Suspenden el Mercado de Arte Contemporáneo y cientos de trabajadores de la cultura quedan en la nada
A días de su apertura, la Municipalidad de Córdoba suspendió -sin explicaciones y tras semanas de silencio- una de las ferias de arte más importantes del país. En vez de festejar los diez años de existencia, el MAC fue dado de baja desprolijamente y vulnerando los derechos de les trabajadores de la cultura de nuestra ciudad que denuncian faltas de respeto, vaciamiento y ninguneo en una gestión que parece destacarse por sus dinámicas verticalistas.
Por Redacción La tinta
Ayer, y a solo dos semanas de inaugurar, la Secretaría de Cultura y Juventud de la Municipalidad de Córdoba -a cargo de Mariano Almada- dio de baja la X Edición del Mercado de Arte Contemporáneo (MAC) atentando, una vez más, contra les trabajadores de la cultura.
Un equipo de productores, curadores, galeristas, diseñadores y artistas trabajan desde febrero y afirman que estaban listes para que todo fuera una fiesta. En medio de las polémicas y los millonarios montos invertidos en la Feria del Libro, el ejecutivo suspendió de un día a otro un evento de inmensa importancia para el campo del arte de Córdoba y la región.
Como dice Manuel Molina, uno de les curadores, en sus redes: “Kusturica, La Mona y nosotres, todes artistas. El problema no son los festivales al aire libre, ni el muralismo, ni las mega muestras internacionales. Allí también estaremos bailando. El problema es que se financia un sector a costa de la precarización de otro sector”.
El MAC fue posicionándose con los años como la segunda feria de arte más importante del país, generando encuentro de galerías de arte, curadores y artistas. Siempre fue un espacio valioso para productores locales y de toda la región, estimulando el consumo de obras a la vez que, al ser un circuito público y gratuito de circulación de arte, contribuyó a la formación de un público consumidor y cada vez más especialista.
El MAC no solo ha buscado acercar las artes visuales a públicos diversos, sino que también siempre ha sido fuente de trabajo para cientos de actores culturales, no solo galeristas, artistas o curadores. También para fleteres, montajistas, diseñadores, editores y hasta emprendimientos gastronómicos. Esta vez, elles se quedaron sin esa fuente de trabajo y hay un equipo curatorial dedicado al evento desde febrero que aún no cobró.
Desde la Municipalidad, dicen que no se trata de una suspensión, sino de una reprogramación. Pero lo cierto es que no hay fechas y que hoy quedaron en la nada 94 galerías de arte y proyectos de artistas: 32 de Buenos Aires, 31 de Córdoba, 9 de Santa Fe, 5 de Tucumán, 3 de Uruguay, 2 de Mendoza, 2 de Santiago del Estero, 2 de Salta, 2 de Perú, 1 de Chaco, 1 de Misiones, 1 de Río Negro, 1 de Portugal. Con pasajes comprados, estadías pagas y todo el entusiasmo de compartir y visibilizar lo que hacen. 370 artistas participantes. 83 profesionales involucrades. El daño económico y, por sobre todo, simbólico es inmenso, dicen en las redes muches de les involucrades que reciben con desconcierto y enojo esta decisión.
Lucas Di Pascuale es un reconocido artista cordobés, docente e investigador universitario. Iba a participar del MAC como expositor, galerista y desde la Facultad de Artes de la UNC con un proyecto de articulación que incluía estudiantes del último año de la carrera y egresades recientes. En comunicación con La tinta, dice que “lo más grave de todo, la peor consecuencia, es que esta cancelación de la feria está enmarcada en las políticas culturales que se llevan a cabo tanto en la Municipalidad como en la Provincia. Políticas que se hacen con gente que no tiene conocimiento ni proyectos. Políticas que se hacen sin dialogar con los actores ni con los productores de todo tipo que estamos implicados en la cultura. Por ende, es autoritaria, no escucha ni dialoga. Que decide cosas de acuerdo a las conveniencias que tiene el grupo que gobierna, pero que no actúa en función de las necesidades de los sectores, sino de las necesidades propias”.
Di Pascuale también explica que, en la propuesta del ejecutivo, se habla de reprogramar y hacer el mercado como una gran fiesta el próximo año, y, en relación a esto, afirma que: “Nosotros no necesitamos un festejo, lo que necesitamos es formar parte de las decisiones, de las políticas culturales. Y eso es algo que no sucede desde hace tiempo”.
Les curadores del MAC, convocades por la misma Municipalidad en enero de este año, expresan que estaban listes para el evento. Todes hablan de un boicot a la feria y del enorme perjuicio económico que representa. El clima es de bronca y tristeza.
