Puro Movimiento

Puro Movimiento
24 abril, 2017 por Gilda

Altibajos Constante Movimiento es una compañía de danza contemporánea nacida en Córdoba que se mantiene vivita y danzando con sus creaciones colectivas y su andar compartido. Abriendo caminos, mentes y corazones encaran este año escapándole a la rigidez una y otra vez: su clave es el movimiento.

Por Tomi Di Tomaso para La Tinta

La postal es surrealista. Es de noche en la ciudad de Córdoba. Un grupo de jóvenes coloridos bajan esas escalinatas irreales mientras en simultáneo otro grupo de jóvenes coloridos suben y bajan las escalinatas. De fondo, como escenografía, un faro que parece estar inspirado en aquella trilogía de Tölkien es actualizado en esta metáfora con tecnología LED. ¿Qué diferencia a estos dos grupos de jóvenes? Uno de los grupos es parte de una ilusión. Parecen accionar sin sentido en un espacio urbano originalmente concebido para otros usos. Se mueven, sudan y permanecen un buen rato como si todas aquellas vestimentas, esos gestos y esas poses fueran algo natural acaso. El otro grupo son los Altibajos.

Es que vivimos en una ciudad de Córdoba donde el concepto de la normalidad en determinados territorios tiene mucho que ver con lo que normalizamos día a día con nuestra bola gigante de influencias o (des)información permanente. Entonces… no queda otra que imaginar que la postal es surrealista cuando un personal trainer hace que este grupo de jóvenes de colores flúo se mueva y sude un buen rato como parte de su ilusión, corriendo tras un cuerpo perfecto y una salud que poco tiene de lúdica y libre.

Vivimos en una ciudad de Córdoba en la que un grupo de jóvenes vestidos de colores, cargando con las ramas de un árbol muerto en una procesión de vida-muerte con un sonido venido de aquella Guerra Civil Española viene a radicalizar aquellos sueños de Akira Kurosawa para que entre en el juego la idea de que siempre podemos elegir cómo movernos. ¿Qué diferencia a estos dos grupos de jóvenes?

Vivimos en una ciudad de Córdoba donde varios de los integrantes de esa misma compañía de danza que está desarrollando su obra en el marco de un festival oficial no pudo llegar a la hora pactada por haber sido detenidos por la Policía de Córdoba. Vivimos en una ciudad de Córdoba donde está permitido sudar y saltar con ropa de marca, pero no está permitido zambullirse en la diversión del culipatín popular en el mismo espacio urbano.

Entonces es hora de preguntarnos cómo es que llegamos hasta acá.

Que todos bailen

Un grupo de estudiantes de la Tecnicatura de Métodos Dancísticos de la Escuela Roberto Arlt se encontraron en el primer año de la carrera y comenzaron a conocerse a través de trabajos prácticos. Para final de año presentaron un trabajo para una materia que coordinaba Ariana Andreoli y se conformó entonces el núcleo de una nueva compañía. Altibajos Constante Movimiento comenzaba con su primer montaje llamado “El pulmón” siendo presentado en un túnel de la Terminal Nueva y en Bataclana Espacio Cultural. Hoy día es una compañía compuesta por más de diez bailarines y han sumado a su tropa especialistas en otras áreas. Bailando -y mucho más-: Sabrina Lescano, Paulo Zogbe, Liandro Quiñones, María De Rossi, Lea Luttmann, Josefina Maro, Cecilia Zoppi, Andrés Oviedo, Flor Mainetti, Mora Galleguillo, Sebastián Roux; también sumándose en la última producción Para las ramas Belén Ghioldi, Pedro Rodríguez y Luciana Maltez; en fotografía, audiovisual y gráfica, Gastón Bailo y en técnica, escenografía y montaje Mauricio Sautu componen este gran equipo.

Actualmente llevan cuatro producciones largas: Respira por lo ajeno (2013), Inocencios (2014) en coproducción con Compañía ALP, Para las ramas de un durazno (2015), Legua (2016), Para las ramas [pliegues de un durazno] (2016), y en un formato más corto Instersticio (2016) presentado en un ciclo de arte contemporáneo en el Teatro Libertador San Martín, con música del Proyecto Red Ensamble.

También son organizadores e impulsores del espacio Fragmentos Cortos, DANZA, un ciclo de funciones que se realiza actualmente en Espacio Ramona agrupando piezas cortas de danza contemporánea interpretadas por distintas personas y grupos que se suman en una convocatoria abierta.

En conexión con La Tinta dos de sus integrantes, Sabrina Lescano y Paulo Zogbe, accedieron a contestar algunas preguntas para conocer más de la historia, la actualidad y el futuro de esta compañía.

-¿Cuáles son sus influencias o referentes a la hora de inspirarse en una creación?

