Que florezcan mil Yungas en cada club
Luego de una batalla legal a través del INADI y varios meses de dilaciones por parte de la Liga Cordobesa de Fútbol, Mercedes “Yunga” Fernández será la primera mujer trans en jugar el campeonato femenino de fútbol en la ciudad de Córdoba. En diálogo con La tinta, cuenta cómo fue la negociación, los argumentos biologicistas y los pedidos, como un vestuario especial. También habla de las otras pibas trans que están jugando en la provincia y sobre la democratización del goce deportivo para ellas.
Por Santiago Torrado para La tinta
“Sí, soy la primera de Córdoba capital, pero no la primera de la provincia. También a nivel nacional, están Mara Gómez, que juega en Estudiantes de La Plata, y Tiziana Lescano, que juega en Ferro, las dos en Primera. Y sé que, en Tucumán y Santiago del Estero, hay compañeras”, señala Yunga en diálogo con La tinta.
Según pudo reconstruir este medio, las negociaciones con la Liga Cordobesa de Fútbol (LCG) fueron dilatorias y discriminantes. El año pasado, a pesar de que Yunga tenía tramitado su DNI donde consta su identidad de género, y habiendo firmado la planilla del club General Paz Juniors, no pudo acceder al campo de juego. Las abogadas de la jugadora, Antonela Audisio y Julia Luna, contaron a La tinta cuál fue su estrategia: “Enviamos una carta documento y no dieron respuestas. Finalmente, Yunga no pudo participar del torneo en 2022. La Liga Cordobesa de Fútbol obstaculizó y retrasó la participación de Yunga, bajo el argumento de que se estaban asesorando con AFA (Asociación del Fútbol Argentino). Lo cierto es que no había limitación alguna o prohibición expresa para impedir la incorporación de una jugadora trans al fútbol provincial”.
“Consideramos que la mejor estrategia, por tratarse de un caso con fuerte contenido discriminatorio hacia la condición de género de Yunga, era iniciar un reclamo en el INADI, que es un organismo especializado para abordar estas problemáticas. Lo consideramos un paso previo y del tipo conciliatorio antes de empezar con una acción judicial. En este proceso, fue clave el diálogo con otros actores involucrados en la temática, que nos permitieron abordar este asunto de manera integral. Consideramos que fue un trabajo en conjunto con la Asociación Civil y Deportiva, y la subcomisión de género de General Paz Juniors”, enfatizaron.
Según cuentan sus representantes legales, la Liga no se presentó a la primera audiencia y, en la segunda, compareció el presidente de la Liga y su abogado defensor. “En esa oportunidad, logramos un acuerdo donde se comprometieron a garantizar la participación de Yunga en el torneo del año 2023”.
Una larga y tediosa lucha
Mercedes Fernández nació en Tucumán hace 32 años, se mudó a Córdoba para estudiar en la UNC y juega al fútbol desde siempre. Sobre su habilitación para jugar, Yunga destaca que “sienta un precedente, pero no aislado, sino que se inscribe en toda una serie de conquistas. Por eso, una de las reivindicaciones más importantes que venimos pidiéndole a la AFA es un acuerdo federal para no tener que pelear las incorporaciones de personas trans a las ligas región por región”, señaló.
La batalla por la ampliación de derechos para personas trans atraviesa todas las esferas de la realidad. El fútbol, deporte que históricamente ha sido patrimonio de la masculinidad, trastabilla ante la demanda de abrir las canchas a las disidencias. La construcción de otro fútbol, uno inclusivo, horizontal, multicolor, comienza con estos primeros goles en el arco de la norma heterocis.
A pesar de la audacia y de la exposición a la que se someten mujeres como Yunga en pos de acceder a su derecho a hacer deporte, hay un argumento presuntamente científico que no por manido y atrasado deja de utilizarse: la idea de la ventaja deportiva de las personas trans. A propósito de esto, Yunga cita a una compañera: “Como decía Marizol Jacobo, que juega en Santiago del Estero, ante las acusaciones de ventaja deportiva: ‘Entonces, que pongan una chica trans en cada equipo’”.
Yunga cuenta que ella también tuvo que desmitificar discursos biologicistas: “En mi caso, una de las cuestiones que más resalta es mi altura -mido 1,84-. Sin embargo, en Boca, hay una chica cis que pesa lo mismo que yo, mide lo mismo que yo, juega en la misma posición que yo -de hecho, juega mucho mejor que yo-, pero a ella nadie le dice que tiene ventaja deportiva”. Y añade: “Al final, la crítica contra los cuerpos trans en el deporte están solamente basadas en la idea absurda de que un varón cis tiene, por nacimiento, más fuerza que una mujer. Como si la musculatura y la fuerza no tuvieran que ver con el deporte, la práctica y el esfuerzo diario, sino una cuestión biológica”.
Cuando las negociaciones entre el INADI, las abogadas de Yunga y la LCF ya estaban avanzadas para permitir el ingreso de la jugadora, se produjo un evento insólito. “Casi toda la reunión se pasó discutiendo el tema de los vestuarios”, cuenta la deportista. Según las autoridades de la Liga, había que “re-acondicionar los baños”, porque en el club hay infancias que también van a jugar. “Eso es erróneo porque, si bien hay categoría sub 17 y sub 12, no compartimos vestuario ni jugamos a la misma hora. Según ellos, había que reordenar los espacios porque iba a haber una persona trans ahí”, señala.
Sobre esta solapada forma de discriminación, Yunga esgrime un argumento sólido de puro real. “Si la cuestión era que había que separar infancias de adultez, el reordenamiento no tendría nada que ver con que haya una persona trans –asegura-. Por ejemplo, también hay adolescentes en el vestuario de varones y no hacen el mismo planteo. Por otro lado, en los años que estuve acompañando a Juniors -desde afuera, porque no me dejaban entrar-, nunca vi que nadie se bañara en las instalaciones del club, porque las condiciones son muy precarias. No hay agua ni cortinas, ni condiciones mínimas para el aseo en los vestuarios, pero el problema es que haya una persona trans”.
Tras una larga y tediosa lucha, Yunga jugará, probablemente, como lateral en este 2023. Sus abogadas no esconden un dejo de orgullo y satisfacción por el resultado de este proceso de democratización del fútbol provincial.
“Es un precedente histórico en la ciudad de Córdoba. Yunga es la primera jugadora trans en disputar la Liga Cordobesa. Es una pionera que le puso el cuerpo y la cabeza a esta lucha, incluso con toda la exposición que implicó en los medios y redes sociales. Esto abre las puertas a la inclusión de deportistas trans en las ligas amateurs. Se garantizan, de este modo, el goce y ejercicio de dos derechos importantísimos, como son el reconocimiento y el respeto de la identidad de género autopercibida y el acceso al deporte”. También advierten que “estaremos alertas al cumplimiento del compromiso asumido por la Liga en relación al caso”.
*Por Santiago Torrado para La tinta / Foto de portada: Ezequiel Luque – La tinta.
