Cultura en alerta, con buen pronóstico
Hoy, podría aprobarse el proyecto de ley que prorroga por 50 años las asignaciones que garantizan fondos para las actividades culturales. Desde las 10 de la mañana, el sector cultural se convoca en el Congreso. Un triunfo de la lucha sostenida por lxs trabajadorxs.
Por Inés Domínguez Cuaglia para La tinta
En diciembre de 2017, el Congreso Nacional impulsó y votó la modificación de los impuestos destinados a sostener las industrias culturales de nuestro país, fijando como fecha de caducidad el 31 de diciembre próximo. En consecuencia para ese entonces, el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), el Instituto Nacional del Teatro (INT), el Instituto Nacional de la Música (INAMU), las bibliotecas populares del programa CONABIP y los medios de comunicación comunitarios dejarán de recibir de manera directa esos fondos tributarios.
“Hoy, estamos a solo 6 meses del desfinanciamiento total de la cultura argentina, el acervo identitario y la pérdida de cientos de miles de puestos de trabajo. Las asignaciones específicas que están en peligro son el motor de nuestra cultura y se retroalimentan esencialmente de los recursos económicos que provienen de los impuestos que abonan los medios de comunicación, de los premios de la Lotería Nacional y de leyes como la “Ley de teatro” y la “Ley de cine”, entre otras. Es decir, no toca ningún interés por encima del derecho que le incumbe”, dicen desde Unidxs por la Cultura.
Pero el panorama no es tan gris, gracias a la lucha sostenida durante meses por el sector.
Hoy, se vota el proyecto de ley, presentado por el diputado Pablo Carro, que prorroga a 50 años las asignaciones que garantizan fondos de fomento para las actividades culturales.
«Lxs trabajadorxs de la cultura nos convocamos nuevamente para decir ‘No al apagón cultural’. Diputados: legislen a favor del pueblo», dicen y, de esta manera, invitan a una vigilia, hasta que sea ley, a partir de las 10 de la mañana en el Congreso de la Nación. «Estamos diciendo hasta que sea ley. Nos inspiramos en la forma de lucha, en el ejemplo que fue para nosotrxs la marea verde que fue por la calle y por dentro del Congreso. Para nosotrxs, la fortaleza está en la calle. Las asignaciones específicas ayudan a sostener lo que llamamos soberanía cultural. Nosotrxs creemos que hay que llenar la calle y hay que hacer mucha fuerza para presionar que se logre la votación de la ley. La expectativa está puesta en la cantidad de compañerxs que puedan apoyarnos en la calle, en las redes sociales, en distintos puntos del país», dice Javier Gabino del grupo contraimagen, integrante del Frente Unidxs por la Cultura y uno de los organizadores de la convocatoria de hoy.
Gabino explica, en comunicación con La tinta, que Unidxs por la Cultura nace a principios de este año. Es un frente integrado por trabajadorxs del área y más de 100 colectivos artísticos de todo el país dedicados al teatro, cine, música, medios comunitarios, incluyendo también a las bibliotecas populares. «Lo que nos agrupa es el punto de la no caducidad de los fondos de fomento, pero la lucha que estamos emprendiendo es de largo plazo», afirma y refuerza el carácter ‘a largo plazo’ de todo lo que se plantean como frente, ya que, si bien las acciones que vienen desarrollando tienen su origen en la campaña «Evitemos el apagón cultural», la idea es seguir organizadxs para lograr nuevas conquistas y frenar cualquier ataque a la cultura.
La palabra desde Córdoba
Unidxs por la Cultura es un frente federal, como ya dijimos, con participación de trabajadorxs de todas las latitudes del país. Desde La tinta, nos comunicamos con Daniela Goldes, parte del frente por nuestra provincia. Goldes puso a girar la palabra y posibilitó el contacto con Rodrigo Guerrero del Colectivo de Cineastas de Córdoba; Eric Muzart, presidente de APAC (Asociación de Productores Audiovisuales de Córdoba), y Verónica Rocha de RAD Delegación Córdoba (Red Argentina de Documentalistas).
Desde La tinta, les preguntamos cuál es la situación en nuestra región y qué expectativas tienen para hoy.
Daniela Goldes dice que lo que hoy sucede, lo que hoy se logrará si se aprueba la ley, es gracias al trabajo colectivo, a los espacios de militancia y afirma que: «En el mundo audiovisual, hay tres posibilidades: a través de películas se hace cultura, a través de películas se hace política y a través de las películas se hacen negocios. Cada uno sabe a qué le va dando prioridad. El Estado tiene que estar presente en los tres casos. Sacando el fondo de fomento, se consigue que la cultura quede sin posibilidades, que las misiones políticas no hegemónicas queden sin posibilidades y que a los negocios los hagan los que pueden y nadie más. Por lo cual, las industrias fuera de la capital, del AMBA, quedan sin ninguna posibilidad».
