Urbomaquia reedita «La mesa»: artivismo para conocer el menú de la crisis
Desde las 11 de la mañana en la calle Rivera Indarte, frente a la Legislatura, el colectivo artivista cordobés vuelve a poner en la escena pública una de sus obras principales: «La mesa». Dicen desde Urbomaquia: «El hambre de ayer también es el hambre de hoy, la crisis de representación también es similar, por lo que, a 23 años de aquella puesta en la calle, hoy tendremos que sacar una nueva foto de este paisaje del presente».
A principios del 2001, el grupo de artistas ―y docentes― conformado por Magui Lucero, Liliana Dinegro, Sandra Mutal, Guillermo Alessio, Walter Moyano y Susana Andrada (con la incorporación al año siguiente de Patricia Ávila) fundó Urbomaquia. Arte, política y universidad. Artivismo elucubrado en vivo, dentro y fuera de las aulas, sostenido en la convicción del poder de los lenguajes expresivos en el espacio público.
A fines de ese mismo año, “La mesa”, una de sus intervenciones más conocidas, ocupaba la vereda frente a la Legislatura. Específicamente, el 24 de octubre de 2001, Urbomaquia instaló una mesa de 55 metros de largo, cubierta con un mantel blanco y con 110 platos vacíos. En vez de cubiertos, fibrones negros para llenar los platos de lo que surgiera. El menú de la crisis: necesidades como entrada, como primero y como postre. A 23 años y en el marco de cierre de la muestra «El Futuro Detrás», el colectivo de artistas-activistas repone la acción.
«Realizamos la obra ‘La mesa’ en el convulsionado octubre de 2001, como un modo de dialogar con dos condiciones de aquel presente de profundo malestar: el hambre y la crisis de representación. Además del hambre, la sociedad sufría un cúmulo de carencias y su voz era desoída por sus representantes en el juego democrático. Como parte de este, la instalación buscó ser un foro de visibilización, de expresión popular y de debate sobre estas cuestiones», explican a La tinta.
Les artistas subrayan que reeditar «La mesa» hoy tiene sentido por encontrarnos ante un presente tan controvertido como el de 2001 y como una forma de interpelarnos, nuevamente, en una Córdoba que mayoritariamente adscribió a las ideas libertarias. «Probablemente, será un termómetro que mida la temperatura de un hoy tan incierto», enfatizan.
Desde Urbomaquia, saben que, si bien hay similitudes con el 2001, también hay diferencias a nivel del contexto y del humor social. «El público no es el mismo y los cambios culturales ocurridos son profundos, por lo que también esperamos sorprendernos. Es verdad que hay un profundo contexto de crisis, pero no podemos afirmar que sea el mismo que en el 2001. No encontramos hoy la potencia de la movilización y de los espacios de resistencia y organización que construyó el campo popular en aquel tiempo. La apropiación de la derecha de las consignas que fueron nuestras antes nos preocupa. La presencia que tienen en las redes sociales y el poder que opera sobre la ciudadanía genera nuevas condiciones de posibilidad que aún no vemos con claridad», señalan.
En la instalación-acción, el público que pase por allí puede escribir sobre el mantel y dejar su palabra hasta las 17 h.
«El hambre de ayer también es el hambre de hoy, la crisis de representación podríamos inferir que también es similar, por lo que, a 23 años de aquella puesta en la calle de ‘La mesa’, hoy tendremos que sacar una nueva foto de este paisaje del presente», concluyen las artivistas.
*Por Soledad Sgarella para La tinta / Imagen de portada: Urbomaquia.
