El día que la TV se acordó de que existía Araceli

El día que la TV se acordó de que existía Araceli
2 mayo, 2017 por Redacción La tinta

Miriam Maidana para Cosecha Roja

“Se empieza por las cosquillas y se termina en la parrilla”.
Jacques Lacan, 1970.

Escribo de madrugada. Sea quien fuera la portadora de la pierna encontrada en una casa de José León Suarez pasó de tener nombre y apellido a ser un “resto humano”. Hay un titular posible: “Podría ser…” remite a Araceli Fulles, de quién ya sabemos cuántos tatuajes tenía –se insiste bastante en uno que simboliza un chopp de cerveza- y una cantidad de datos bastante innecesarios sobre la relación sostenida con sus padres, con los hombres, con el baile, en fin, con cualquier dato que permita a muchas personas convertirse en comunicador social con horas de mirar series en la televisión.

“Y a la nena le gustó el durazno…y no se bancó la pelusa”. (Carlos Bustos, comentando la nota titulada: “Hallan una joven descuartizada en José León Suarez: como se escapó el principal sospechoso”.

“(…) la piba esta se drogaba, vivía prácticamente dentro de las villas 9 de Julio y los paraguayos, ustedes no se imaginan lo qué es esa villa, especialmente la de los paraguayos, entonces qué hacía su familia que dejaba que tuviera esa clase de junta, lamentablemente la piba se drogaba, y bueno en cierta forma quizás se buscó el final” (Irma Casado, comentando la nota “Hallaron el cuerpo de una joven descuartizada en José León Suarez: investigan si es Araceli Fulles”)

En cuatro horas canales y portales de internet se dedicaron a rellenar lo que hasta acá se sabía: que habían hallado restos humanos. Araceli gracias al zapping pasó de ser “una chica que avisaba a sus padres a qué hora volvía” a ser sospechosa de formar parte de una red de usuarios de paco. Alguien debe haberse acordado de la fallida película Paco -con roles estelares de Esther Goris y Tomás Fonzi- y asoció que muchas veces se intercambia sexo por sustancia.

Nadie arriesgó sin embargo cuantas pipas se cambian por un polvo, aún no hay datos sobre esto. Santiago Rivarola no dudó antes de escribir: “¿Alguien puede confirmar si Araceli tenía vínculos con narcotraficantes? NO TODO ES VIOLENCIA DE GENERO.”

Un montón de pedazos de cuerpo olisqueados por perros luego de haber permanecido bajo cal no se sabe cuántos días se iban embolsados en una camioneta de la policía científica: tan simple como eso. Un tipo que vive con su mujer y su hijita de poquitos años entierra un cuerpo en el fondo de su casa, que está a nombre de su mamá. Por una selfie de Araceli supimos que ella y él habían estado juntos antes de que ella desaparezca. El, que ya fue citado 3 veces a declarar, dice que sí, que tuvieron relaciones sexuales y se va con el cartelito de “sospechoso”. No se sabe que hizo antes de que lo fueran a buscar: si se afeitó, o se masturbó, o comió ravioles o tomó mate. Porque cuando lo fueron a buscar a Darío Badaracco solo encontraron su camión. Darío Badaracco se había fugado.

Una periodista le pregunta a Paulo Kablan (periodista de policiales en C5N) si es tan fácil descuartizar un cuerpo y enterrarlo. Le pregunta qué tipo de persona puede hacer eso. Y Kablan y ella concluyen: “Un animal”.

TN en cambio muestra la llegada de Gendarmería, la policía que está hace horas y tremendo despliegue (es impresionante ver la cantidad de uniformados cuando ya ni cuerpo hay). Van a buscar huellas….

Facu_pedrini escribió hace unas horas un tweet cortito y sólido: “Se pelean por la primicia y la exclusiva medios que hace semanas que no tienen a Araceli en tapa ni en agenda”. Facu Pedrini es quién hace las placas rojas de Crónica.

C5N y TN se sacan chispas a un minuto de la una de la madrugada: por un tatuaje “se confirmaría que es Araceli”. Kablan y la otra periodista aprovechan y se van a dormir: TN no descansa. Entrevistan a Ricardo, el papá de Araceli: dice que no va a decir nada hasta que realice el estudio de los restos hallados. Dice que si no hubiera sido por el hermano de Araceli no hubieran buscado en la casa de José León Suarez.

