Barto se consagró campeón de la regional Córdoba de la Red Bull Batalla
Por Gonzalo Reyes para La tinta
El sábado, se desarrolló la final de la Regional Córdoba de la Red Bull Batalla de freestyle. El cordobés Barto se alzó con el primer premio y es el nuevo campeón regional, tras imponerse en la final al salteño Alkoy. Y, en semifinales, quedaron el rosarino Nasir Catriel y el cordobés Mono Strong. Los cuatro MCs ganaron sus tickets para disputar la final nacional el 28 octubre 2023.
Cerca de 300 personas se acercaron al bar Hood para presenciar el evento, que fue transmitido en vivo a través de las cuentas de Red Bull.
En 2019, Mateo Palacios Corazzina, o sea, Trueno, ganó la final nacional de la Red Bull Batallas en un Luna Park repleto. El mismo Trueno que acaba de ser galardonado con el Gardel de Oro 2023. La industria musical rendida ante un joven artista que se cocinó en las plazas y campeonatos de freestyle, fenómeno que alcanzó su auge allí, en ese Luna Park lleno. De la Plaza al Luna, como un boxeador de los años 60 o 70. Del potrero a Primera. De Cemento al Monumental. Del under a los grandes escenarios. Una historia bien argenta.
Quizá algo de ese sueño, de ese camino del héroe nacional, merodeó los pensamientos de los 16 participantes de la Red Bull Batallas Regional Córdoba que se disputó este sábado en nuestra ciudad y que definió a cuatro clasificados a la gran Final Nacional 2023.
Barto, Alkoy, Nasir Catriel y Mono Strong serán quienes tengan la oportunidad de presentarse a la cita nacional y mostrarle al país su talento. Y también al mundo, ¿por qué no? Después de todo, Mecha, el campeón Nacional de 2022, salió de esta regional el año pasado, se coronó campeón argentino y terminó representando al país en la Internacional que se disputó en México. Como Mecha, Barto es cordobés y logró ganar esta Regional 2023. El rap del interior también quiere su espacio en las grandes ligas.
Sobre un círculo que dibuja el público, dos MC fluyen sobre el beat. “Vuelo como mariposa -solía decir Mohammed Alí- Pico como abeja”, repetía como mantra. Algo de eso hay en esta batalla de palabras y posturas. Formas y contenidos. Dureza y sutileza.
“Por eso mi rap es enorme / hoy vengo más guaso que cachetazo de Transformer / para que te informes / yo soy Maradona pateando de rabona el corner”.
Las batallas de freestyle son una mezcla de arte y deporte, un espectáculo musical y una competencia donde se expone y se valora un talento. Ese talento que les permite improvisar rimas sobre una base musical, combinar ideas, crear metáforas y contestarle a un rival que hace lo mismo, en espejo, como la sombra de un boxeador.
«Quedate pillo / no tengo ningún callo en la mano porque aprendí a pegar con los nudillos / esa es tu mierda, tibio de mierda / que no se aguanta una pelea mano a mano y pega con la mano abierta».
Peleadores y relatores al mismo tiempo, ambos contrincantes hablan de sí mismos o del rival para anotarse un punchline en un permanente fraseo a tempo, tan descriptivo como provocativo. Se trata de un fuego amigo que roza los límites, se mete con los cuerpos y la biografía familiar, pero, a la vez, refuerza identidad y expone las realidades urbanas de una parte de la juventud.
Bartolomé Arhia, o sea, Barto, crédito de Salsipuedes, le ganó la final a Alcoy y fue el mejor de esta competencia. Con 17 años, participará por segunda vez en la Final Nacional que se desarrollará a fin de año en el Movistar Arena de Buenos Aires. El salteño Ismael Julio Gómez, o sea, Alkoy, con 25 años, ya estuvo en una final Nacional en 2018 y supo ser finalista de la Regional Córdoba en ese mismo año.
Junto al rosarino Nasir Catriel, o sea, Catriel Díaz, y Mono Strong, o sea, Matías Peralta, ahora buscarán la gloria nacional en ese escenario que ya supo catapultar a otros freestylers de plazas y torneos de bares, como Wos, Londra, Duki, La Joaqui o Trueno.
Todos exponentes de la música actual que supieron improvisar y fluir con el rap, con el hip hop, es decir, con el germen de lo que hoy se escucha fuerte entre la juventud y marca la tendencia que la industria avala con premios y contratos.
Por Gonzalo Reyes para La tinta. Imágenes: Ezequiel Luque.