Lanzaron curso de “Servicio de Limpieza Superior” para mujeres desocupadas
Con la excusa de promover la inclusión laboral, el gobierno otorga capacitaciones para uno de los sectores con más altos índices de informalidad y explotación.
Por Ana Sardi para La Izquierda Diario
A lo largo de un año y medio de gestión, Cambiemos demostró ser una fuerza enemiga de las mujeres. Sólo durante la última semana, se conoció un recorte de fondos para el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales por $3.699.756. Este nuevo ajuste se suma al cierre de programas de salud sexual y reproductiva, la falta de presupuesto para las víctimas de violencia machista y los constantes ataques a las trabajadoras.
Los “parches” que el gobierno impulsó para paliar esta situación han sido tan insuficientes como descarados. En noviembre de 2016, se despertaron fuertes críticas por el plan de capacitación “Belleza para un futuro”, patrocinado por Carolina Stanley y la multinacional L’Oreal. Éste reproducía el estereotipo que ubica a las mujeres en oficios relacionados con la estética y además pretendía contrarrestar la desocupación –de la cual el Estado es responsable- mediante trabajos donde priman las contrataciones precarias y “en negro”. Un verdadero sucesor del “Plan Primer Empleo” que empuja a miles de jóvenes sin empleo a Mac Donalds.
Cambiemos no desiste en su cinismo. Ahora es la cartera de Jorge Triaca la que impulsa el “Servicio de Limpieza Superior”, un curso impartido en la Unidad penitenciaria nº 45 de La Plata y destinado a mujeres pobres. El mismo puede encontrarse en la sección de búsqueda laboral de la página oficial bajo el rubro “Servicio integral en casas particulares”, y certifica que las trabajadoras domésticas realizan sus tareas según los estándares planteados por los funcionarios del ministerio de Trabajo.
Quizás los diseñadores de la capacitación le pidieron consejo a Mercedes de las Casas, la política oficialista quien escribió un libro titulado Cómo conseguir una mucama…y no perderla en 7 días. Allí, esta legisladora porteña, militante del PRO desde 2003, delineaba una serie de “tips” patronales cargados de discriminación, donde trataba a las trabajadoras domésticas como potenciales ladronas, sucias y carentes de instrucción, al tiempo que instaba a la utilización de uniformes y una “voz firme”.
También pueden haber recibido asesoramiento de Gabriela Michetti, quien se vio envuelta en un escándalo durante 2016 cuando trascendió que le pagaba a su empleada sólo $25 por hora. Es decir, la mitad de lo correspondiente por ley para una persona que trabajaba en su lujoso hogar cinco días a la semana durante ocho horas desde hacía 22 años.
Según un informe publicado el año pasado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el 90% de los 67 millones de trabajadores de casas particulares en el mundo están excluidos de cualquier tipo de cobertura de seguridad social. A su vez, el 80% de ese universo lo constituyen mujeres -la mayoría oriundas de Asia y Latinoamérica-. En Argentina se repiten estas condiciones de desprotección.
Mientras desmantela la educación pública, estigmatiza a los pobres y destruye puestos de trabajo, Cambiemos se burla de millones que se encuentran sin posibilidades laborales. A través de un mensaje marcadamente clasista y machista, lo único que les ofrece a las mujeres es limpiar y lavar –tareas supuestamente “femeninas”- en casas ajenas por salarios de miseria. Otra muestra de la ideología y política macrista en su máxima expresión.
*Por Ana Sardi para La Izquierda Diario