Movimientos populares acuerdan plan de acción con el Papa Francisco
El Tercer Encuentro de Movimientos Populares se llevó a cabo en el Vaticano entre el 2 y el 5 de noviembre con la participación de 170 delegados de 65 países. Los principales ejes de análisis y debate fueron Tierra, Techo y Trabajo.
Durante los cuatro días de desarrollo del encuentro, referentes de diversos movimientos populares del mundo participaron llevando sus realidades, luchas y reivindicaciones a las instancias generales de debate. El evento contó con la participación de referentes mundiales como José Mujica, Vandana Shiva, João Pedro Stédile, entre otros.
En consonancia con sus declaraciones desde que asumió al frente de la Santa Sede, el Papa Francisco criticó duramente al capitalismo y pronunció las mismas exigencias que los movimientos sociales vienen sosteniendo desde hace más de treinta años: “Las tres T, ese grito de ustedes que hago mío, tiene algo de esa inteligencia humilde pero a la vez fuerte y sanadora. Un proyecto-puente de los pueblos frente al proyecto-muro del dinero. Un proyecto que apunta al desarrollo humano integral”.
El esquema del encuentro estuvo planeado de acuerdo a la doctrina social de la iglesia. En el primer encuentro se dedicaron a ver y conocer; en el segundo a juzgar y elaborar un diagnóstico; y en el tercero a actuar. Por esto último, la metodología del tercer encuentro se esforzó en los análisis, los diálogos y la síntesis que dieron lugar al plan de acción que presentaron al Papa los representantes de los movimientos populares.
João Pedro Stédile, del Movimiento sin Tierra de Brasil (MST) en su intervención al dar inicio al encuentro, dijo que “nos encontramos ante un capitalismo que expresa el atraso, la explotación y la expulsión” y que el “”el planeta está siendo agredido por el capital que se ha apropiado de la naturaleza, privando de la misma a los seres humanos”.
Durante su discurso, Stédile emplazó a delegados y delegadas a discutir nuevas formas de política popular: “El sistema democrático burgués de la Revolución francesa ya no funciona más. El pueblo ya no consigue ejercer su capital político a través del voto. Más que nunca precisamos seguir el debate y formular propuestas alternativas a los problemas que la humanidad está enfrentando”.
El cierre del encuentro fue mediante el discurso del sumo pontífice, quien nuevamente criticó al capitalismo y a sus formas: “¿Quién gobierna entonces? El dinero ¿Cómo gobierna? Con el látigo del miedo, de la inequidad, de la violencia económica, social, cultural y militar que engendra más y más violencia en una espiral descendente que parece no acabar jamás. ¡Cuánto dolor, cuánto miedo! Hay un terrorismo de base que emana del control global del dinero sobre la tierra y atenta contra la humanidad entera. De ese terrorismo básico se alimentan los terrorismos derivados como el narcoterrorismo, el terrorismo de Estado”.
Jorge Bergoglio hizo una especial mención a las democracias representativas del mundo y el pueblo organizado por fuera de ellas: “La brecha entre los pueblos y nuestras formas actuales de democracia se agranda cada vez más como consecuencia del enorme poder de los grupos económicos y mediáticos que parecieran dominarlas. Los movimientos populares, lo sé, no son partidos políticos y déjenme decirles que en gran medida en eso radica su riqueza, porque expresan una forma distinta, dinámica y vital de participación social en la vida pública. Pero no tengan miedo de meterse en las grandes discusiones, en Política con mayúscula.”
Conclusiones y propuestas
El primer día tuvo lugar el debate sobre Pueblo y Democracia donde después de largas discusiones, se llegó a la conclusión que nos encontramos en un contexto marcado por una transformación o mutación social en el que la lógica capitalista se ha extendido también a la acción política.
“El individualismo, la centralidad del lucro y la ganancia se han insertado en las organizaciones políticas dejando cada vez menos espacio a los movimientos populares y alejando la administración pública de los intereses del bien común”, señalaron. Reafirmaron que las llamadas democracias representativas no representan a los pueblos por lo general y sí a las élites corporativas y al capital. Con enorme preocupación, denunciaron que en la actualidad sucede una crecida represiva por parte de los Estados donde tienen lugar la persecución política, la represión de las luchas sociales y los asesinatos impunes en manos de los gobiernos.
