«No culpes a la lluvia, son decisiones»: un informe sobre los impactos de las urbanizaciones en la ciudad
El fin de semana quedó habilitada la calzada de la Vélez Sársfield, que estuvo en obras desde el 1 de enero, cuando se inauguró la temporada de socavones, en esta oportunidad por responsabilidad de la obra Pocito Social Life. La Red Ciudadana Nuestra Córdoba presentó un informe con las urbanizaciones habilitadas en los últimos 15 años sobre la cuenca del arroyo La Cañada dentro del ejido municipal y el impacto que esto está generando.
El primero de enero se abrió un socavón en la Av. Vélez Sársfield, en el viejo cauce del arroyo, y pocos días después, con otra lluvia, La Cañada desbordó. Así empezó la temporada de La niña en la ciudad y nada mejoró. Luego de cada precipitación, nuevos hundimientos asfálticos, la costanera se vuelve intransitable, hay un grupo de barrios que están siempre afectados, tal como lo relatamos en la nota La Córdoba de los socavones. La pregunta sigue siendo sobre el problema de fondo, ya que los milimetrajes entre 75 y 140 mm son los esperados en temporada de lluvia.
La Red Ciudadana Nuestra Córdoba presentó la semana pasada el informe “No culpes a la lluvia, son decisiones”. En el mismo, detallan las urbanizaciones habilitadas en los últimos 15 años sobre la cuenca La Cañada dentro del ejido municipal de la ciudad de Córdoba y los impactos que esto trajo. Este arroyo de 28 km, que nace en la Lagunilla, atraviesa la ciudad de Córdoba y que desemboca en el río Suquía, tiene solo sus últimos 4 km canalizados -que es el trayecto del centro de la ciudad-. Este verano, lo vimos rebalsado en cada lluvia copiosa. ¿Y si llovía un poquito más?
Desde La tinta conversamos con la arquitecta María Beatriz Valencia, presidenta de la Red Ciudadana Nuestra Córdoba, quien cuenta que desde 2009 llevan adelante el monitoreo de las políticas públicas municipales, en el grupo temático de Desarrollo Urbano. “Participamos de la discusión del proyecto de ordenanza de Convenios (2012) y hemos hecho el seguimiento de cada convenio firmado, objetando principalmente cuestiones como la falta de transparencia y la no consideración de los impactos ambientales, económicos y sociales. Por eso tenemos estos datos ya relevados desde hace años y que sistematizamos en el informe ante este fenómeno emergente de las inundaciones, solo ordenamos la información para dar cuenta del impacto de las decisiones como una de las causas”, detalló la especialista quien además realizó su tesis sobre el tema.
El socavón de la Vélez Sársfield
Donde se erige el ambicioso proyecto Pocito Social Life antes estuvo la emblemática Villa el Pocito, que en 1998 fue desalojada en el gobierno de Mestre, en lo que fue parte del proceso de erradicación de villas y asentamientos del centro hacia la periferia. Como detalla el informe: “Ahí quedó el baldío que se vendió en 2006 a precio vil a un exfuncionario de ambos gobiernos, Porta. A fines de 2017, habiendo comprado Salim a Porta la sociedad Trium SA, se constituye el “Fideicomiso en Garantía El Pocito”. A principios de 2018, se anunció un desarrollo de usos mixtos. Este emprendimiento inmobiliario, aunque lo hubiera ameritado, no fue tratado como un Convenio Urbanístico (Ordenanza 12077)”.
Pero, ¿qué significa esto? “No está incumpliendo nada, probablemente debió o podría haber sido un convenio por su envergadura y haber recibido algún beneficio compartido el municipio. Pero existe este resquicio de discrecionalidad que es el art. 26 que permite al funcionario cambiar las condiciones de ocupación cuando la parcela es «atípica» sin definir las condiciones de atipicidad y bajo este concepto se han autorizado varios proyectos. La principal diferencia entre ambas formas de autorizar es que Convenios pasa por el Concejo y el art. 26 no. Pero todo el curso ha sido ´legal´”, detalla la arquitecta.
