaron de ese modo y que con la charla lo constataron», agrega el escrito.
Cuando su compañera llegó a la habitación les contó que había recibido un audio de Gabriela Torres, esposa de Agustín Santillán, con voz preocupada.
«Antes de irnos de Ingeniero Juárez la habíamos dejado en su trabajo, un hotel de esa localidad. Al rato, fue un policía a preguntar si ahí se habían alojado ‘personas de afuera’. Ante la negativa, pidieron el registro de huéspedes, constataron que no estábamos allí y amenazaron a la dueña del lugar diciéndole que se fijara a quien alojaba porque si no ella iba a tener problemas».
Estos dos hechos, sumados a las advertencias y a los llamados de preocupación, por ejemplo de Agustín Santillán desde la alcaidía, obligan a denunciar que «en Formosa querer hacer escuchar la voz de los wichí es motivo de intimidación y amedrentamiento».
La RNMA responsabiliza al gobierno y a las fuerzas de seguridad de Formosa por cualquier (otro) hecho que ocurra a quienes integran la comunidad wichí de Juárez, y a quienes intentan registrar lo que sucede.
«Ser wichí en Formosa es duro y reclamar por derechos, denunciar injusticias y atropellos tiene consecuencias”.