Al momento de hablar de Territorio y Natulareza, la filósofa y ecofeminista Vandana Shiva remarcó que somos tierra y que no estamos separados de ella. “Los poderosos construyeron una separación, lo que yo llamo ecoapartheid, en nuestra conciencia y en la realidad creando personas sin casa y sin tierra. La revolución es volver a nuestra casa común, la Tierra, como dice el Papa. Pero una vez en casa debemos respetarla”.
Las conclusiones presentadas sobre el eje Refugiados y Desplazados, apuntaron que el escenario de crisis global de este siglo responde al afán de maximizar el lucro y el capital por parte de las empresas multinacionales que gobiernan el mundo y que provocan el saqueo y expoliación de los bienes comunes. Sostuvieron que “quienes se ven imposibilitados de acceder a tierra, techo y trabajo se ven obligados a migrar, a refugiarse en otras tierras, buscando un destino donde tener una vida digna”.
Nadie sin Tierra. El foco estuvo puesto sobre la concentración de la tierra en manos del capital. En las conclusiones sobre el eje, los representantes acordaron que “la ofensiva que sufrimos por parte del capital en contra de la agricultura campesina e indígena tiene como consecuencia el acaparamiento y concentración de tierra, el patentamiento de las semillas y la objetivación de bienes comunes como el agua, los cerros y los bosques. Debemos rechazar las políticas que no respetan y envenenan la tierra y al ser humano”.
Entre las propuestas de acción, sobresalieron las referidas a la resistencia a la expulsiones en general, tanto de los campesinos de sus tierras como de las familias de sus hogares.
“En esta resistencia, rechazamos la ayuda extranjera que no respeta el conocimiento local, las culturas del pueblo y sus modos de vida (…) Demos luchar contra la extranjerización y acaparamiento de la tierra.. Debe ser de propiedad colectiva y se debe garantizar el cumplimiento de su función social que es alimentar y dar vida al pueblo”.
El acceso al techo. Ante el enorme problema habitacional en el mundo, el gran acuerdo al que llegaron sobre este punto entiende a la vivienda como un derecho. Destacaron que la vivienda cumple una función social que no debe constituirse jamás como una mercancía y su finalidad no debe ser nunca el lucro y la especulación. Además se replantearon las políticas de erradicación de asentamientos informales (villas, fabelas, etc.) y se avanzó hacia la urbanización de las barriadas populares como así también hacia la implementación de políticas de integración urbana.
Entre la gran cantidad de definiciones sobre qué hacer, sobresalió la profundización en las legislaciones de todos los países para que la vivienda sea un derecho humano inviolable, donde la tenencia de la tierra sea regularizada y se garantice el acceso al hábitat digno. También se hizo hincapié en que el diseño y modelo de las viviendas deben atender a la cultura de pueblos y la generación de comunidad al interior de los territorios.
Trabajo y derechos para los trabajadores. Ante la pérdida de derechos laborales y sociales en esta nueva etapa y la creciente explotación y precarización a escala mundial, el trabajo ya no es ni significa lo que antes sí. Como conclusión del Eje Trabajo se planteó un cambio de paradigma en el que ya no se hable sólo de “empleo” sino y necesariamente de “trabajo digno”. A esta construcción se llegó de la mano de los movimientos populares que aglutinan a trabajadores de la economía popular y social, a los expulsados y excluidos que han buscado herramientas para poder acceder al trabajo y a la conquista de sus derechos correspondientes.
Entre las propuestas para el documento final, las más importantes tienen que ver con la lucha que vienen llevando adelante varias organizaciones de Argentina, tal es el caso de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP). Los acuerdos giraron en torno al reconociendo de los trabajadores de la economía popular para el acceso a derechos laborales, la implementación de un salario social complementario para los trabajadores de la economía popular y trabajadores de base, y la necesidad de fortalecer los vínculos e iniciar un diálogo y colaboración con los sindicatos tanto a nivel local como internacional.
Link discurso completo del Papa de la página oficial del evento.
