Tarde Marika: «El drag es profesión, arte y deseo»
Por Julieta Pollo para La tinta
En el marco del Día Internacional del Orgullo LGBTIQ+, el colectivo de Drag Queens y Drag Kings Tarde Marika realizó una nueva Lectudrags, en versión streaming, junto al Centro Cultural España Córdoba. A través de su militancia lúdica y disidente, las Lectudrags proponen recuperar textos inspiradores, que interpelan y movilizan a conocer otras vivencias, existencias y resistencias.
Vibrantes de orgullo y aún estremecidxs por los hechos de violencia que se vivieron ayer, cuando un grupo de personas antiderechos y homo-lesbo-transodiantes bajaron -entre insultos y golpes- la bandera de la diversidad izada en el Parque Sarmiento, conversamos con Betty LaCueva sobre la importancia de insistir en las luchas históricas e incipientes del colectivo: «El orgullo es un acto político tremendo porque, lamentablemente, todavía no vivimos en una sociedad donde todas tengamos los mismos derechos y oportunidades».
Espléndidamente montadas, las vimos devorar la ciudad a cada paso, convirtiendo las calles en pasarelas e invitando a acercarse con un abanicar de pestañas. La integrante de Tarde Marika contó a La tinta de qué va el Drag y aseguró que la única regla para draguearse es, precisamente, la ausencia de reglas: se trata de entregarse al juego y borrar las fronteras de género impuestas, con la audacia de ser unx mismx el primer objeto de arte a crear, como diría Marlene Wayar.
—¿Cómo surgieron las Lectudrags?
—Creo que, como la mayoría de las cosas de Tarde Marika -como la mismísima Tarde Marika-, surgió casi por accidente. En algún evento, pensamos que sería simpático hacer lecturas que inviten a la reflexión, que no necesariamente hagan hincapié en la lucha de la disidencia, sino que se conozca que hay otros textos, otras realidades, otrxs autorxs que reflejan otras vivencias y experiencias, y está bueno que se hagan conocidas o más masivas si ya lo son. Desde Tarde Marika, consideramos que hablan de cosas que importan, que son textos que sirven e inspiran, que hacen ruido, que te hacen pensar en otras vivencias.
Y no solo textos literarios: en la última Lectudrag, que fue el fin de semana en el Centro Cultural España Córdoba, Santa Rita leyó la letra de una canción que se llama «Súper Travesti» que, si te detenés a escuchar, es contundente. También leímos textos de Camila Sosa Villada, no solo de sus libros, sino también de sus posteos en redes que nos resultan muy buenos… ella tiene una cabeza brillante y muy poética en cuanto a militancia, a sus propias experiencias y a lo que piensa de un montón de cosas que suceden.
Hicimos Lectudrags infantiles, eróticas, por la semana del orgullo… siempre jugando y educando en esto de la disidencia. Une otre que también tiene deseos, sentimientos y a quien le atraviesa el cuerpo un fuego que es el mismo que le atraviesa a todo el mundo, cómo lo experimenta, cómo lo vive, cómo lo puede desarrollar. Leemos estas historias porque sabemos que a alguna persona, aunque sea una, le llega.
—¿En qué Lectudrag participaste como narradora y por qué te pareció interesante?
—Yo estuve en un par de Lectudrags orientadas a la infancia, una lectura más fácil y con un mensaje mucho más claro, que me hace sentir muy cómoda. Elegimos cuentos para niñes del tipo príncipes que se casan con príncipes, princesas que deciden ser otra cosa, y así. Me parece necesario porque creo que nadie nace siendo homofóbico, homoodiante o transodiante. Eso se enseña, eso se aprende. Somos nosotres, les mayores, quienes seguimos con los prejuicios y paradigmas que ya están muy obsoletos. Todxs somos la diversidad… todxs somos diferentes (…a dior gracias, ¿no?).
—¿Qué es el Drag? ¿Cualquiera puede draguearse?
—Drag, para mí, es una profesión, un arte y un deseo, un querer hacer. Es animarse a jugar, a experimentar, a borrar un poco las barreras del género, es tener ganas -porque quien no tiene ganas, está perfecto también-. Cualquiera puede draguearse. Muchas nos preguntan: “Soy mujer, ¿puedo ser drag?». Sí, podés hacer lo que quieras. Si es un hombre que quiere acentuar sus atributos masculinos, también.
Tarde Marika nació con ese espíritu, abrir al público, decir: “Vení, experimentalo. Si te va, perfecto, y si no, también”. Nadie te va a decir qué hacer ni cómo hacerlo, que uses tal peluca o estos zapatos: drag puede ser quien quiera con los recursos que tenga. Está todo permitido porque la única regla del drag es que no hay reglas. Le drag no es solo quien está en el escenario, intocable. Drags podemos ser todxs. Parafraseando a Rupaul, “nacemos desnudos y el resto es drag”. Porque, cuando yo voy a trabajar a la oficina de lunes a viernes, me pongo un pantalón, una camisa, y es un poco draguearse porque no sé si eso me representa al 100%. Tampoco un vestido de mujer, porque no busco ser mujer. Se trata de exacerbar estas características socialmente aceptadas como masculinas o femeninas e iniciar una búsqueda desde ahí.
—¿Cuál es la propuesta de Tarde Marika?
—Somos un grupo de artistas disidentes y militantes. Nosotras no nos alineamos con ninguna cuestión partidaria, pero tenemos una militancia que es muy lúdica: explorate, conocete y, de ahí, elegí qué querés hacer. Es apostar por la libertad de cada une, apostar por lo que cada une quiere hacer. Es accionar. Incitar a la gente que está caminando por la plaza, que tal vez ni se le ocurre, y, de pronto, se acerca, charla, conoce, comparte o no.
—Recuerdo un desfile que hicieron en pleno Bv. Chacabuco: bajo los palos borrachos, pasarela, glitter y tacones. ¿Por qué está bueno salir al espacio público a mostrar lo que hacen?
—Somos un grupo de 19 dragas: vernos es todo un mundo. Que salgamos al espacio público es decir “Existimos”. Hay otras realidades, véannos y conózcannos porque no nos vamos a ir a ningún lado… por más que bajen la bandera del Parque Sarmiento. Cuando hicimos esa runway en Bv. Chacabuco, me acuerdo que nosotras nos tuneamos y tuneamos a la gente en la sala de arte Bastón del Moro: nos vestimos, nos maquillamos y, después, pasarela en el Boulevard. Quien vino a la Tarde Marika experimentó eso y pudo salir a la calle acompañada y contenida con un grupo en el que estamos todas juntas y donde no nos va a pasar nada. Fue darle a otra persona esa posibilidad.
—¿Por qué decimos que el Orgullo es un acto político?
—Es un acto político tremendo. Orgullo LGBTIQ+ porque, lamentablemente, todavía no vivimos en una sociedad donde todas tengamos los mismos derechos y oportunidades; falta educación sexual integral, falta una ley de inclusión laboral trans real, por más leyes que tengamos siguen habiendo hechos de violencia: homoodio, lesboodio, transfobia, transfemicidios. Hay muchas que la están pasado muchísimo peor que nosotras y abogamos por un cambio para todas, empezando por donde podemos empezar: aportando un granito de glitter para que seamos todas un poco más iguales y felices.
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Podés enterarte de los próximos Lectudrags y de otras actividades de Tarde Marika en su cuenta de Instagram o Facebook. Ayer, Día Internacional del Orgullo LGBTIQ+, compartieron:
*Por Julieta Pollo para La tinta. Fotos: Dani Brollo y Tarde Marika.