Los dólares llovieron para arriba
No fue el escenario prometido. En vez de lluvia de inversiones, hasta noviembre se registró una salida de divisas sin precedentes, ya que entre las divisas compradas por particulares, el saldo neto del turismo y la remisión de ganancias al exterior se fueron 36.297 millones de dólares.
La salida de dólares por ahorro, turismo y giro de utilidades sumó 36.297 millones de dólares en los primeros once meses de 2016. La cifra es equivalente al 98 por ciento de las reservas internacionales. Los datos surgen del balance cambiario del Banco Central, documento en el que se registran los movimientos de entrada y salida de divisas de la economía local.
La fuga de capitales del año, tras la eliminación abrupta de controles cambiarios y regulaciones de la cuenta capital en diciembre pasado, es una de las más elevadas de la última década, al superar incluso la anotada en 2010, cuando aún no se habían aplicado estrategias de administración a la compra de divisas.
La salida de dólares por ahorro, turismo y giro de utilidades sumó 36.297 millones de dólares en los primeros once meses de 2016. La cifra es equivalente al 98 por ciento de las reservas internacionales.
Las inversiones de las multinacionales, pese a promesas de efecto confianza en el Gobierno, no alcanzaron para compensar lo que salió del país por dividendos.
La fuga de dólares de la economía sigue sin detenerse en el segundo semestre del año e incluso, luego del triunfo de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos, la perspectiva es que continúa acelerándose en los próximos meses.
Economistas del establishment internacional, como Carmen Reinhart, ya le advirtieron al Gobierno que el panorama no será sencillo para las economías emergentes y, en particular, para la Argentina, porque las señales son negativas en materia de precios de materias primas y de entrada de capitales financieros a países en desarrollo.
Ahorro
El atesoramiento de divisas del sector privado fue uno de los principales motivos para explicar la fuerte fuga de dólares este año. En noviembre, se anotaron compras de moneda extranjera por 3182 millones de dólares y de 24.517 millones en los primeros 11 meses de 2016. Las ventas de billetes y divisas sumaron 3239 millones el mes pasado y acumularon 15.305 millones en el año. De este modo, el resultado de la formación de activos externos (es decir, el neto entre compra y venta de dólares) anotó una entrada neta de 57 millones en noviembre, por efecto del blanqueo, y una salida de 9212 millones en lo que va del año. La cifra es un 42 por ciento mayor respecto de la salida anotada en 2015, cuando todavía se aplicaban controles.
Turismo
La adquisición de divisas para turismo de los argentinos en el exterior se ubicó en 881 millones de dólares en noviembre y acumuló 9196 millones en los primeros 11 meses de 2016. La cifra contempla compras de moneda extranjera para gastos de los viajeros y los pagos del transporte. Los turistas que ingresaron al país vendieron 203 millones de dólares el mes pasado y 1402 millones en el año. El neto de la cuenta turismo arrojó un déficit de 7795 millones de dólares, lo que indica que la devaluación de diciembre pasado y la unificación del mercado de cambios no fueron un incentivo para que los turistas del exterior traigan sus divisas al país.
Utilidades e inversiones
El giro de dividendos de las multinacionales hacia sus casas matrices fue otra fuente importante de fuga. En noviembre, las empresas retiraron del país 320 millones de dólares y acumularon 2583 millones en lo que va del año. En años anteriores, el giro de utilidades estuvo prácticamente frenado con restricciones cambiarias. Las políticas de acercamiento a los mercados del Gobierno, que además de autorizar la salida de divisas elevó la rentabilidad de estas firmas al devolver impuestos como en el caso de mineras y grandes empresarios del campo, no se tradujo en inversiones extranjeras.
El balance cambiario del Central registró que los desembolsos productivos de las multinacionales se ubicaron en 259 millones el mes pasado y en 2240 millones en los primeros 11 meses del año. La cifra no alcanzó para compensar ni siquiera lo que retiraron en dividendos en 2016 y fue muy similar a lo invertido en el promedio de los últimos diez años, cuando había “un Estado interventor” que espantaba a los inversores, según las declaraciones de los funcionarios de Mauricio Macri.
Sólo 3 de cada 100 dólares anunciados entraron este año como inversiones extranjeras directas.
En el Gobierno, aunque los dólares productivos no llegan, siguen siendo optimistas. El Ministerio de Hacienda y Finanzas lleva la contabilidad en su página web de anuncios de inversión desde que asumieron, los que, pese a que no se concretan, ya acumulan 59.079 millones de dólares. Sólo 3 de cada 100 dólares anunciados entraron este año como inversiones extranjeras directas.
El fuerte drenaje de divisas en los últimos meses por ahorro, turismo y utilidades fue compensado con un ingreso masivo de deuda. Los préstamos que recibió el Gobierno entre enero y noviembre superaron los 52.000 millones de dólares, cifra que equivale a 10 puntos del producto interno y a una vez y media las reservas del Central. La principal tensión de este megaendeudamiento es que no está potenciando las fuentes del país para generar divisas a través de exportaciones e incremento de la competitividad con grandes obras de infraestructura.
El principal destino de la deuda es cubrir la cada vez mayor fuga de divisas, un fenómeno idéntico al de los noventa.
*Por Federico Kucher para Página/12.