Gastos en higiene menstrual y un impuesto que discrimina a las mujeres
En la Provincia de Buenos Aires, legisladoras presentaron proyectos de ley para concientizar y crear políticas públicas que contemplen las consecuencias económicas y sociales de la menstruación en las mujeres. En Estados Unidos, Colombia, Francia e Inglaterra hay experiencias respecto a la quita de impuestos para elementos de higiene menstrual.
Cada más o menos 28 días, todos los meses, durante un promedio de 40 años, hay personas que sangran entre tres y seis días. En la Argentina menstrúan unas diez millones de mujeres y la mayoría sólo conoce toallitas y tampones como método para gestionar su menstruación.
En 2017, para comprarlos se necesitarán entre 700 y 1.000 pesos y para fabricar esos productos de higiene. Claro, quienes no tengan esos productos faltarán más a la escuela y serán más propensas a infecciones por utilizar métodos poco sanitarios.
“¿Levante la mano quién alguna vez dejó de hacer algo o de ir a algún lado por estar menstruando? Además del cansancio y de otros problemas físicos que pueda causar, aparece un primer temor que es el riesgo a mancharse», expresó Agostina Mileo, comunicadora científica y miembro de Economía Femini(s)ta, al portal Cosecha Roja.
La menstruación es causa de ausentismo escolar, problemas de salud y deterioro ambiental, problemas sobre los que el Estado debería intervenir.
Siguiendo esta premisa, esta semana se presentaron en la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires dos proyectos de ley que establecen la obligatoriedad de garantizar la provisión de elementos para la gestión menstrual a toda la población bonaerense que se encuentre entre la pre-adolescencia y el climaterio en ámbitos educativos, de salud y recreativos en forma anónima y gratuita, además de prestar asistencia y capacitación al respecto.
Las iniciativas presentadas por las legisladoras Lucía Portos (FPV) y Micaela Ferraro (Frente Renovador) surgieron de la campaña #Menstruacción que llevó adelante el colectivo Economía Femini(s)ta durante el Paro Internacional de Mujeres, el pasado 8 de marzo.
Mercedes D’Alessandro, doctora en Economía y miembro de Economía Femini(s)ta, explicó a Cosecha Roja: «Mientras que en la Argentina esos productos de gestión menstrual pagan el 21 por ciento de IVA, en Nueva York ya salió una norma que quita el impuesto a los tampones y además se garantiza su provisión gratuita en escuelas, cárceles y refugios de mujeres. Lo mismo ocurre en Bogotá, en Inglaterra y Francia”.
“Hay muchos productos que deberían estar exentos porque ese impuesto discrimina a las mujeres sólo por el hecho de ser mujeres. Por eso planteamos que, si lo que se gasta es
semejante al valor de una Asignación Universal por Hijo, se podría sumar
la provisión gratuita en escuelas y hospitales en sectores vulnerables”.
Otro de los reclamos del colectivo es la investigación. “En la Argentina es muy difícil relacionar directamente ausentismo escolar y mestruación porque hay un montón de causas que operan juntas, se correlacionan, se potencian. Sí está claro es que la problemática está insertada en la situación de pobreza. Son temas que no se nombran y que se sabe que suceden”, explicó Mileo.
* Con información de Cosecha Roja.