Ni comprar ni alquilar: crece la desigualdad en el acceso a la vivienda
Un equipo de investigación de la Universidad Nacional de Córdoba hace foco en la desigualdad urbana del Gran Córdoba y analiza las oportunidades de acceso a la tierra y la vivienda de personas de diferentes sectores sociales. ¿Cuáles son los territorios de los que nos expulsa el mercado inmobiliario? ¿Quiénes pueden comprar o alquilar una vivienda bajo sus términos?
Con el objetivo de reconocer los procesos de desigualdad urbana en el Gran Córdoba, un equipo interdisciplinario indaga sobre las oportunidades de localización urbana que tienen personas de diferentes sectores sociales, para desentramar quiénes acceden a la tierra y la vivienda en el Gran Córdoba, y en qué condiciones. “La ciudad se constituye en el escenario en el que se manifiestan estas desigualdades, a la vez que ese espacio influye en su reproducción o, a veces, en su profundización”, explican desde el proyecto impulsado por el Observatorio Social y Cultural para el Desarrollo Sostenible de la Universidad Nacional de Córdoba.
Las desigualdades tienen un correlato territorial, explican les especialistas. El lugar que habitamos también se vincula al acceso de los bienes derivados de la vida urbana (tierra, vivienda, trabajo), servicios (transporte, educación) e infraestructuras (sanitarias, de electricidad, de provisión de agua potable, etc.).
De esta investigación, se desprenden datos contundentes como, por ejemplo, que el 50% del territorio no es asequible para más del 80% de la población. “Los datos dan cuenta de una situación muy difícil y desigual para el acceso a un bien indispensable para la vida, como lo es la vivienda. Los avances realizados evidencian el problema de acceso a la tierra y vivienda para un importante sector de la población, en una coyuntura marcada por altas tasas de inflación, devaluación de los ingresos reales de los hogares y ausencia de políticas públicas orientadas a promover el acceso a la vivienda”.
De acuerdo a los resultados obtenidos, una familia debería disponer de más de 197 salarios completos o de algo más de 37 ITF (Ingreso Total Familiar) para acceder a la compra de una vivienda o terreno en el aglomerado del Gran Córdoba.
El proyecto “La configuración socio-espacial de las desigualdades. Una propuesta metodológica para determinar el acceso a las oportunidades urbanas y a la vivienda en Córdoba” está integrado por un equipo de trabajo interdisciplinario con investigadorxs, docentes y becarixs de diferentes institutos de investigación y unidades académicas de la Universidad Nacional de Córdoba: INVIHAB (Instituto de Investigación de Vivienda y Hábitat) de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño; de la Facultad de Ciencias Sociales; del departamento de Geografía de la Facultad de Filosofía y Humanidades; y del Centro de Estudios Territoriales de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. También contó con participación del programa Infraestructura de Datos de la provincia de Córdoba (IDECOR).
Estos primeros hallazgos corresponden a la primera etapa de la investigación, focalizada en identificar los sectores de la ciudad en donde la compra o alquiler de vivienda es accesible para diferentes grupos sociales, según criterios socioeconómicos y su espacialización en el territorio urbano del Gran Córdoba. Para llegar a estos datos, se pusieron en relación los ingresos de los hogares de Córdoba con el precio de los terrenos y las viviendas, tanto para compra como para alquiler, y luego se procesaron mediante “metodologías de aprendizaje automático, que permiten trabajar con grandes bases de datos y sostener el estudio en el tiempo”, detallan.
También destacan que se prevé la realización de una segunda etapa de investigación, clave para enriquecer la lectura: se avanzará en una caracterización de las diferentes áreas del espacio urbano a las que accede cada grupo de hogares, en términos calidad, condiciones de habitabilidad y de acceso a oportunidades urbanas. “Bien puede darse el caso de que se observe una situación perfectamente equitativa en el acceso, pero que la parte del territorio que es accesible para los hogares de menores ingresos esté muy mal localizada y peor servida por bienes e infraestructura pública”, indican.
Sobre el acceso al suelo, en el informe, se observa que la mayor cantidad de territorio en estudio es asequible a deciles de menores ingresos, aunque “esta aparente ‘inequidad positiva’ esconde el hecho de que las condiciones de este territorio son prácticamente inhabitables, dadas las carencias acumuladas de bienes y servicios públicos que definen a estos espacios”, explican les investigadores. Incluso, agregan que el 45% del área de estudio es excluyente —incluso— para el sector de menores ingresos (decil 1), en tanto que el 50% de la población de menores ingresos logra acceder a un 77% del área de estudio.
“Observamos que una parte importante de la población del Gran Córdoba no cuenta con medios suficientes para acceder a la vivienda en los términos ofrecidos por el mercado inmobiliario. Saber que más del 40% de la población se encuentra en esas condiciones y que hay grupos poblacionales que, incluso, presentan mayores dificultades —como los hogares con jefatura femenina— es muy importante para delinear acciones encaminadas a su atención y futuras políticas que consideren a estos sectores poblacionales como demandantes para facilitar las condiciones de acceso a la vivienda”, advierten.
Mientras que “hay vastos sectores del aglomerado urbano que son asequibles exclusivamente para los estratos más altos de la población”, hasta un 40% de la población perteneciente a los deciles de menores ingresos no accede a la vivienda mediante la compra. Además, el 60% de la población accede a menos del 10% del total del territorio del aglomerado en localizaciones periféricas. En términos físicos, menos del 50% del territorio del Gran Córdoba es asequible para más del 80% de la población. En relación a las viviendas en alquiler, los datos evidencian que solo el 10% es accesible para los sectores medios de la población, mientras que más del 30% de las viviendas son —exclusivamente— para los deciles de mayores ingresos.
“Saber que, actualmente, una parte importante de la población del Gran Córdoba presenta serias dificultades de acceso a la vivienda, incluso, en alquiler da cuenta de la necesidad de repensar y delinear políticas diversificadas que atiendan también este segmento”.
Esta problemática se acentúa al analizar la variable de género y la feminización de la pobreza. Los hogares con jefatura femenina presentan mayores desigualdades y peores condiciones de acceso a la vivienda, ya sea para compra o alquiler. El 50% de los hogares con jefaturas femeninas no tienen posibilidad de alquilar en el aglomerado del Gran Córdoba. “La información analizada permite reconocer que la situación del grupo de hogares con jefatura femenina es más acuciante, por desempeñarse en trabajos con salarios más bajos y, en muchos casos, ser las responsables económicas del hogar”.
Por otro lado, se observan mayores desigualdades de acceso para hogares con jefatura de jóvenes o adultos mayores, y para aquellos jefes/as en ramas de actividad como la construcción o el empleo doméstico, por ejemplo.
Esta investigación, promovida por la universidad pública e implementada por especialistas de cuatro unidades académicas, busca “la sostenibilidad en el tiempo de los datos resultantes, de manera que sirvan para monitorear el devenir de las acciones (u omisiones) en materia de política habitacional. La disponibilidad de los resultados de este proyecto son insumo tanto para los hacedores de políticas como para la ciudadanía organizada”.
*Por Julieta Pollo para La tinta / Imagen de portada: A/D.