Postales del carnaval serrano
En las sierras cordobesas el sonido de grillos y ranas se unió a los tambores de la fiesta de carnaval. Eugenia Issaly nos cuenta como se vivió esta celebración popular en Mina Clavero.
Por Eugenia Issaly para La Tinta
Ingresar a Mina Clavero el 25 y 26 de febrero se convertía en una odisea, por el sur la fila de autos era de 8 kilómetros, 40 minutos de demora. Luego de semanas largas de sequías, ese fin de semana los ríos bajaron colmados de agua fresca, como reservándose lo mejor para el final. Había fiesta en puerta.
El diablo se despertó entre las Sierras Comechingones al ritmo de sambareaggae a cargo de Batuqueando, haciendo bailar a miles de espectadores en una peatonal colmada. Entre plumas y purpurina se hizo presente la comparsa local Bailando por Nuestro Pueblo y Raíces de Carnaval.
También llenaron de color las montañas el ballet Acuarela de Bolivia con las danzas de los Tinkus y los Tobas, la comparsa Quebrada de los Vientos de Malagueño y los cordobeses Los Mohycanos, que fueron los encargados de cerrar el desfile.
Niños, niñas, jóvenes y viejos cubrieron el olor a peperina serrana con litros y litros de espuma loca, que bañaba a quien pasara por calles y veredas. El pueblo estaba de fiesta y la pista de baile se armó frente a un gran escenario a puro tunga tunga de cuarteto cordobés.
Fueron dos días intensos en los que el cielo se puso rosa violeta añadiendo un nuevo color al carnaval del valle de Traslasierra.
Por Eugenia Issaly para La Tinta