Taylor Swift se mete en la carrera presidencial

Taylor Swift se mete en la carrera presidencial
16 septiembre, 2024 por Gonzalo Fiore Viani

Taylor Swift entra en la arena política al respaldar a Kamala Harris para la presidencia, justo después del debate entre la actual vicepresidenta y Donald Trump. La controversia generada, incluyendo las críticas de figuras de la ultraderecha como Elon Musk, sugiere que el impacto del apoyo de Swift ya se está sintiendo en la campaña.

Taylor Swift causó un terremoto en la arena política al respaldar a Kamala Harris en la carrera presidencial, justo después del primer ―y probablemente único― debate entre la actual vicepresidenta y Donald Trump. Este apoyo es significativo por varias razones y aquí desglosamos por qué podría ser un factor crucial en la contienda electoral.

Primero, el respaldo de Swift es un movimiento estratégico calculado tras meses de expectativa. En su publicación en Instagram, Swift no solo mostró su apoyo a Harris y a su compañero de fórmula, el gobernador Tim Walz, sino que también destacó temas cruciales como los derechos LGBTQ+, la fertilización in vitro y el derecho al control del propio cuerpo. Este enfoque específico en cuestiones de derechos puede resonar profundamente entre sus seguidores y potencialmente movilizar a votantes indecisos.

Swift ha sido conocida por ser cautelosa con sus posturas políticas en el pasado. Aunque comenzó a involucrarse más activamente en política en 2018 y 2020, su influencia sigue siendo monumental en la cultura pop actual. Esto hace que su apoyo pueda tener un impacto real, especialmente en una elección tan reñida como la actual. A pesar de que las celebridades no suelen influir de manera decisiva en los resultados electorales, en una contienda ajustada, cualquier impulso puede ser determinante.


En 2018, respaldó al demócrata de Tennessee, Phil Bredesen, en su carrera al Senado contra Marsha Blackburn, quien en ese momento era congresista republicana. En una extensa publicación en Instagram, Swift afirmó que, en el pasado, había sido renuente a expresar públicamente sus opiniones políticas, pero que, “debido a varios eventos” en su vida y en el mundo en los últimos dos años, ahora siente “de manera muy diferente al respecto”. 

Bredesen perdió la elección contra Blackburn en el estado republicano, pero Swift habló más sobre su decisión de respaldar públicamente a los demócratas en su documental de 2020 Miss Americana, en el cual se mostró abiertamente arrepentida por no haber hablado en contra de Trump en 2016: “Me entristece no haberlo dicho hace dos años”.

El impacto potencial de Swift es aún mayor dado su amplio y diverso grupo de seguidores, muchos de los cuales son de la Generación Z. Con el voto no siendo obligatorio en Estados Unidos, el apoyo de Swift podría jugar un papel crucial en motivar a los jóvenes a registrarse y votar. En este contexto, su respaldo no solo busca apoyar a Harris, sino también incentivar la participación electoral.

Además, el apoyo de Swift ha generado reacciones notables entre los partidarios de Trump. Elon Musk, por ejemplo, hizo un comentario provocador en X (anteriormente Twitter), sugiriendo un tono de desprecio hacia la cantante, que había firmado su comunicado como «Childless Cat Lady» (mujer sin hijos y con gatos). Este comentario parece ser una respuesta indirecta al impacto de Swift en la campaña de Harris, lo que sugiere que el respaldo de Swift está causando una impresión.

En respuesta a la controversia, Swift ha mantenido silencio, concentrando su mensaje en la importancia de votar. Al incluir un recordatorio para registrarse para votar y un enlace a vote.gov, usa su plataforma para amplificar la importancia del proceso electoral, además de apoyar a Harris.

El fenómeno Swift es tan inmenso en los Estados Unidos que dirigentes republicanos tienen miedo hace tiempo sobre su endorsement, a tal punto de que creen que puede convertirse en «un huracán difícil de revertir». El apoyo de Swift tiene, potencialmente, la capacidad de sumar votos, pero, a su vez, puede ser intrascendente o, incluso, hasta contraproducente. Un error en el cual el progresismo estadounidense recae desde, por lo menos, 2015 es creer que a un granjero en Alabama o a un trabajador en Detroit, cuya fábrica cerró por la deslocalización, les importa a quién dicen que hay que votar figuras de la industria como Jay-Z, Beyoncé, Bruce Springsteen o la misma Swift.

Muchísimo menos maestros de la literatura contemporánea estadounidense, como Richard Ford, Margaret Atwood o Stephen King, de quienes quizás jamás hayan escuchado sus nombres, a pesar de que describen como nadie la vida de la Norteamérica profunda de la segunda mitad del siglo XX, de la cual ellos mismos son sus protagonistas, silenciados ―cuando no despreciados y objetos de burla― por el establishment político y cultural, pero protagonistas al fin.

Cuando la candidata presidencial del Partido Demócrata, Hillary Clinton, dijo durante la campaña electoral del año 2016 que «la mitad de los seguidores de Trump pertenecen a una canasta de deplorables», no estaba haciendo más que evidenciar un profundo desprecio y odio de clase hacia parte de la Norteamérica profunda. Esa parte del país integrada por gente mayoritariamente blanca, conservadora, generalmente con poca educación formal y de bajos recursos económicos. Un electorado que votó en masa a favor de Donald Trump y, al día de hoy, constituye aún su mayor fuente de apoyo. El expresidente es visto por ellos como alguien mucho más cercano, cuyo lenguaje llano les habla directamente. No viene de una prestigiosa universidad de la Ivy League y es todo lo contrario a lo políticamente correcto.

El impacto real del apoyo de Swift se verá en los próximos días y semanas, pero, por ahora, está claro que su respaldo ha servido como un golpe de efecto importante para la campaña de Harris. La reacción de Trump y sus seguidores indica que, al menos por el momento, el apoyo de Swift ha logrado marcar la diferencia.

*Por Gonzalo Fiore Viani para La tinta / Imagen de portada: NDTV.

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Palabras claves: Donald Trump, Estados Unidos, Kamala Harris, Taylor Swift

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