Sofía Torres Kosiba, una de las curadoras, artista local e integrante de Hotel Inminente, dice que, desde que ingresó al equipo de trabajo, había ciertas incomodidades e improlijidades, y que nunca lograron conformar una mesa de trabajo multisectorial. “Siempre fue muy complejo sostener un diálogo porque es una gestión que tiene un desconocimiento total de lo que son las artes visuales y la cultura. Son personas que no vienen de una experiencia previa en cultura. Entonces, era complejo y las artes visuales tienen su propia especificidad, están llenas de capas, de lecturas muy sutiles”.
La artista hace hincapié en la dinámica verticalista con la que se manejan desde la Municipalidad: “Con el equipo curatorial, tuvimos solo dos reuniones con el secretario, donde nos hicieron una bajada muy vertical de todo lo que no les parecía. Lo que no entendían se sacaba del proyecto”. Y agrega que supieron a través de Faro (Asociación civil de galerías de arte de Córdoba) que, en la reunión del lunes pasado, el secretario de Cultura dijo que el MAC no se haría porque el Centro de Convenciones no estaba disponible, mientras se conocía que el espacio estaba reservado hacía meses: “A partir del 29 de octubre, con los días suficientes para hacer montaje y desmontaje con todo contemplado. Hay documentos donde está registrada esa reserva. La realidad es que no tenemos una respuesta, solamente la desidia y el desconocimiento. La incapacidad de trabajar en equipo y, menos que menos, de manera horizontal”.
Manuel Molina, artista visual, docente e investigador, fue otro de les curadores convocades. Expresa que siempre los mecanismos de comunicación fueron engorrosos y que llevaban muchas semanas sin respuestas. “Desde que empieza la Feria del Libro, a nosotros directamente no nos dan ninguna respuesta ni reunión por ningún medio, ningún canal de comunicación. Y cerrando la semana pasada, a dos semanas de la inauguración, nos dimos cuenta de que a esto no había forma de sacarlo a flote. Finalmente, en la reunión del lunes, el secretario de Cultura comunicó la decisión que fue tomada de manera absolutamente unilateral. La feria se cancelaba”.
El curador se refiere con firmeza al marco legal en el que se inscribe esta cancelación. “El secretario de Cultura está violando la propia ordenanza municipal (12.891) que establece que debería haber todos los años una edición de Mercado de Arte Contemporáneo”.
También apunta a que esta cancelación golpea en primer lugar a todo el equipo curatorial que trabaja desde principios de año y dice que una de las cosas que más les preocupa en este momento tiene que ver con que “todo el trabajo hecho todavía no se ha cobrado y no sabemos si lograremos cobrar, lo cual es tremendo”, a la vez que apunta la terrible afectación que tiene para todo el sector de galeristas, montajistas, sector hotelero, gastronómicos, etc. “Es un golpe a la cultura de Córdoba y no es un hecho aislado”.
Molina explica el carácter pedagógico con el que se había pensado la curaduría del evento: “La idea de la formación de variedad de públicos que se involucran. Había un programa pensado para niñes, otro para adolescencias y un programa de mediación pensado con accesibilidad. Y así para la ciudadanía en general”. Y reflexiona con firmeza: “Desaparece un evento propio del sector de las artes visuales que nos pone en contacto, que pone a dialogar, que abre y garantiza el derecho al acceso a la cultura para la ciudad de Córdoba. Ese caudal de personas visitantes interesadas, cercanas al arte, también recibe este golpe”.
Cecilia Richard, artista visual, joyera, docente y fundadora del Espacio Caelum, explica que los espacios artísticos habían concursado, que hubo una selección y que, muches como ella, ya habían pagado el valor del stand. Richard es contundente: “Quiero manifestar la profunda bronca y lo que ha significado que tomen esta decisión. Es una locura y habla del ninguneo y desentendimiento que tienen desde la Secretaría de Cultura de la Municipalidad, encargada de la organización en colaboración de la Agencia Córdoba Cultura. Municipalidad y Provincia tomando decisiones inoperantes, dejando fuera del diálogo a las personas involucradas como curadores y equipo de trabajo, quienes hacía desde febrero que trabajaban en esto y llevaban semanas sin respuestas a sus pedidos. estamos a dos semanas de la inauguración y sin tener noticias”. La joyera agrega que: “En una feria con 10 años de existencia y donde todos los productores, trabajadores del arte ponemos la expectativa, uno sabe que en esta fecha viene el mercado y es una instancia realmente significativa para lo que hace a la vida del campo del arte en Córdoba y la región. Lo que han hecho es gravísimo, pero habla realmente del lugar que se le da al arte, la cultura y, particularmente, a las artes visuales en Córdoba. Una se siente violentada, ninguneada, porque hay mucho puesto en juego, no solo el dinero de cada quien para poner en marcha desde obra, enmarcaciones, difusión hasta las expectativas y todo lo que genera un evento así tan importante para la comunidad y para el campo”. Mientras, relata que esta iba a ser la primera participación presencial de Caelum como espacio dedicado a la joyería contemporánea en el MAC, y la suspensión significa un gran perjuicio simbólico para les artistas del espacio.
