El fuerte aumento salarial en el Senado expuso nuevas tensiones entre Milei y Villarruel
Por unanimidad, la Cámara de Senadores aprobó este jueves auto-otorgarse una suba salarial de casi un 170%, llevando el sueldo neto (de bolsillo) de 1,9 millones de pesos a 4,5 millones de pesos.
Ante la polémica, el presidente Javier Milei intentó despegar a su partido de la medida y dijo que el bloque libertario había sido el único que se opuso al aumento. «Así se mueve la casta», señaló.
La primera que salió a desmentirlo fue la propia vicepresidenta Victoria Villarruel que, ante los ataques de propios y ajenos, remarcó: «Hoy, 𝗹𝗼𝘀 𝘀𝗲𝗻𝗮𝗱𝗼𝗿𝗲𝘀 𝗱𝗲 𝘁𝗼𝗱𝗼𝘀 𝗹𝗼𝘀 𝗯𝗹𝗼𝗾𝘂𝗲𝘀 acordaron un aumento de su salario que fue votado a mano alzada en el recinto por contar con los votos necesarios para hacerlo (…) Lamento que se le mienta al pueblo y ciertos sectores aprovechen para intentar ensuciarme, pero lo que sucedió en el Senado es perfectamente legal y no tengo herramienta alguna para frenarlo».
Y agregó: «¿En qué me beneficia a mí un sueldo que no voy a cobrar y que salgan los trolls propios y ajenos a pegarme?«, dijo Villarruel como presidenta del Senado.
De hecho, el proyecto de resolución y de labor parlamentaria tenía la firma del senador Bruno Olivera Lucero, de La Libertad Avanza. «Ellos firmaron el proyecto y, en labor parlamentaria, acordaron que este proyecto se trate hoy», argumentaron desde el bloque de la UCR.
Otro que se sumó a la puesta en escena fue el expresidente Mauricio Macri, que felicitó al bloque del PRO «por su decisión de no acompañar» en este momento que «nos necesita a todos comprometidos con la austeridad». Todo Fake.
Había diferentes mecanismos formales antes de la sesión y durante la sesión para oponerse al aumento, y ningún legislador lo hizo.
Como el proyecto no había pasado por comisiones, se necesitaba el acompañamiento de los dos tercios de los presentes para incorporar el tema a la sesión y que se trate sobre tablas. Quienes ahora dicen oponerse podrían haberse levantado y no sucedió.
Antes de que se vote, cualquier legislador de cualquier partido podría haber solicitado que la votación se realice de manera nominal (y no a mano alzada) para dejar expuestos a quienes votaran a favor. Por desconocimiento o conveniencia, nadie optó por esta opción.
Finalmente, en el momento de la votación, al ser sin identificación nominal, quienes se oponían al proyecto deberían haber pedido que conste en actas su voto negativo. Nadie lo hizo. Por eso, fue computada como una decisión unánime de todos los presentes.
«Cuando se vota a mano alzada, quien no está de acuerdo debe expresarlo a viva voz y quien se abstiene debe pedir autorización al cuerpo antes de la votación», explicó la exdiputada Graciela Camaño. Sobre esto, coincidió la propia Villarruel: «Se debe solicitar expresamente y ningún senador lo hizo».
Según el acta de la votación, los 67 senadores y senadoras presentes, de todos los bloques, votaron por la afirmativa.
Al respecto, el ex precandidato presidencial Juan Grabois señaló: «Duplicarse los sueldos ―Senado, Adorni, YPF, etc.― en un contexto de ajuste y miseria planificada es una conducta antisocial que expresa la falta de empatía de la dirigencia política. Escuché mil veces los argumentos de nuestro campo. Sigo sin compartirlos. Si no te alcanzan los dos palos de la dieta más los gastos y asesores ―debería alcanzarte―, buscate otra chamba como docente, escribí para un diario, etc. Lo más triste es que esto se marca en la interna Milei-Villarruel. Ella busca posicionarse como un actor racional que puede dialogar con todos los sectores de la política y garantizarles prevendas. Incluso, tenemos dirigentes que la felicitan. Bueno, no va. Por si no se dieron cuenta, es la segunda en la línea de sucesión y la confrontación con Milei incluye a Villarruel. Ni un tantito así con los Videlistas».
* Por Redacción La tinta.