“La revolución de la evolución” dicen las vallas que rodean al proyecto que promete “un mismo espacio para vivir, trabajar, comprar y disfrutar”, con tres torres de más de treinta pisos cada una, con piscina semiolímpica, un centro comercial y oficinas corporativas. “Es inevitable preguntarse de qué manera se dio esta transformación. En un contexto de crisis habitacional, ¿es esta la mejor manera de reconfigurar el espacio urbano en una zona tan próxima al centro de la ciudad? ¿Qué hay por detrás de las grandes promesas del emprendimiento?”, dice Julián Reynoso en la nota “Dime como ocupas el espacio y te diré quién eres”, publicada en este medio.
“Si se sigue construyendo sin tener en cuenta las variables ambientales, la ciudad se va a inundar”
Expertos distinguen, en el informe de la Red, al crecimiento urbano como principal agente que afecta las condiciones ambientales dentro de la cuenca, con incrementos de caudal y de escorrentía superficial. Esto se traduce en la “reducción de la cobertura vegetal, la impermeabilización del suelo, la pérdida de capacidad de infiltración, las alteraciones en las escorrentías y el drenaje natural debido a la urbanización “descontrolada” sin la adecuada planificación territorial sin considerar impactos ambientales y sin la previsión y ejecución de las obras necesarias y suficientes”, detallaron. En un proceso de Cambio climático “esto puede pasar a mayores” si cae más cantidad de agua, “esto puede ser grave en 5 años”.
“La ciudad impermeable” se titula uno de los apartados y muestra con algunos ejemplos cómo se ha perdido suelo absorbente, no solo con la edificación privada o la pavimentación del sistema vial, si no con el abandono o intervenciones sobre los espacios verdes públicos. Cada quien podrá pensar en el barrio donde vive, o en los trayectos por los que circula diariamente. Involucrarnos y prestar atención a esto es una parte muchas veces olvidada. Naturalizamos el modo en que están haciendo ciudad. Otro punto son los espacios verdes que han sido “puestos en valor” o la construcción de equipamiento comunitario en Plazas y Parques, en general, han significado la pérdida de superficie verde.
Son las decisiones
El informe establece que las decisiones en materia de Política Pública Urbana que se han tomado en los últimos años y en los diferentes gobiernos municipales, han sido “en un marco de gran discrecionalidad, facilitadas muchas de ellas por la Cláusula de Gobernabilidad, que le otorga la mayoría automática al oficialismo en el Concejo Deliberante. Así es como se habilitaron las urbanizaciones que ocupan toda la cuenca dentro del ejido de la Ciudad de Córdoba mediante concertaciones, convenios urbanísticos y otros muchos acuerdos amparados por los resquicios de discrecionalidad de las normas vigentes”.
Las concertaciones y convenios que detallan son las siguientes y que implican la potencial impermeabilización de aproximadamente 1170 has. “Sobre el arroyo La Cañada antes de salir de la circunvalación había una vasta área con uso de suelo restringido a Reserva Verde Futuro Parque Urbano, que fue habilitado a ser ocupado como Urbanización Residencial Especial- URE (countries) en 2006 y luego mediante concertación pública privada (11/07/2008) se autoriza a EDISUR a loteos de 250/360 m2 con el consecuente incremento de impermeabilización del suelo. Y a partir de la Ordenanza de Convenios Urbanísticos (12077/12) desde septiembre de 2012 el daño se disparó. De los 54 Convenios aprobados, 5 se ubican sobre la cuenca de La Cañada: Los Ombúes – PROACO (753 has.), Coop. Horizonte- Carrara (95,8 has.), EDISUR (563 has.), EDISUR (75 has.), Cornet (14.2 has.).
Recomendamos leer el informe completo para tomar mayor dimensión. Y comprender la relación entre las posibles catástrofes y el crecimiento de la ciudad sin una mirada integral del suelo, los espacios verdes, los cursos de agua, la biodiversidad, el clima y quienes la habitamos. ¿Para quién está pensándose la ciudad del futuro?
*Por Redacción La tinta / Imagen de portada: A/D.