-Sabri: Creo que en el grupo hay un gran subrayado con los intereses y deseos individuales, no individualistas, subjetivos de cada persona. Eso con relación a la impronta de cada uno. No hay una respuesta específica porque habría que hablar con cada uno. Hipotetizando, creo que en las últimas producciones ha habido un intento de llevar a escena -a lo artístico y al lenguaje de la danza- metodologías y búsquedas del funcionamiento grupal. Se trabajó en muchas de las obras sobre sistemas colectivos. Se investigó sistemas de organización de los cuerpos, de circulación en la escena, construcciones, sistemas distributivos y cómo los deseos individuales juegan a favor del devenir colectivo.

-Paulo: Los motores que nos impulsan a crear y componer son internos. Eso se nota a nivel estético. Si ves las últimas producciones que fueron dirigidas por distintas personas se ven diferentes búsquedas estéticas. No lejanas, pero diversas.  El grupo no pone un filtro estético único hegemonizador sobre las creaciones sino que van emergiendo a través de cada subjetividad de quien va a dirigir un proceso: las influencias que a cada uno le cargan sobre los hombros. Musicales, dancísticas, obras, directores, teatrales. Hay mucho que se expone ante el grupo y el grupo vuelve a reelaborar.  En Legua trabajamos sobre el concepto de lo post-folclórico, usando música latinoamericana del siglo XX como Atahualpa Yupanqui y Violeta Parra en un enlace con la danza contemporánea y da un resultado. Esa música es inspiradora, un motor, un mecanismo para crear. Así con Para las ramas hay influencias del Grunge y un homenaje a Akira Kurosawa. Después a nivel dancístico hemos visto algunas cosas en conjunto y cada uno ha ido investigando…

-S: Últimamente estamos también trabajando con conceptos como la deriva, la contigüidad, la continuidad y hasta incluso referencias de movimientos de pensamiento que sostienen esos conceptos. En Instersticio hubo conceptos de investigación más kinéticos y eso empieza a fabricar una conceptualización compartida que da un invento grupal también. En el entrenamiento si bien hay cosas que a todos nos gusta hacer, también somos distintos y nos entrenamos en poéticas corporales distintas. Eso construye diversidad.

-¿Cómo trabajan internamente las creaciones y la organización de la compañía?

-S: Estamos haciendo una experimentación de lo que es una estructura de producción obra tras obra. Realmente estamos todo el tiempo secándonos la cabeza y haciéndonos preguntas sobre eso. Hay roles que todos los saben y otros que los vamos descubriendo en el camino. En ese sentido cada vez se está diversificando más los roles. Hay más roles y más distribuidos. Hay gente a cargo de la escenografía, del vestuario, del maquillaje, que dirige, que baila… y los que bailamos y dirigimos también hacemos todos los otros roles. Seguimos haciéndonos preguntas con eso.

-Pero se organizan de acuerdo a una ‘asamblea’, recurso que no sé si es tan común en las compañías de danza generalmente…

-S: Hay un sistema de asamblea que no es la asamblea tradicional. No hay nada que en el grupo que se auto-legitime como un espacio de autoridad total… ni siquiera la asamblea donde podemos estar todos. No deja de mutar.  La organización tiene que actualizarse constantemente y eso junto a un grado de libertad en el trabajo y la participación que siempre estamos revisando con todas las contradicciones, alegrías y libertades.  No hay una regla de cómo se participa y en ese sentido tampoco hay una regla de cómo se construye ni de cómo se hace el proceso creativo. Todo el tiempo hay que actualizar en función de lo que hay y lo que sucede.

-P: Siempre tomando como experiencia previa el aprendizaje, pero reestructurado según la demanda de lo que esté pasando. Es algo móvil. Creo que de un tiempo para este lado si bien la estructura más vieja, dura y ortodoxa de la danza no trabaja de esa manera por trabajar con un sistema más verticalista de dirección, hay muchos grupos que vienen trabajo en este aspecto.  En ese sentido no se trata de inventar la pólvora sino de cómo seguir hoy trabajando con esos paradigmas que no son piramidales sino entra el concepto de la red. Hoy más que nunca está diseminado en el campo artístico, social y político el concepto de lo colectivo, cada vez más dando vueltas y formamos parte de todo eso que está pasando. No es algo nuevo, las organizaciones colectivas han siempre intentado aparecer, muchas veces han sido aplastadas, muchas veces se ha deformado, pero siempre se ha intentado llevar a cabo la organización directa. 

En eso estamos y si bien eso es viejo, como busca ser flexible no se anquilosa en una estructura. Se construyen así los roles y vamos mutando porque una persona dirige una obra hoy, mañana es dirigida, pasado hace el vestuario, después está en la producción, luego hace un flete y así. Los roles van mutando y lo que está bueno es algo que seguimos aprendiendo a full. Desprenderse de los roles y que otros aprendan de los roles. El desafío es como hacer que eso siga sucediendo porque es una falencia de las organizaciones colectivas de cómo una persona toma un rol y se anquilosa en ese rol ni por mala ni por buena, sino que sabe hacerlo y detenta un poder. Entonces cómo hacer grupalmente para que eso no suceda y que no se anquilose toda esa situación. Creo que es una pregunta para todos.

