El recorte a los medios públicos afecta la difusión del fútbol femenino
Conversamos con la periodista especializada en género y deportes, Macarena Jorge Camaño, sobre periodismo deportivo y comunicación del fútbol femenino, y los nuevos desafíos que se presentan frente a políticas de recortes y privatización de la televisación de los partidos.
Por Lo que quieren las Wachas para La tinta*
Con el mundial masculino de Qatar 2022, se fueron abriendo puertas para algunas periodistas que cubren el fútbol femenino desde hace años. Así, la transmisión del partido entre Suiza y Camerún que realizaron Lola del Carril como relatora, Angela Lerena en el rol de comentarista y Sofía Martínez en el campo de juego fue un hito. Por primera vez en la historia del fútbol argentino, se realizaba una cobertura de un partido del mundial masculino por un equipo conformado completamente por mujeres. Meses después, el 27 de julio de 2023, el seleccionado argentino de fútbol femenino empataba 2 a 2 el partido disputado con Sudáfrica en la fase de grupos del Mundial de Australia-Nueva Zelanda. El gol fue de Romina Núñez, en el minuto 79 del encuentro. Ese día, además, se alcanzó un récord de audiencia en la transmisión realizada por la TV Pública, con 12,3 puntos de rating.
Junto con la semiprofesionalización del fútbol femenino iniciada en 2019, la transmisión de los partidos por TV abierta y streaming de acceso gratuito también fueron claves para posibilitar la participación de relatoras, comentaristas y cronistas en el campo de juego, en cada uno de los partidos disputados en los torneos de primera división.
Con las políticas implementadas por el gobierno nacional desde que asumió Javier Milei, el recorte presupuestario en los medios públicos impactó en la televisación de acceso libre del femenino. Actualmente, las transmisiones se realizan por un medio pago y sin garantizar todos los encuentros que se disputan. Esto no solo tiene implicancias para el público aficionado al femenino, sino también para las carreras profesionales de las jugadoras y de las periodistas que cubren los campeonatos y relatan los partidos. Esta tarea encuentra mayores límites en lo que respecta a ligas provinciales o, incluso, en partidos de primera división disputados por los equipos del interior, debido a las limitadas televisaciones y a la falta de interés en lo que sucede en las provincias por parte de muchos medios nacionales.
“Decido no seguir siendo parte del retroceso”, con esas palabras, Lorena Benítez, una referenta de la Selección Argentina, renunció al seleccionado, manifestando las condiciones precarias (ausencia de viáticos, dietas inadecuadas para deportistas de alto rendimiento, entre otras cuestiones) que ofrece la AFA a sus jugadoras, de cara a dos amistosos internacionales que se disputaron frente al seleccionado de Costa Rica. Al reclamo de Benítez, se sumaron otras tres compañeras mundialistas que también presentaron su renuncia: Julieta Cruz, Laurina Oliveros y Eliana Stabile. A este complejo panorama, se suma, una vez más, la televisación de los encuentros, que ya no tienen espacio en la pantalla de los medios públicos, dando cuenta de este retroceso del fútbol femenino al que se refieren jugadoras y periodistas. En este contexto, las pibas de la Sub 20 se preparan para disputar un Mundial que tendrá sede en Colombia, después de doce años de ausencia de nuestro seleccionado nacional en esa competencia. Muchas de esas jugadoras, que se formaron en las inferiores de los clubes argentinos, reflejan cómo la semiprofesionalización del fútbol femenino, iniciada en 2019, es un proceso que debe continuar.
En el programa “Lo que quieren las wachas”, conversamos en vivo con Macarena Jorge Camaño, periodista, diplomada en género y deportes en la UBA, columnista de deportes en el medio cooperativo El Resaltador y trabajadora de Localía Femenina, medio de comunicación autogestivo especializado en fútbol femenino. Les compartimos algunos fragmentos del encuentro en los estudios de Radio Revés. Pueden escuchar la entrevista completa en Spotify.
—Nos interesa tu opinión sobre lo difícil que es en el fútbol femenino hacer circular la voz, la palabra, reconstruir los datos.
—Es muy difícil hablar de un fútbol federal femenino o masculino. Quienes no nacimos ni vivimos en la “República del AMBA” siempre la tenemos un poquito más difícil. No por una cuestión de que no haya personas que puedan o tengan talento, no es falta de talento ni de materia prima, sino de oportunidades, como en muchas otras aristas de la sociedad. En el fútbol femenino, se nota bastante esa falta de federalismo, quizás por la falta de representación que tiene. Es una cuestión de oportunidades que ha cambiado mucho, por supuesto, hay cambios que hace dos años eran impensados, también hay que ver el vaso medio lleno. Se avanzó mucho, pero por el pulmón, por el corazón y por la garra de las jugadoras de sus respectivos clubes y de aquellas instituciones que sí les interesa y que sí quieren apostar por el fútbol femenino. Desde este año, hay cuatro equipos de las provincias en la primera categoría de AFA. Es todo muy cuesta arriba, no es solamente el tema de pertenecer y competir, sino las transmisiones en sí. El producto comunicativo del fútbol femenino de las provincias siempre es un poco más difícil.
Yo quiero que sigamos llenando canchas en los femeninos, que todos los partidos sean televisados, me agarra esa impaciencia de que ese cambio, ese eterno proceso, sea rápido. Para eso, el federalismo es esencial. Muchas veces desde Buenos Aires, a quienes estamos fuera del AMBA, nos dicen “la gente del interior” como algo aparte, como dato de color o también para romantizar el sacrificio y la historia de siempre: cómo la jugadora llega del interior. Si bien es una historia y una narrativa súper acertada, porque es una realidad que todo es más difícil, creo que hay que cambiar ese chip y empezar a hablar alguna vez de fútbol. Porque cuando hablamos de fútbol femenino, nunca podemos hablar de fútbol en el sentido de deporte: “Che, qué tal tu último partido”, “jugué mal”, “cuál es la táctica”. Siempre tenemos que hablar de todas estas falencias.
