Villa de Las Rosas marcha contra la cooperativa de servicios: «No podemos elegir entre comer y pagar la luz»
Vecinos y vecinas de la localidad ubicada en el Valle de Traslasierra se movilizaron este lunes para denunciar los excesivos aumentos de tarifa que aplica la cooperativa CEOSP. Comerciantes acusan que les llegaron facturas por encima del millón y medio de pesos.
Habitantes de Villas de Las Rosas marcharon este lunes para denunciar los excesivos aumentos de tarifa que aplica la Cooperativa Eléctrica y de Servicios Públicos Villa de Las Rosas (CEOSP).
Desde febrero de este año, los y las vecinas de la localidad transerrana intentan entablar un diálogo con la cooperativa -de la cual son socios- para que les expliquen cómo se componen los aumentos de precios que llegaron en las facturas y con qué autorización fueron ordenados.
Lejos de brindar una respuesta favorable, el Consejo de Administración de CEOSP acusó que la carta de reclamo vecinal era «improcedente, maliciosa, tendenciosa, deshonesta y viciada de nulidad».
Las Federaciones de Cooperativas de Servicios Públicos, Face Córdoba y Fecescor, emitieron un comunicado para informar que desde el 1 de febrero, debido a la quita de subsidios por parte del Gobierno nacional, los usuarios se verían afectados por un aumento del 65% en hogares residenciales N1 y en un 90% para comerciantes y pequeños industriales.
Sin embargo, los vecinos acusan que en Villa Las Rosas los incrementos fueron superiores y comenzaron antes. Según afirman, el valor del kilowatt para nivel residencial Categoría 1 se duplicó en enero, al pasar de $44 a $88 el kWh, mientras que para febrero ya había subido a $141.92 el kWh, sin impuestos.
Al comparar con otras cooperativas vecinas, los pobladores reflejan, por ejemplo, que en la localidad vecina de Nono el valor del kWh es un 31% más bajo.
En concreto, comerciantes de Villas Las Rosas acusan que les están llegando boletas de más de 1 millón de pesos, mientras que en los hogares, las cuentas a pagar rondan entre los 50.000 y 100.000 pesos. «Es una problemática que nos atraviesa a todos y que afecta nuestro modo de vivir», afirma una vecina.
Los vecinos autoconvocados se declaran en estado de alerta y movilización, y continúan la junta de firmas -según el estatuto de la cooperativa, el 10% del padrón- para exigir una Asamblea Extraordinaria y que CEOSP de respuestas a las consultas vecinales.
«Basta a los aumentos desmedidos. No podemos elegir entre comer y pagar la luz. La electricidad es una necesidad básica. Y tienen que saber que somos socios, no clientes, y que queremos tener respuestas«, señaló una vecina que prefirió guardar el anonimato por temor a represalias.
* Por Ezequiel Luque para La tinta.