Rodrigo Guerrero nos cuenta que: «Esperamos que se apruebe el proyecto de Pablo Carro que extiende por 50 años más los recursos que otorgan fondos para el instituto del cine, instituto del teatro, de la música, las bibliotecas populares. Es muy importante que esto se extienda y continúe beneficiando las producciones. En el caso nuestro, lo audiovisual es una actividad muy costosa y depende fundamentalmente de estos fondos para existir. Para que haya una diversidad de miradas de producciones. Estamos en Córdoba, es fundamental que esto exista porque el nivel de producción no es tan grande; si bien se están haciendo producciones de mayor envergadura, la realidad es que producimos con ayuda de estos recursos. Si se cortara esta posibilidad de financiar, realmente sería catastrófico. Por eso es tan importante para el desarrollo de las regiones, de las provincias. Esperamos que lxs diputadxs voten a favor y podamos tener una sensación de mayor tranquilidad para seguir proyectando, continuar haciendo lo que tanto nos gusta y genera tantísimos puestos de trabajo. No hay que olvidar eso. Lo que está en riesgo es la diversidad de miradas. En este momento que se está priorizando o parece ser que la tendencia fuera producir con grandes plataformas de fondos privados. Justamente, se vuelve más necesario que existan estos recursos para garantizar la diversidad de miradas y la diversidad de historias en todo el territorio nacional”.
Eric Muzart expresa que “en una provincia como es Córdoba, en un sector bastante consolidado, creciendo año a año con legislación propia, lo que hay que destacar es la importancia de los fondos de fomento para todos los espacios. Entendiéndonos como un gran sector de la producción cultural y las industrias creativas. Los fondos para la producción audiovisual, yendo a lo específico, tienen una crucial importancia en el surgimiento de nuevas miradas, nuevas producciones con una mirada territorial, generando puestos de trabajo. También reproduciendo y representando identidades diversas en una perspectiva cultural plural y federal. Es difícil sostener esa producción de pequeñas o medianas empresas productoras o colectivos, incluso espacios de la economía social, sin la garantía del Estado. Ahí es donde hay que hacer hincapié: el Estado como garante de la cultura nacional, del acceso a los bienes culturales. Lo importante es pensar estos fondos como aquello que da continuidad a trayectorias de producción con cierta envergadura, pero también da lugar a lo nuevo, lo diverso, lo plural en todos los territorios”.
Verónica Rocha nos dice que esperan que el congreso esté a la altura de desactivar la caducidad de las asignaciones específicas a los fondos de fomento de la cultura a partir del 31 de diciembre de este año. Y que “da la sensación de que el gobierno anterior dejó un campo minado con líneas programadas para estallar, incluso después de que dejaron el gobierno. En este caso, si esos fondos caen, la alternativa es que el soporte de la cultura sea el mercado, que, a su vez, tiene el objetivo de maximizar ganancias. Desde RAD, defendemos el proyecto de extensión de las asignaciones específicas que dan sustento al fondo de fomento de la cultura porque entendemos que la cultura es lo que nos permite acceder a un sistema de valores y significados que facilitan las capacidades de ver, sentir y pensar la realidad. Es muy importante que el fomento a la cultura siga existiendo. En el caso de la producción audiovisual, teniendo en cuenta los procesos de tiempo de desarrollo, el fomento es fundamental porque, a la vez, garantiza que, desde todos los sectores, independientemente del poder adquisitivo, puedan acceder a producir, dirigir, guionar cine desde una perspectiva de sentido común democrático, diverso, federal, de género”.
La cultura es un derecho
“Un arte independiente, un arte que cuenta las historias que otrxs no cuentan, que da voz a quienes no tienen voz, de los medios comunitarios, de las bibliotecas populares como espacio para generar cultura. Necesitamos fomento porque la cultura es un derecho”, decía Mirta Israel al abrir la conferencia de prensa del 1 de junio, que realizó el Frente Unidxs por la Cultura, afuera del Congreso.
La cultura es un derecho adquirido y debe ser garantizado por el Estado sin ningún tipo de límite de tiempo.
La cultura no tiene tiempo de caducidad, se produce con mucho tiempo de planificación, a la vez que produce puestos de trabajo e ingresos económicos.
La cultura es trabajo.
La cultura es memoria y la memoria es lo que tenemos para construir y contar nuestra historia y nuestras identidades.
La cultura necesita un Estado presente que fomente desde las políticas públicas a la construcción de la soberanía cultural como la capacidad de tomar decisiones en forma autónoma e independiente para poder contar nuestras propias historias y mostrar nuestra diversidad cultural. Si los fondos que van a cultura se pierden a fin de año, ¿quién contará nuestra historia, quién hará nuestra música, nuestro teatro? «Poco a poco, nuestra voz se callará y solo recibiremos historias desde otros puntos del mundo, que son muy respetables, pero nosotrxs tenemos derecho a construir las propias”, afirman desde Unidxs por la Cultura.
Que sea ley.
*Por Inés Domínguez Cuaglia para La tinta / Imagen de portada: Natalia Bernades.
