PROgresividad: impuestos que aumentan la desigualdad
La estructura impositiva implementada por el presidente Mauricio Macri es más regresiva que el promedio de los últimos 12 años, de acuerdo a un estudio del Centro de Economía Política Argentina (CEPA). Los impuestos golpean el bolsillo de los trabajadores y alivian los pagos de corporaciones y ricos.
Por Hernán Letcher para Nuestras Voces.
Los impuestos que personas y empresas abonan se usan para financiar el gasto público del Estado. Es decir, se utilizan para pagar desde los salarios de maestros, médicos y policías hasta la construcción de casas, rutas y puertos. El rol de los impuestos y el gasto público siempre está en el foco de la discusión, especialmente sobre de quién recaudar y cómo gastar.
En este contexto, a fines del año pasado, el presidente Mauricio Macri le solicitó al Ministro de Hacienda Nicolás Dujovne que prepare una reforma impositiva dado el “efecto distorsivo” que generan los impuestos en la economía. Pero, ¿qué tipo de impuestos se pagan hoy en Argentina?
Mapa impositivo
Existe una amplia variedad de impuestos en Argentina. Los principales son el Impuesto al Valor Agregado (IVA), el Impuesto a las ganancias, Impuestos a los créditos y débitos en cuentas corrientes y al comercio exterior; el conjunto de los impuestos se denomina estructura impositiva o tributaria. A su vez, los impuestos se clasifican en regresivos o progresivos en función de quienes los pagan.
Es decir, si un impuesto es pagado por un sector de la población que posee mayor renta, consumo o patrimonio será un impuesto progresivo; si por el contrario es pagado por
los sectores de más bajos recursos sería regresivo.
A modo de ejemplo, el IVA, al ser un impuesto sobre todas las ventas que se realizan, es considerado un impuesto regresivo. Esto se debe a que grava tanto las compras de bienes de primera necesidad como los bienes de lujo; y por tanto los sectores más pobres de la sociedad están obligados a pagarlo de igual manera que los más pudientes. Por otro lado, el impuesto a la ganancia es progresivo dado que los sectores que obtengan alguna ganancia de su actividad estarían obligados a pagarlo mientras que aquellos que no lo hicieran se verían exceptuados.
En la misma categoría quedan los impuestos al comercio exterior que gravan las exportaciones e importaciones del país. Entonces, ¿qué tipo de estructura impositiva tenemos en Argentina hoy?
En base a datos publicados por AFIP para 2016 y enero y febrero de 2017, se observa que a pesar del corto tiempo trascurrido, se ha incrementado el peso de los impuestos regresivos sobre el total de lo recaudado , muy por encima del promedio de los años comprendidos entre 2003-2015.
Como se visualiza en el cuadro N° 1, si el promedio de la incidencia de impuestos regresivos entre 2003 y 2015 fue de 55,24%, este valor ascendió a 59,54% en promedio en 2016 y el primer bimestre de 2017. Esto responde sobre todo a un aumento del peso del IVA sobre el total de la recaudación que pasó de explicar 38,27 % de la recaudación a explicar un 41,29% de la misma.
Complementariamente, los impuestos progresivos han disminuido su peso sobre el total , pasando de representar el 44,76% en promedio entre 2003 y 2015, a 40,46% en 2016 y el primer bimestre de 2017. Esta disminución está relacionada con una fuerte caída en la recaudación de los derechos de exportación e importación –comercio exterior- a pesar del leve aumento registrado en ganancias.Gráfico N° 1: Regresividad impositiva – Período 2003-2016 y 01-02/2017
Entonces, cuando el presidente Macri le pide al ministro Dujovne que prepare una reforma fiscal para evitar el efecto distorsivo de los impuestos ¿qué objetivo persigue? Es probable que la misma tenga como horizonte reducir el peso de los impuestos progresivos y en consecuencia que los sectores más pudientes colaboren menos en la estructura tributaria. En 2017 se recortarán otros 5 puntos en las retenciones de soja, y se implementará progresivamente la reducción de la alícuota de Bienes Personales (de 1,25% a 0,75% en 2016, 0,50% en 2017 y 0,25% en 2018) y la eximición del impuesto para dichos periodos para aquellos contribuyentes que reafirmen su DDJJ de los últimos dos años.
Queda claro entonces que en el plan tributario de Cambiemos lo que “distorsiona la economía” son los impuestos progresivos. Una reforma fiscal con vistas a redistribuir el ingreso para construir una sociedad más igualitaria, tendría que reducir el peso de las tributaciones regresivas para poder sostener el gasto público en base al aporte de los contribuyentes más acaudalados. Lamentablemente, recortar el gasto y bajar impuestos a los que más tienen parece ser la prioridad del gobierno actual.
* Por Hernán Letcher para Nuestras Voces.