Comunidad cinéfila ¡esta es su semana!
El Cineclub Municipal Hugo del Carril y la revista La Vida Útil celebran, desde ayer y hasta el próximo miércoles, la 5ta Semana Mundial de la Cinefilia, una actividad cultural y educativa que reúne a cinéfilos de distintas partes del país -y del mundo- que convidarán “sus películas, sus ideas y sus historias con toda la comunidad cordobesa”.
La cinefilia, dicen desde la organización, no es otra cosa que pasión por el cine, por ver películas y hablar de ellas. “La cinefilia es romántica: cree que el cine es uno de los reservorios de la humanidad en donde pervive la nobleza, el sentido de lo colectivo y el placer. Unx cinéfilx pasa toda su vida levantando una casa donde cada ladrillo es una película, y aunque tiene la aspiración de terminarla, en el fondo sabe que siempre va a estar construida a medias, siempre le van a faltar paredes, pedazos de techo y aberturas. Es una casa que le brinda un poco de refugio pero lo mantiene a la intemperie. Por eso la cinefilia nunca puede ser una forma de evasión, de escape del mundo”, explican.
Hacemos una pregunta incómoda porque sabemos que la respuesta será interesante y necesaria: ¿sirve de algo ser cinéfilo hoy? A esto, Lautaro García Candela de La vida útil contesta que la cinefilia no sirve nada, solo para no salir y quedarse viendo películas, es decir, te arruina la vida, y también esa es su gracia. “Hablar de esta pasión en términos de utilidad sería caer en esa trampa relacionada a que las cosas tienen que servir para algo. Que es una trampa un tanto capitalista, por decirlo de alguna manera. Creo que la cinefilia encuentra su gracia en la posibilidad de ser inútil, en la posibilidad de ser gratuito, en la posibilidad de fundarse en una idea de placer. Y ese placer no implica un placer hedonista, sino que implica un placer del descubrimiento, de la investigación, del saber. Y a partir de la conexión con las películas, redefinir nuestra relación con el mundo. Para la cinefilia, el cine es el molde de la experiencia. Y entonces, creo, que aunque la cinefilia no sirve para nada, puede servir para muchas cosas. A la vez que implica una relación con el cine que, por momentos, puede ser muy conflictiva, por otro lado, también ofrece una especie de alivio y repregunta todo el tiempo sobre la relación entre el cine y el mundo”, señala García Candela.
Como indican en la invitación, la cinefilia es fundamentalmente una actividad social; no hay cinefilia posible si no hay otros con los que compartir la pasión y “marca un espacio de pertenencia”, explica Lautaro y concluye: “La Semana de Cinefilia plantea un modo de estar en el mundo compartido, con valores absolutamente disímiles entre unas personas y otras. Implica un amor al arte que no es común, porque en general la gente no dedica tanto tiempo al cine. Acá los que están en el centro son los que programan las películas porque queremos que nos compartan: sus películas, sus descubrimientos, sus ideas. Hay charlas, hay presentaciones, hay debates. Lo que puede generar esta semana es la posibilidad de pasar de ser público a ser comunidad… digo el público como una idea de alguien expectante (te sentás ahí, las cosas pasan adelante y no podés ser nada). El evento busca poner ese público en el centro de la semana y así plantear una comunidad”.
*Por Redacción La tinta / Imagen de portada: fotograma de la película Hands Across the Table (EE.UU., 1935).