Luis Arce: en Bolivia no permitiremos “presiones ni amenazas de ninguna naturaleza”
El nuevo gobierno boliviano asumió luego de arrasar en las elecciones presidenciales y derrotar al régimen de facto. Para hoy, se espera el retorno de Evo Morales al país.
Por Redacción La tinta
Luis Arce y David Choquehuanca asumieron ayer el gobierno de Bolivia, luego de un rotundo triunfo en las elecciones presidenciales, donde la dupla del Movimiento Al Socialismo (MAS) obtuvo más de 55 por ciento de los votos. La gestión de la crisis que atraviesa el país será la prioridad para los ex ministros de Evo Morales, que llegan al Palacio Quemado después de casi un año de un régimen de facto, encabezado por Jeanine Áñez, que intentó privatizar las empresas públicas, ordenó recortes drásticos al gasto público, exacerbó la discriminación contra los pueblos originarios, reprimió las protestas y desatendió por completo la pandemia del coronavirus.
En su discurso de asunción, Arce rindió tributo a los héroes y mártires del pueblo “que recuperó su democracia”. Luego del golpe de Estado contra Morales, se “sembró la muerte, el miedo, la discriminación y gran cantidad de detenidos y exiliados, con funcionarios que usaron la pandemia de la COVID-19 para prorrogar al régimen y postergar unas elecciones democráticas”, expresó el ahora mandatario.
“La persecución y criminalización desatada por el régimen en contra de dirigentes del MAS-IPSP y de los movimientos sociales, en contra de mujeres y hombres humildes del pueblo, se tradujo en muertos, heridos, encarcelados, perseguidos, asilados y exiliados”, afirmó. Arce indicó que las masacres de Sacaba, Senkata y el Pedregal, cometidas por la administración de facto, “son una prueba irrebatible de la brutalidad del régimen, pero también son símbolos de dignidad y resistencia”.
Arce criticó al régimen de Áñez por destruir los logros económicos del gobierno constitucional de Morales, además de que los golpistas estigmatizaron a los movimientos sociales de campesinos y obreros.
“Hoy, nuestra economía nacional está en medio de una recesión profunda. En la actualidad, se tiene caída del producto interno bruto del 11,1 por ciento, según el dato publicado por el INE al segundo trimestre de este año –explicó-. Nuestro país pasó de liderar el crecimiento económico de Sudamérica durante seis años, en el periodo entre el 2006 y noviembre del 2019, a presentar la caída más fuerte de la economía en los últimos casi 40 años”.
El presidente boliviano dijo que su objetivo es dar “continuidad a la construcción de una economía plural y diversa, que recupere y fortalezca y promueva todo el potencial que tenemos, iniciativas y capacidades de Bolivia, desde lo comunitario de los pueblos originarios y campesinos, lo estatal, privado, cooperativo y de la amplia diversidad natural y cultural”.
Arce expresó que, durante meses, en el MAS, “hemos planificado una serie de acciones para activar nuestra economía y se ha tomado la dinamización de la demanda interna. Tenemos grandes proyectos que vamos a poner en marcha gradualmente en los próximos meses, cumpliendo así nuestro compromiso de campaña con el pueblo, porque día que pasa sin tomar acción es día que se complica la situación de Bolivia”.
Sobre la política exterior de su gobierno, Arce ratificó a Bolivia como nación soberana y no alineada, y señaló que su administración rechazará cualquier forma de supremacía por parte de otro Estado y no permitirá “presiones ni amenazas de ninguna naturaleza”.
“Reivindicamos la integración sur-sur en un mundo globalizado en el que no se impongan designios desde el norte. Propugnamos la unidad política de la diversidad de América Latina y el Caribe. La CELAC es la mejor vía para conquistar tan noble e histórica causa”, estimó el presidente. “Volvemos a hacer nuestra la resolución de la CELAC en 2014, cuando declaramos a América Latina y el Caribe como un territorio de paz –apuntó Arce-. Levantamos la bandera de la diplomacia de los pueblos por la vida y de un mundo sin muros. Debemos poner fin a todo aquello que nos impide reconocernos como iguales, como hermanos”.