Desde el lado de la comunicación, algunas colegas nos han abierto el camino, algunas están hace más de diez años con el femenino, al igual que muchas jugadoras como Estefi, Colo Arrieto que le abren la cancha a las más chicas, porque cada vez son más las nenas que juegan.
—En tu biografía, ¿quiénes te dieron una mano a vos o te alentaron en el camino? ¿Quiénes te han servido de referentes o con quién actualmente co-construís el ejercicio profesional?
—Yo veo fútbol desde que tengo noción del tiempo, pero fútbol masculino. Entonces, me pregunté: “¿Por qué nunca vi fútbol femenino?”. Y se me empezaron a abrir un montón de cuestiones que, obviamente, fui desmadejando y me di cuenta de que era porque no televisaban los partidos. Era una cuestión de alcance y acceso a la visibilidad y comunicación de los equipos o de las referentes y jugadoras de ese momento. Las jugadoras que están hoy en la selección o que estuvieron hasta hace muy poquito, que son las mejores del país, crecieron también siendo futbolistas sin una referente mujer, entonces, en el periodismo, pasa un poco lo mismo.
Vamos descubriendo un mundo que existía hace mucho tiempo, pero que estaba oculto y estaba totalmente dejado de lado. Las colegas de “Boca Fútbol Femenino”, Vanesa y Paloma, que para mí son unas pioneras no solamente en el fútbol femenino, sino como periodistas, abrieron una puerta en todo lo que es redes sociales y comunicación digital. Yo aprendí de ellas cómo comunicar y entender el fútbol femenino, cómo leerlo en contexto.
—Es interesante cuánto pesa si los partidos se televisan o no. ¿Cómo ves ese aspecto en el momento actual del país, en el que disminuyeron las televisaciones?
—El hecho de no tener el acceso libre para ver los partidos que teníamos en los últimos años es claramente un retroceso. He hablado con jugadoras de selección, les pregunté lo mismo y me decían que muchas veces las llamaron de clubes porque las vieron en DeporTV, porque podían verlo de forma libre. No es solamente el derecho a la accesibilidad, a poder comunicar el deporte y darle visibilidad a los deportes femeninos, sino también está la pérdida en la carrera de una deportista.
Lamentablemente, yo no puedo pensar nada sin pensarlo desde Córdoba; en el caso de Belgrano, ya era complicado con DeporTV tener una transmisión oficial. Si bien el club estuvo ahí presente para poder transmitir —y me animo a decir que no hubo ningún partido que no se haya transmitido—, fueron muy pocos los que se hicieron desde DeporTV porque, básicamente, decían que ir a transmitir a Córdoba era más caro.
Esa es la letra chica, estoy hilando muy fino, pero la accesibilidad en canales abiertos y en el canal de deportes de la Televisión Pública fue vital no solamente por la calidad, sino también por colegas que estaban interiorizadas con las jugadoras, con los relatos. Ahora estamos más limitadas porque es pago y no se transmiten todos los partidos, es un reflejo del momento que estamos viviendo como país. Van a ser años complicados, sobre todo, porque es una disciplina en la que cuesta muchísimo dar un pasito. Todas estas medidas hacen que se retrocedan cincuenta pasos, pero bueno, la gente va a seguir acompañando y creo que la única forma es la resistencia, no queda otra.
—Muchos medios alternativos también son fuente primordial de información, como FutFemme, Localía Femenina, El Femenino. ¿Cómo ves la realidad actual de esos medios?
—Estos medios, que eligieron comunicar fútbol femenino hace más de diez años, tuvieron como desafío empezar a abrir la cancha y hablar de una disciplina por la que, lamentablemente, nadie tenía el interés. En estos momentos, con la falta de políticas públicas y con las líneas que bajan y que no hacen otra cosa que retroceder los pocos pasos —pero seguros— que dio el fútbol femenino, todos estos medios que siguen siendo autogestivos tienen un nuevo desafío. Dentro de todo el torbellino, de toda la tempestad que pueda acontecer en estos años, creo que se va a sacar algo súper importante que va a ser esa fortaleza y la resistencia de seguir queriendo comunicar, pese al panorama. Son medios, personas y colegas laburantes que lo han hecho siempre y que han remado en momentos que nadie quería comunicar fútbol femenino, y, con eso, han allanado el camino y nos han abierto la puerta a muchas colegas.
Siempre trato de reflejar lo que es el fútbol como deporte, de juego en equipo y que lxs periodistas hagamos lo mismo, que intentemos construirlo de forma más sana, sin perder el folclore del fútbol. Una vez más, un nuevo capítulo de resistencia del fútbol femenino, pero yo siempre lo veo con optimismo, hay muchas cosas para mejorar, sobre todo, a nivel selección y AFA.
*Por Lo que quieren las Wachas para La tinta* / Imagen de portada: La tinta.
**Programa sobre fútbol femenino en Radio Revés, que profundiza sobre la práctica deportiva, desde lo profesional hasta lo amateur, haciendo énfasis en las diferentes trayectorias y modos de vivir y habitar el fútbol de las mujeres y disidencias. Hecho por un grupo de pibas que forman parte del equipo de fútbol recreativo feminista Wacha Marta FF. Pueden escucharlo en vivo desde Radio Revés, FM 88.7, todos los lunes de 20 a 22 h. También disponible en Spotify.