Desde Unidad Básica Museo, mediante el artículo “Desprecio de la cultura” firmado por las artistas Carla Barbero y Emilia Casiva, expresaron que: “El desprecio que denunciamos es doble. Además de ser un implacable golpe económico al sector, en medio de una grave crisis nacional, con la cancelación se ha querido poner en duda la importancia de esta cita cultural. Si la feria no es la mejor de las políticas para ustedes, entonces creen otras, esa es su responsabilidad. Pero no hay otras. Hace años los museos no tienen presupuestos para generar programaciones solventes, no hay financiamiento para la producción de obras ni becas de formación, ni investigación, ni apoyo a los espacios autogestionados, ni planeamiento en la gestión de los patrimonios públicos, ni que hablar de la profesionalización de lxs funcionarios culturales. No hay un plan porque no hay una visión, porque el desinterés en las artes es total. Y saben qué, ¡no pasa nada! ¡Sale gratis! Nadie nunca responde por las crisis culturales de la segunda provincia más poblada del país. Nadie nunca se siente en la obligación, ni técnica, ni moral, ni política, de rendir cuentas por el impacto de sus decisiones o la falta de ellas. Se ha perdido toda señal de diálogo, de empatía e, incluso, de honradez. La voluntad de diálogo y de acción por parte del medio artístico siempre estuvo, demasiado pacientes fuimos”.
Faro es una asociación civil que nuclea a las galerías de arte de Córdoba y junto con la Fundación ProArte Córdoba eran co-organizadoras del MAC. Expresan el mismo desconcierto que curadores y artistas:
“Desde Faro, nos sentimos profundamente damnificados por esta resolución. Es una enorme pérdida para la cultura y la escena de Córdoba y de la región. La implicancia de esta decisión genera un enorme perjuicio económico para todos los actores que formamos parte de las artes visuales”.
Desde La tinta, estuvimos en comunicación con Luz Novillo Corvalán, miembro de la asociación, quien cuenta que el lunes presenció la reunión con Mariano Almada y Jimena Garzón. Reunión en la que quedó al descubierto que “no habían hecho nada para la producción de esta feria, absolutamente nada, ni siquiera estaban los paneles. Cuestiones mínimas y estructurales. Lo insólito es que esperan anunciar esto post Feria del Libro y a días de hacerse el MAC”.
Novillo Corvalán afirma que existe un descuido del sector y que “se subestimó el alcance que había logrado esta feria con una identidad y un posicionamiento no solo a nivel nacional, sino también regional”, siendo una feria que moviliza no solo al sector galerista.
“Imaginen lo que significa para cada galería a nivel producción, los tiempos de generar los proyectos, o sea, estamos hablando de eventos de gran escala y esto es lo que, con desidia y frialdad, descuida por completo la Secretaría de Cultura”.
Por último deja ver las dificultades -en las que todes coinciden- para trabajar con la gestión municipal: “Por la dificultad de poder trabajar junto con el Estado, nos hicimos asociación, para tener otro tipo de llegada y representatividad. Sin embargo, por más que Faro aparece como co-organizador, esto no es así. Nosotros no aparecemos ni siquiera en la Ordenanza. Tratamos de establecer mesas de trabajo conjunto como especialistas y no nos dieron cabida. Es algo insólito”.
El Mercado de Arte Contemporáneo iba a realizarse en el Centro de Convenciones de nuestra ciudad entre el 3 y el 6 de noviembre. Prometía un reencuentro del sector de las artes visuales tras dos años de pandemia y virtualidad. Prometía una celebración aniversario. Prometía ser una fiesta. Pero el lunes, cientos de trabajadores del sector quedaron desvinculades y la sociedad cordobesa sin la oportunidad de ser parte de un evento de tal magnitud.
*Por Redacción La tinta / Imagen de portada: Mercado de Arte Contemporáneo.