Y finalmente las medallas se las llevan los perros de los bomberos. Los llevaron, olisquearon y encontraron. La policía científica y los miles de investigadores formadores de opinión comentaristas hoy de los trozos de un cuerpo de una mujer asesinada mañana podrán seguir opinando sobre el duelo de vestuario Awada-Trump y pasado del triunfo de algún equipo de fútbol.

Ayer, en la cola de la caja de Coto, una señora hablaba con otra: “La negra esta –leáse: Araceli- está tirada en la playa de Brasil con un chongo y en este país la buscan. Por más que Macri se reuna con Trump acá vamos a ser cabezas siempre”.

A24 a la 1.30 AM del viernes 28/04: “Sería irresponsable decir que es de Araceli el cuerpo encontrado, pero no podemos dejar de pensar que es ella”.

2 de los 6 detenidos son hijos de un policía. El camionero que dijo haber levantado a Araceli y otro hombre en Zarate “porque se iban a Brasil de vacaciones” fue desmentido. Interpol se había sumado a la búsqueda de Araceli.

Insisto en este punto: fueron los perros los que descubrieron trozos de cuerpo enterrados bajo cal y cemento, en el fondo de una casa donde jugaba una niña pequeña y vivía una familia tradicional. Araceli había publicado la foto de ella y Diego Badaracco en sus redes sociales. Diego fue y salió del Juzgado tres veces.

En casi 5 horas, no escuché a nadie hablar de femicidio, ni de “Ni Una Menos”, ni un análisis sobre lo horrendo de que un cuerpo pueda ser trozado y enterrado sin más, de las nenas que juegan con un cadáver en el fondo de la casa, de que el/los asesinos del cuerpo “podría ser Araceli” no son animales: caminan al lado nuestro, declaran en juzgados, trabajan en la policía o en un corralón o son desempleados. Tienen hijxs, hermanxs, bailan, sonríen en las fotos.

Capaz lo que Facu_pedrini quiso decir en su tweet fue que a nadie le importó mucho Araceli porque era negrita, medio escotada, y sonreía mucho.

Las hipótesis de madrugada son un espiral de narcotráfico, bandas, corrupción, en fin…tiene que ser algo más importante que un grupo de femicidas.

¿Se acuerdan de Chiara Páez, la adolescente de 14 años embarazada que fue asesinada a golpes y enterrada en el fondo de la casa de su femicida? ¡Se deben acordar! A partir de este crimen el #NiUnaMenos llevó cientos de miles de mujeres a las calles.

Chiara era buena estudiante, tenía una linda dentadura, y participaba en actividades parroquiales.

Araceli no va a ser noticia por sí sola: como el tuco no es el mismo si no tiene aceite, ajo y orégano, hay que justificar la inoperancia para encontrar ese cuerpo enterrado en la casa de la última persona con quién se sacó una foto. Porque Araceli tenía una dentadura deficiente, mucho escote y le gustaba salir y bailar. En base a esta información atronan los significantes de la “mala junta”, de las vidas “perdidas”, de aquellas personas que salvo sean trozadas, violadas, asesinadas jamás serían conocidas. Son vidas sin trascendencia hasta que un día algo les pasa.

Miré horas de televisión, revisé redes, y ahora, que son las 2 AM del viernes 28/04, me voy a dormir: los canales siguen con sus programas habituales. En TN y Canal 26 hablan de la corrupción kirchnerista, en A24 y Crónica hay programas pagos, en C5N hacen un bloque de bloopers con niños pequeños.

La madrugada es DisneyLand: ese mundo de sonrisas, caramelos y tarotistas viejas que nos pronostican éxito en el amor.

Ese amor que ya no podrán sentir ni Araceli ni Chiara ni Angeles ni miles de mujeres más. El que haría capaz que nos banquemos que una piba se saque fotos con escote, que baile hasta desmayarse, que se tatue un chopp de cerveza en una oreja.

El que nos permitiera vivir en un mundo donde las mujeres pudiéramos hacer lo que tengamos ganas sin que por eso nos maten.

*Por Miriam Maidana para Cosecha Roja. Fotos: Emergentes.

Palabras claves: Araceli Fulles, femicidios

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