Las polémicas nuestras de cada año
Anualmente, la edición del concurso World Press Photo genera nuevas discusiones sobre el alcance y el rol del fotoperiodismo. Este año no fue la excepción.
Recordemos el caso de la fotografía ganadora de la edición de 2013. Después del anuncio de los ganadores se levantaron voces que ponían en duda la construcción de esa imagen. Luego de entregar el archivo original, el autor reconoció que había utilizado más de una fotografía del lugar para mejorar la iluminación. La organización mantuvo el galardón porque no se detectaron manipulaciones más allá de las condiciones de luz, decisión que algunos cuestionaron planteando las discusiones de siempre sobre la fotografía y el origen de su valor documental.
Este año, a días de realizarse la selección, Lars Boering, director de la Fundación World Press Photo emitió un comunicado dando a conocer los motivos de un cambio de último momento en la composición del jurado: la palestina Eman Mohammed, radicada en EEUU, no podía salir del país para asistir a la reunión en Amsterdam a causa de la implementación de las nuevas políticas migratorias de Donald Trump. «Nosotros no discriminamos a nadie en base a su edad, género, raza u origen étnico, religión u orientación sexual.
«Nos oponemos a la discriminación y al acoso en nuestra comunidad y en nuestro mundo» declaraba Boering en el comunicado con el que también apoyaba a la fotógrafa palestina, única mujer integrante del jurado.
El 19 de diciembre del año pasado, el fotógrafo Burhan Ozbilici asistió a una muestra de fotografías sobre Rusia en Ankara, la capital siria. No era una tarea asignada por AP, agencia para la que trabaja. Tampoco sabía que el embajador ruso sería quien diera el discurso de inauguración. Simplemente asistió para encontrarse con una amiga y porque la sala se encuentra muy cerca de su casa. Cuando Mevlut Mert Altintas comenzó a disparar contra el diplomático, Ozbilici no hizo otra cosa que su trabajo.
Una de las fotografías que logró fue declarada la fotografía del año por el jurado del premio. Lars Boering dijo: «La foto es una fuerte representación visual de un brutal evento realizada por un fotógrafo muy valiente». Además aclaró que si bien las fotografías seleccionadas en los últimos años tienen un carácter más poético, las fotos de Ozbilici encajan con la tradición del premio a lo largo de sus 63 ediciones.
Sin embargo, Stuart Franklin, parte del jurado y miembro de Magnum contó que la votación fue muy dividida. No votó por esa imagen y expresó su preocupación por el resultado. Si bien para Franklin la foto de Ozbilici «es una imagen extremadamente bien realizada por un hombre que tiene mi mayor respeto», se pregunta si otorgarle el mayor de los premios no termina por amplificar el mensaje del terrorismo.
Lo cierto es que si uno repasa los trabajos ganadores podrá observar, en muchas de las categorías, una colección de grandes fotografías de los peores sucesos de la actualidad. Colecciones que paradójicamente dan más protagonismo a los autores que a los sujetos que soportan esas realidades. Ahora toca esperar hasta el año que viene para conocer los nuevos debates que dispararán las fotos de las estrellas de fotoperiodismo mundial.
Fuentes: worldpressphoto.org y lens.blogs.nytimes.com