“En la subregión, planteamos la recuperación de la Unasur como espacio de integración y mecanismo de concertación política en la que nos encontremos todos, independientemente de la orientación política de los gobiernos”, propuso Arce.
“Nuestro gobierno buscará vivir en paz y democracia, en defensa de los derechos políticos y civiles para nuestra patria”, aseveró el mandatario, que agregó: “No olvidaremos los anhelos de quienes se han visto tan afectados en este año fatídico, marcado por el golpe a la democracia y por esta cruel pandemia. Sus rostros, sus voces, su cariño y esperanza estarán siempre presentes hoy conmigo y me acompañarán en todo momento durante los siguientes próximos cinco años».
Por último, Arce afirmó: “Por mandato de ustedes, queridos hermanos, asumo con mucha humildad y responsabilidad la presidencia del Estado plurinacional. Miro el pasado, todo lo que vivimos y superamos, levanto mis ojos y veo que una Bolivia mejor es posible con la participación y el trabajo de todos los bolivianos. Caminemos en paz, lado a lado, para lograrlo. Vamos a salir adelante”.
Por su parte, al asumir como vicepresidente, Choquehuanca llamó a consolidar un sistema judicial independiente. El también titular de la Asamblea Legislativa Plurinacional dijo que “la justicia tiene que ser verdaderamente independiente. Pongamos fin a la intolerancia, a la violación de los derechos humanos y de nuestra madre tierra”. Choquehuanca instó a superar el racismo, el odio y la discriminación, y demandó que no se judicialice la política: “El poder tiene que circular, así como la economía se tiene que redistribuir y tiene que fluir como la sangre”.
Choquehuanca también reflexionó que “los pueblos de las culturas milenarias, de la cultura de la vida, mantenemos nuestros orígenes desde el amanecer de los tiempos remotos”. A esto, agregó: “Hoy, Bolivia y el mundo vivimos una transición que se repite cada 2.000 años. En el marco de los ciclos de los tiempos, pasamos del no tiempo al tiempo, dando inicio al nuevo amanecer, a un nuevo Pachakuti en nuestra historia”. Para el vicepresidente, “los bolivianos nos miramos a todos iguales y sabemos que unidos valemos más, estamos en tiempos de volver a ser Jiwasa: no soy yo, somos nosotros. Jiwasa es la muerte del egocentrismo”.
“Estamos en tiempos de recuperar nuestra identidad, nuestra raíz cultural, nuestro sake, tenemos raíz cultural, tenemos filosofía, historia, tenemos todo, somos personas y tenemos derechos –indicó Choquehuanca-. El nuevo tiempo que estamos empezando será sostenido por la energía del ayllu, la comunidad, los consensos, la horizontalidad, los equilibrios complementarios y el bien común”.
Para el ex canciller, “el nuevo tiempo significa escuchar el mensaje de nuestros pueblos que viene del fondo de sus corazones, significa sanar heridas, mirarnos con respeto, recuperar la patria, soñar juntos, construir hermandad, armonía, integración”.
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La asunción del nuevo gobierno boliviano estuvo acompañada por miles de personas que se movilizaron a La Paz, además de que al país arribaron decenas de delegaciones internacionales. El presidente argentino, Alberto Fernández, que viajó a Bolivia, se reunió con Arce, quien luego declaró que ambas administraciones impulsarán “el trabajo coordinado y de cooperación solidaria”, que “beneficiará a nuestros pueblos”. Por su parte, Fernández expresó que ayer fue un día muy importante, porque “Bolivia recupera la democracia”. “Se termina la pesadilla que duró un año exacto –expresó el mandatario argentino-. Estoy muy contento de estar acá y de que el pueblo boliviano se haya expresado y que tengamos autoridades legítimamente constituidas. Todo mi amor, todo mi cariño y todo mi compromiso con el pueblo de Bolivia”.
Para hoy, se espera que el ex presidente Evo Morales arribe a Bolivia a través de la ciudad fronteriza de Villazón, luego de tener que exiliarse primero en México y posteriormente en Argentina.
*Por Redacción La tinta / Foto de portada: Alba TV