Córdoba: detienen a mujer por tener dos plantas de cannabis para fines medicinales
Por Redacción La tinta
El 18 de octubre, la Policía de Córdoba llegó a la casa de Celeste y su familia para concretar un desalojo en un barrio popular del norte de la ciudad de Córdoba.
Con tres hijes a cargo, un oficio gastronómico autogestionado, su pareja desempleada recientemente y no exenta de la generalizada crisis económica y habitacional que atraviesa el país, la mujer, que tiene poco más de 30 años, se vio en la situación crítica de tener que quedarse en la casa donde alquilaba por no encontrar otra opción: era eso o la calle.
En el marco del operativo policial, los uniformados reconocieron dos plantas de cannabis que Celeste -nombre ficticio- tenía para crear cremas medicinales para ella y su padre. En ese mismo instante, la mujer quedó detenida y la fiscalía pidió una imputación por tenencia de estupefacientes con fines de comercialización.
Al día de la fecha, se encuentra con arresto domiciliario en la casa de su madre y afrontando una imputación que podrían alcanzar pena de hasta 15 años de prisión efectiva.
La investigación del fiscal de instrucción Sebastián Romero se encuentra en una etapa incipiente, ya le tomaron declaración indagatoria a la acusada y se ordenó una pericia química de los elementos secuestrados. La abogada Graciela Taranto solicitó este jueves la libertad de Celeste, marcando errores en el operativo y argumentando que no existe riesgo de fuga ni peligro de entorpecimiento en la causa.
En este contexto, desde la organización Feministas Cannábicas piden la difusión del caso y la colaboración para poder cubrir los gastos de representación legal. Para colaborar, se pueden hacer aportes solidarios al CVU: 0000007900243338794489 / Alias: PSMUCHINI.UALA
«Toda esta situación se dio porque el marido de Celeste perdió el trabajo semanas antes, por eso no pudieron pagar el alquiler en donde estaban. No es falta de voluntad. Hay problemas. La falta de acceso a la vivienda es real y a eso se suma, en este caso, la falta de acceso a la salud. Es clasista pensar que los sectores populares no usan la cannabis con fines medicinales como lo usa el resto del mundo», expresaron desde el colectivo a La tinta.
Cannabis medicinal, pero clasista
El desalojo y arresto se llevó a cabo al día siguiente de finalizar la Expo de la Cultura Cannábica más importante del país, donde muchísima gente fumó marihuana nada más y nada menos que en el predio de la Rural, incluso frente a funcionarios públicos. Pero en los barrios, en las provincias, la realidad es completamente distinta y totalmente injusta.
Desde Feministas Cannábicas, acusan que el caso de Celeste deja en evidencia las limitaciones prácticas de la Ley nacional N° 27.350 sobre el “Uso Medicinal de la Planta de Cannabis y sus derivados”, y el Registro del Programa de Cannabis (REPROCANN).
El sitio web caído durante largos períodos, profesionales que no quieren recetar, mercantilización de las consultas y prácticamente nulo acceso al REPROCANN en la salud pública hacen que miles de usuarixs de cannabis medicinal no puedan registrarse y hacer valer su derecho sin exponerse a la criminalización y persecución.
«No hay profesionales en la salud pública que se registren. Sí o sí uno tiene que pagar y las consultas arrancan desde los 3.500 pesos hasta los 300 dólares, y a una piba que tiene tres hijos y que está en una situación de desalojo no le sobra esa plata como para hacer el REPROCANN (…) Las personas de escasos recursos tienen dificultades para poder acceder a ese derecho, como tal vez sí pueden hacerlo personas con mayores recursos económicos», expresaron integrantes de Feministas Cannábicas a este medio.
El reclamo es claro: el derecho al autocultivo del cannabis medicinal se ve obstaculizado por falta de soluciones por parte del Estado, la cannabis es una posibilidad de mejor calidad de vida y son los gobiernos los que deben adjudicar los recursos necesarios y garantizar el acceso a este derecho conquistado con la lucha del movimiento cannábico.
* Por Redacción La tinta. Ilustración de tapa: Re Bicha.