Lejos de la “Pobreza Cero”, seis millones de personas padecen hambre
La UCA publicó un informe de pobreza multidimensional, incluye indicadores como vivienda, alimentación, salud, entre otros. En 2016, el 50,1 % de la población sufrió al menos una de estas carencias.
Por Mónica Arancibia para La Izquierda Diario
El Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Pontificia Universidad Católica Argentina (UCA) difundió ayer mediciones de pobreza multidimensional en Argentina, donde se analizan otros indicadores y las carencias de los mismos. Analizan alimentación, cobertura de salud, servicios básicos, vivienda digna, recursos educativos, afiliación al Sistema de Seguridad Social, y recursos de información. En 2016, el 50,1 % de la población padecía al menos una de estas carencias, y el 37,5 % de la población más de dos.
El documento “Hacia una erradicación de la pobreza, dimensiones de la pobreza y la importancia de su medición multifactorial. Argentina Urbana 2010-2016” presenta mediciones alternativas a la estimación tradicional que realiza, por ejemplo el Indec, sobre la pobreza y la indigencia que calcula el porcentaje de la población que no supera determinado nivel de ingresos.
Según la estimación de Oxford Poverty & Human Development (OPHI), que investiga las carencias, el 19 % de la población sufre pobreza extrema, representa a 8,5 millones de personas.
Si la medición utilizada es la del Consejo Nacional de Evaluación de Políticas de Desarrollo Social de México (CONEVAL), que incorpora el espacio del bienestar económico y de los derechos humanos, la pobreza urbana en la Argentina habría alcanzado en 2016 al 29,8 % de la población, de los cuales el 6 % estaría en situación de pobreza extrema.
Problemas de alimentación y salud
En 2016, el 15,2 % de la población, 6.000.000 de personas, sufría inseguridad alimentaria, la reducción involuntaria de la comida por motivos económicos, es decir pasaban hambre. Pero este porcentaje no es propio del macrismo, en 2010 significaba el 15,8 %, en 2011 se redujo al 13,2 %, pero luego fue en ascenso.
El año pasado también se observó problemas en la cobertura de salud, la población que no accedió a un sistema de salud (únicamente hospital público) o que recortó los gastos en este rubro rondó el 23,8 %. En 2010, este porcentaje era del 21,8%.
Uno de cada cuatro personas en 2016 habitaba en hogares cuyo principal sostén no tenía cobertura de salud más que la del hospital público, y además por problemas económicos no accedió a consultas médicas o a medicamentos.
Déficit de vivienda y servicios básicos
El documento señala que “entre 2010 y 2016 hubo un descenso en el déficit de vivienda digna, que se observa en la mejora en la calidad de la vivienda y en el servicio sanitario”. En 2016 los problemas de vivienda, que incluyen hacinamiento, déficit del sistema sanitario, vivienda precaria fue de 24,8 % y en 2010 era del 29,1 %. Como señala el informe descendió, pero continúa en un porcentaje elevado.
El 27,1 % de la población en 2016 carecía de algún servicio básico, como agua corriente, conexión a energía. En 2010, el 34,6 % de la población no accedía a estos servicios básicos, hubo una reducción en los siguientes años y un nuevo salto el año pasado.
Precariedad laboral
Otro de los indicadores que analiza el documento de la UCA es la afiliación al sistema de seguridad social, que mide si el hogar no cuenta con ningún ingreso registrado en la seguridad social proveniente de empleos en relación de dependencia o por cuenta propia o de jubilaciones o pensiones.
En 2016, el 26,8 % de la población no tenía acceso al sistema de seguridad social. Porcentaje que se mantuvo casi sin cambios, desde el 2010 al 2016, sólo varió el 0,4 %. Un sector importante de este porcentaje se debió al trabajo en negro o precario, que hubo en los años anteriores bajo el kirchnerismo, y que con el macrismo se mantiene.
El responsable del Observatorio de la Deuda Social de la UCA, Agustín Salvia, junto a Javier Lindenboim presentaron en su libro “Hora de balance” la conclusión que los puestos de trabajo no registrados para el total de la economía, durante el kirchnerismo, no verificaron un patrón de comportamiento diferente al de los 90.
Pro pobreza
El informe de la UCA devela los problemas estructurales que se mantienen en Argentina, como los problemas de vivienda, de servicios básicos, de acceso a la salud, que a pesar de una década de alto crecimiento de la economía y un contexto internacional favorable no se revirtieron en lo esencial. Basta con recorrer las villas o asentamientos en la Ciudad de Buenos Aires o el conurbano bonaerense para observar el déficit habitacional o la ausencia de agua corriente. La década ganada, como proclamó el kirchnerismo, sólo fue para las grandes patronales que se la llevaron en pala, como afirmó Cristina.
El macrismo llegó prometiendo un cambio, pero los globos amarillos se pincharon ni bien asumió. El gobierno lanzó una batería de medidas en beneficio de las patronales agrarias, mineras e industriales, el sector energético y el financiero mientras que los trabajadores y los sectores populares soportaron el ajuste. En marzo de este año la UCA estimó la pobreza por ingresos, desde fines de 2015, se sumaron 1,5 millones de nuevos pobres y la cifra total alcanzó los 13 millones, un 32,9 % de la población. El eslogan del macrismo de “Pobreza Cero” cada vez es más irreal.
*Por Mónica Arancibia para La Izquierda Diario / Fotos: Colectivo Manifiesto
