Venezuela: los medios de comunicación cómplices
La apuesta fascista a tomar el gobierno por medio de crímenes y montaje mediático es lo que nuevamente, se pone en el centro de la escena en la tierra de Bolívar.
Por José Fernández
Durante el mes de abril y respondiendo a un libreto, han venido ocurriendo acciones de sabotajes y ataques -que incluyeron edificios públicos- por parte de partidarios de las fuerzas políticas, que acorralados por no haber desencadenado la caída de Maduro, buscan desesperadamente ahogar en sangre la revolución bolivariana.
Que los medios hegemónicos de comunicación mientan o tergiversen los hechos para ajustarlos a un libreto donde todas las muertes ocurridas en Venezuela sean responsabilidad del gobierno, no sorprende. Lo que sí sorprende es la incapacidad de muchos «periodistas» a cientos de kilómetros de allí y con acceso a la decenas de recursos tecnológicos y herramientas de comunicación, no se hayan tomado la molestia de chequear información y/o fuentes para poder decir la verdad.
La semana pasada se anunció como si nada, que en las protestas contra el gobierno de Maduro, hubo tres muertos y que eso mostraba con claridad la crisis y nivel de agotamiento del «régimen». Pero con solo ver el caso de Almelina Carrillo, queda al desnudo la burda maniobra
El portal univision.com es un claro ejemplo, el cual anunció que: “Almelina Carrillo, de 47 años, murió a causa de un golpe en la cabeza que recibió en una de las movilizaciones de las últimas tres semanas, la mayoría de ellas organizadas por la oposición para protestar contra lo que consideran es una dictadura”.
En el video se puede ver con claridad que Almelina no murió por estar en una protesta, sino por pasar cerca de una movilización chavista, pero NO por agresiones desde los rojos, sino de un grupo criminal de orientación de derecha que atacó a la marcha chavista arrojando un bloque de hielo desde un departamento en el sector de La Candelaria, zona popular del centro de Caracas.
La acción alentada por la derecha, no sólo se limitó a matar, sino que además los mismos autores la filmaron y la dieron a conocer por distintas redes de mensajería, como forma de demostrar de lo son capaces.
Mentir, mentir algo quedará
Nada de esto se dio a conocer en los medios hegemónicos en Córdoba y el 20 de abril salieron a repetir como loros, las palabras que los amos les decían que debían informar aunque esto sea contrario a la verdad.
A la hora de hacer periodismo siempre se enseña que hay que tener fuentes y chequearlas, además de buscar varias, para poder acercarnos a la veracidad de lo que relatamos o damos a conocer. Quienes hacemos comunicación desde la izquierda y el campo popular estamos más que atentos a este aspecto, ya que nuestra palabra siempre será bombardeada, atacada por los medios y los periodistas de derecha que buscaran el mínimo intersticio para destruirnos.
En estos tiempos que la vida vale menos que una noticia falsa, urge que la comunicación sea el lugar donde se respete la vida.
Por José Fernández