Ronda de los miércoles: «Nos hemos jubilado del trabajo, pero no de la dignidad»
Hace más de seis meses que jubilados y pensionados cordobeses llevan adelante sus rondas de los miércoles. Ayer, una multitud convocada por centrales obreras y de la economía popular los acompañó en Plaza San Martín, una imagen que se repitió en otras ciudades de la provincia y el país. Jubilaciones de miseria y un ajuste brutal que termina a espaldas de los más débiles.
Por Lourdes López para La tinta
Cada miércoles, jubilados y pensionados autoconvocados de Córdoba se reúnen en Plaza San Martín para visibilizar una única realidad: la brutal caída de poder adquisitivo que sufren en carne propia. En Argentina, más de cinco millones de personas dependen de sus ingresos jubilatorios y, solo en lo que va del año, han perdido cerca del 37% ante la inflación. Medicamentos sin cobertura, precios disparados y un Gobierno nacional que vuelve a desplegar su aparato represor contra los más débiles.
Una jornada emocionante fue la que se vivió ayer, miércoles, en la Plaza San Martín, corazón de la Docta, donde cientos de trabajadorxs concentradxs en las cuatros centrales obreras y de la economía popular (CGT Regional, CGT Córdoba, CTA de los Trabajadores y CTA Autónoma, UTEP) acompañaron a lxs jubiladxs que hace ya seis meses rodean la manzana histórica para visibilizar el fuerte ajuste que se despliega contra ellos. Imagen que se repitió en otras localidades de la provincia y resto del país, que también convocaban a movilizar contra el veto presidencial al aumento de las jubilaciones.
«Las rondas de los miércoles son un proceso que hemos construido con el tiempo, junto a diversas agrupaciones de jubiladxs, y ha generado un fuerte impacto en el contexto que estamos viviendo, en el que día a día nos golpean, hoy con el veto y también con lo que pasa con la Caja de Jubilaciones en Córdoba. Esta fue una forma de interpelar a la sociedad cordobesa», explica Víctor Hugo Vallejos, uno de los organizadores de las rondas.
Ayer, la Cámara de Diputados de la Nación ratificó el veto a la ley que otorgaba una mejora de apenas $13.164 a las jubilaciones mínimas. Fuera del recinto, miles de manifestantes fueron reprimidos con gases lacrimógenos, palos y balas de goma. Una jornada que no es novedad en la agenda del Gobierno nacional, pero que demuestra, una vez más, el modus operandi de las fuerzas federales ante quienes ejercen su derecho a protestar.
En Argentina, más de cinco millones de personas son jubiladas y alrededor de tres dependen de un haber mínimo, hoy establecido en $234.540. Desde diciembre, el Ministerio de Economía ―en manos de Luis Caputo― solo otorga mes a mes bonos extraordinarios en adición a ese monto y, en lo que ha transcurrido del año, pensionados y jubilados han perdido cerca del 37% de su poder adquisitivo en un escenario de alta inflación y crisis.
«A nosotros se nos juega la vida en esto, es una cuestión de comprar medicamentos y de comer, hay quienes tienen que elegir a cuentagotas qué remedios van a tomar porque no les alcanza», agrega Vallejos en diálogo con La tinta.
Víctor es uno de los tantos jubilados que retrata la realidad diaria de millones de argentinos. En adición a lo difícil que resulta afrontar los precios de los alimentos, deben también hacer frente a los desmedidos aumentos de los medicamentos, que solo en los últimos doce meses subieron un 234% según los últimos datos publicados por el INDEC.
Al respecto, Víctor detalla otra gran preocupación que los atañe: el desfinanciamiento de la obra social provincial Apross. Un tema que data de largo aliento y que todo indica que podría profundizarse si se mantienen las expectativas de alta inflación, en simultáneo con los ajustes presupuestarios del Gobierno provincial.
Seis meses de rondas y el acompañamiento de las centrales obreras
Veinticinco rondas son las que llevan contadas lxs jubiladxs que cada semana vuelven a reunirse para interpelar a la sociedad cordobesa. La Plaza San Martín se transformó en la sede privilegiada para desplegar los problemas surgidos del brutal ajuste que sufren desde hace ya varios años y que se agravó tras el despliegue del plan económico del Gobierno nacional.
Acompañaron esta ronda las cuatro centrales obreras de Córdoba: CGT Regional, CGT Córdoba, CTA de los trabajadores y la CTA Autónoma, como así también la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP).
«Nos parece muy importante que se hayan sumado lxs trabajadorxs porque, en definitiva, los jubilados no somos más que trabajadorxs que hemos entregado nuestra vida y que ahora dependemos de la propia extensión de esos salarios que teníamos en nuestro período activo. Como siempre decimos, nos hemos jubilado del trabajo, pero no de la dignidad y de las ganas de vivir«, agregó Víctor al respecto de esta participación.
Por otro lado, las centrales sindicales han expresado y ratificado su apoyo a la ley jubilatoria que había sido aprobada, en sintonía con los reclamos salariales que siguen llevando adelante en las negociaciones paritarias.
“Acompañamos como siempre el reclamo de los compañeros jubilados, que se encuentran en este contexto que pretende hacer caer el peso del programa déficit cero ante las espaldas de quienes dedicaron toda su vida y esfuerzo al trabajo. Estamos convencidos, como clase trabajadora organizada, de que no solo tenemos que reclamar por los salarios de los activos, sino también por los jubilados”, sostuvo Leticia Medina, secretaria general de la CTA Córdoba.
En sintonía, se expresaron todas las centrales presentes y también Federico Giuliani, de la CTA Autónoma, quien expresó la urgencia de convocar a un paro nacional general con movilización. «La movilización que se dio en Buenos Aires, Córdoba y otros puntos del país es muy importante porque, hoy, lxs jubiladxs no solo son la vanguardia de la lucha a dar, sino también que son el ejemplo para la clase trabajadora”, agregó.
También han participado diversas agrupaciones de derechos humanos de Córdoba, quienes han acompañado anteriormente las rondas de los miércoles. A pesar de que la Cámara Baja haya ratificado el veto, jubiladxs garantizaron que “esta lucha recién empieza” y renovaron la invitación al encuentro de cada semana en Plaza San Martín.
Protestar es un derecho que se les debe garantizar a los argentinos y es responsabilidad del Gobierno nacional no poner en peligro la vida de quienes deciden ejercerlo, especialmente de nuestros ancianos. Jubilados en todo el país son ejemplo de resistencia ante una embestida directa hacia quienes menos tienen. Y las rondas de los miércoles son la prueba de que esa fuerza es colectiva.
*Por Lourdes López para La tinta / Imagen de portada: Ezequiel Luque para La tinta.