El #AbortoLegal obtuvo media sanción en la Cámara de Diputades
Nos encontramos nuevamente en las calles en una larga vigilia. Durante más de 18 horas, se trató en la Cámara de Diputades la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Con 131 votos a favor, el eco de la lucha feminista inundó el recinto y ganó las calles.
Por Redacción La tinta
Jueves 10 de diciembre, 40 grados en la ciudad de Córdoba. Desde las 18, las calles se llenaron de pañuelos verdes y de la esperanza de que, esta vez, sea ley. El Bv. San Juan y la Av. Vélez Sarsfield fue una fiesta.
El sol no da tregua. Nos cobijamos en los pañuelos, mientras nos reconocemos entre barbijos, alcohol y distanciamiento. Aunque en estos tiempos hubo diversas actividades, para muches es la primera vez que nos vemos luego de meses. Estamos ahí, también en este tiempo distópico. En nuestro recorrido a pie, en bondi, en bici, nos cruzamos con alguna bandera celeste, unas cruces y muñecos que representan, muy aisladamente, al fundamentalismo antiderechos.
El asfalto arde. Los pañuelos se levantan. “¡Azo azo azo, se viene el pañuelazo!”. Estamos las socorristas, les pibxs y les que sostienen hace 15 años la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Estamos las promotoras, les profesionales por el derecho a decidir, les de las barriadas cordobesas, les docentes y los varones trans. Estamos quienes nos organizamos y quienes encontraron en el movimiento feminista la potencia para crear nuevos mundos.
A las 19, se anunció por micrófono el inicio de la vigilia. Se montaron dos pantallas para que la marea pueda seguir la transmisión del “debate” de la cámara baja.
Con los cuidados por la pandemia, tratamos de mantener nuestros rituales, el glitter, las caras pintadas y el agite. El termómetro marca 38.8° a las siete de la tarde. En 2018, no nos paró el frío; anoche, no nos pararía el calor. Somos históricas y estamos de nuevo en las calles, que nunca dejaron de ser nuestras.
Con los pañuelos en alto, un eco se extendió por la ciudad: «¡Aborto legal en el hospital, aborto legal en cualquier lugar!». Las bengalas verdes se encendieron y un pañuelazo opacó las pantallas donde se proyectaban las voces de les diputades. La temperatura no aflojó y la gente siguió llegando. Ahí nos quedamos, la ola verde ganó hace tiempo el escenario público.
La lucha es transgeneracional: les pibitas, les medianas y les viejes nos abrazamos en el encuentro de una emoción que espera hacer realidad, de una vez, esta deuda histórica.
Seguimos escuchando a les legisladores cordobeses. La mayoría no sólo no están a la altura de las circunstancias, sino que escupen sus prejuicios patriarcales. Quizá no esperábamos demasiado, pero siempre tienen la capacidad de sorprendernos.
Nos dicen que la votación será al amanecer, seguiremos en esta vigilia verde que se extiende.
Los aplausos no tardaron en llenar la noche en cada pañuelazo y en cada argumento por el aborto legal.
También los abucheos y la bronca cada vez que escuchábamos los relatos de diputades cordobeses, que recuerdan la expresión de la Córdoba conservadora y mezquina.
No nos frustra y no nos detiene.
Desde distintos puntos del territorio cordobés, las feministas estuvimos en vigilia. Desde las Sierras Chicas, Alta Gracia y Paravachasca, Villa María, Traslasierra, Río Cuarto, se hilvanaron los cantos que nos aúnan en un mismo colectivo, con todas las diversidades: «Alerta, alerta, alerta que camina, la lucha feminista por América Latina».
Entre las ráfagas de viento que llegaron en la madrugada, con 131 votos a favor la Interrupción Voluntaria del Embarazo, se logró media sanción en diputades, luego de más de 20 horas de escucha y atención. La alegría y la fiesta primaron en una vigilia donde gritos, llantos, abrazos, mensajes han ido y venido toda la noche. Amaneció verde y ahora se nos anuda en todo el cuerpo la esperanza, para que diciembre termine con una deuda histórica saldada. Que sea Ley.
* Por Redacción La tinta / Imágenes: La tinta
