«Las invitadas»: un taller para leernos hacia el pasado y hacia el futuro
¿Y si los feminismos pudieran torcer no solo el modo en que leemos, sino los modos en los que se organiza la historia literaria de un país? Esta pregunta se hizo Camila Vázquez en 2018, en plena masividad feminista, y creó el taller de lectura «Las invitadas». Para este invierno, trae una nueva propuesta, acorde a los momentos que nos tocan vivir, y propone leer a María Moreno, Leila Guerriero, Marta Dillon, Mercedes Halfon, Camila Sosa Villada y Pedro Lemebel, entre otres.
«Las invitadas» es un cuento de Silvina Ocampo en el que siete niñas como siete pecados capitales corrompen a un mozuelo de bien. Esa idea, la de un montón de niñitas malintencionadas, puede servir para pervertir el canon literario en el que mujeres y disidencias se inscribieron “tardíamente” o fueron excluidas de él.
Camila Vázquez, escritora, docente y gestora cultural, coordina desde hace seis años un taller de literatura, que lleva por nombre el título del cuento de la Ocampo. En este espacio de encuentro para leer y conversar ―un ritual perdido entre la tiranía de las pantallas―, prioriza autoras disidentes y mujeres, no por cupo, sino porque están y son parte del universo de la literatura.
“¿Alguien le pidió a los varones durante siglos que justificaran la falta de mujeres en sus festivales, historias de la literatura, cánones artísticos, museos, editoriales, etc., etc., etc.? Gabriela Borrelli sostiene que los feminismos nos permiten leer nuevos sentidos, incluso, sobre los viejos. ¿Esto significa que podremos abolir los cientos de años en los que los varones fueron los únicos agentes culturales legitimados? No, pero, en cambio, podemos generar los mecanismos para leernos hacia el pasado y hacia el futuro, torciendo el tiempo”, plantea la autora.
Si nos corremos del tiempo cartesiano organizado en el precepto liberal y patriarcal del progreso, e intentamos leer en espirales ―ya que las autoras no escribieron necesariamente a la par de aquellos blancos fundadores del país―, se puede revisar qué otros horizontes, sujetos y sensibilidades pusieron en el centro de sus textos. Sobre esto, Camila dice: “Al decir de Silvia Molloy, más que pensar el género, se trata de pensar desde el género. Y hablando de visibles y audibles: ¿recuerdan esa canción que cantamos hasta el hartazgo? Ahora que estamos juntas, ahora que sí nos ven… No es que antes no escribiéramos, sino que hemos generado nuestros dispositivos para leernos. Ahora podemos leer eso que antes se prescribía”.
Para Cami, el filósofo Jacques Rancière aporta un anclaje clave para no incurrir en el reduccionismo autora = literatura feminista. “Habla de la política de la literatura y de los ejes de visibilidad: la literatura genera nuevas sensibilidades; con herramientas estéticas, genera su propia política, que no tiene que ver con las bajadas de líneas, sino, justamente, con hacer audible y visible lo que antes no lo era”.
El taller surge de la necesidad de crear un espacio práctico donde cruzar la historia, la crítica y la teoría literaria, sin escindirse de la creatividad como una ventana o un pasadizo continuo entre lectura y escritura. Lo pensó entre la efervescencia feminista y la necesidad de dar clases de literatura argentina con rigor, pero sin academicismos. “Me interesa que pensemos la historia de la literatura argentina y latinoamericana en general, tomando a los feminismos como un modo de lectura. Y hacerlo en comunidad. Trabajar, además de con el intelecto, con la palabra viva como material”.
Realidad argentina
Como parte de esta búsqueda, a partir de mediados de mayo, Las Invitadas ofrece un módulo virtual de tres meses para leer la no ficción contemporánea desde la óptica de los feminismos. Aún estás a tiempo de sumarte. Aquí podés conocer más sobre la propuesta.
“Desde hace algunos meses, empezamos a pensar con mi amiga Ana López, con quien coordinamos este módulo, que esa capacidad de corroer el sentido común ―en tanto reparto incuestionable que reciben clase, raza y género― que producen algunos movimientos, como los feminismos, puede rastrearse en la historia de nuestro país, aunque de otras maneras, en el peronismo”.
Así, en épocas de odio al peronismo y al feminismo, en Las Invitadas, organizaron un módulo íntegramente virtual y lo llamaron Realidad argentina. “Proponemos pensar el nuevo periodismo narrativo desde el lente de los feminismos en tensión a un hecho que, guste o no, cose los hilos de sujetos, familias y del país desde hace décadas. Un hecho maldito: el peronismo. Esta unidad orbitará en torno a algunos asteroides que, en la literatura argentina, se chocan, se cruzan o se atraen. Lo haremos desde la no ficción, pero también desde sus bordes con eso que hoy se llama autoficción. Vamos a leer a grandes cronistas mujeres de nuestro país que, al margen de su filiación política, produjeron textos en la década del 70 o décadas después, en el nuevo siglo, en torno a su estela: María Moreno, Leila Guerriero, Marta Dillon y Mercedes Halfon”.
No es específicamente un taller de periodismo, sino, más bien, una propuesta que busca pensar cómo literatura y periodismo se tocan; cómo son tocados por el oleaje de algunos movimientos sociales ―el peronismo y los feminismos, unos sobre otros―. Está destinado a lectorxs y personas afines a las prácticas literarias de cualquier latitud mayores de 18 años. “Leemos mucho y en profundidad, pero también de manera dispersa y salteada. Escribimos”.
Si estás interesade en la propuesta, podés escribir a lasinvitadastaller@gmail.com.
*Por Redacción La tinta / Imagen de portada: Camila Vázquez.