-S: La movilidad de los roles junto con la idea de ser autónomos como sujetos de participación. La autonomía que es un lugar nuevo en las búsquedas más colectivas en este último tiempo. Se habla de lo colectivo y la autonomía individual en el plano de lo colectivo. Eso de tener un deseo propio de participación que lleva a profundizarte a partir de tus deseos y tus intereses, también una presencia distinta desde lo individual y lo subjetivo. Es algo que nos pone dentro de cierto campo de lo colectivo pero no tradicional. Al estar muy potentes las subjetividades todo tiene una movilidad. Todo el tiempo estamos discutiendo con lo que se anquilosa y va surgiendo. Siempre surge la discusión y el conflicto como un espacio para avanzar.

-¿Por qué vieron importante crear un espacio como “Fragmentos Cortos, DANZA”?

-S: Nacen en primera instancia de algo que nosotros veíamos afuera, pero después lo tuvimos que ver adentro. Si bien la danza en Córdoba viene creciendo un montón seguía siendo de una manera académica. Mucha gente llega a la danza desde la academia del pueblo o del barrio, entonces la estructura de entrenamiento y concepción tiene que ver con la escuela. En ese punto nosotros veníamos viendo que además había un montón de gente estudiando, trabajando, moviéndose pero toda la parte de las ideas y poéticas propias de los deseos de hacer por uno mismo o por una misma no aparecían. No quiero decir que es el único lugar donde apareció eso, pero viene a decir que no tenés que ser “alguien” para estar en escena. No hace falta que esperes que un coreógrafo te llame porque te vio en una clase bailando o porque alguien te conoce y te convoca. Haciendo que cualquiera pueda participar pueden emerger una cantidad de poéticas y formas infinitas.

-P: Vienen a quebrar todo ese formato de que la única manera que una persona intérprete bailarín esté en escena sea que un director un poquito más consagrado te convoque o hagas una audición para estar en una obra. Es un espacio libre donde cualquier persona puede participar. De hecho, no tiene filtro estético, ni curaduría. No recibimos propuestas en video y decimos qué es danza y qué no. Tiene la idea de multiplicar.

-¿Por qué es a la gorra?

-P: El ciclo comenzó en La Balsa como una co-producción durante un año cobrando entrada. Eso es lo primero que aparece: es un espectáculo, cobrás entrada. A través del tránsito del grupo en el circuito artístico va viendo que otros colectivos usaban el recurso de que la entrada sea a la gorra. En ese roce con el circo y el teatro, decidimos apostar a la gorra y hace dos años lo mantenemos así. Este año empieza en abril a la gorra y el año pasado hicimos todas nuestras obras a la gorra. Eso hizo que la gente venga. En Fragmentos Cortos, DANZA la sala tiene capacidad para 80 personas y termina viendo una multitud que hace que explote de gente. Se arma una fiesta y eso lo dio la historia y la posibilidad de que sea a la gorra, que no tengas que tener $80 o $100 para ir.

El ciclo nació en La Balsa, pasó a Tsunami, luego a Bataclana Espacio Cultural y de ahí a Espacio Ramona. Es el espacio con el que compartimos colectivamente muchos deseos, muchas búsquedas y es una sala maravilosa. Todo eso hace que explote.

-¿En qué están trabajando actualmente?

-P: Este año estamos trabajando con un laboratorio de investigación, reponiendo Para las ramas para el mes de abril en Espacio Ramona e ingresando a un proceso experimental nuevo para estrenar en el mes de junio en el Salón de Actos del Pabellón Argentina de la UNC. El laboratorio es un deseo que el grupo motoriza desde siempre: un espacio de investigación extra escénica no como parte de un proceso creativo sino de investigación movimiento y escénico. Un laboratorio individual y colectivo con preguntas, ideas y búsquedas.

Vivimos una ciudad de Córdoba que se muestra ardiente y fría. Habrá que elegir todo el tiempo, a cada minuto, qué es lo que nos mueve y qué es lo que se endurece. Elegir si preferimos andar corriendo tras de un éxito, o como dice el cantor, si el éxito consiste en despertar cada mañana.

► Altibajos Constante Movimiento. Para las ramas [pliegues de un durazno] Viernes 28 y sábado 29 de abril en Espacio Ramona (Perú 766, B° Güemes). Fragmentos cortos, DANZA domingo 30 de abril en Espacio Ramona.

Por Tomi di Tomaso para La Tinta

Palabras claves: Altibajos, danza, Fragmentos cortos

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