La inmoralidad del aumento de precios
No hay un día que no estemos hablando sobre los precios de algo y haciendo cuentas. En los grupos de wasap, en la calle, en una juntada, en las redes. No es fácil afrontar la organización de la vida en estas condiciones, porque se afecta lo más central del sostén vital: alimentos, remedios, vivienda y transporte. Es agotador y el ministro de Economía pide que sigamos aguantando, “que en tres años, dos, uno somos otro país”.
Hace días que es noticia un operativo policial con una niña de 12 años por robar una caja de fibras y lápices. Fue en La Pampa. La periodista Ana Correa se contactó con la madre, quien relató que la niña lo hizo para ayudar a sus hermanitas más chicas que no tienen para empezar las clases, porque su mamá no podía comprarles los útiles para todas. Una realidad que se replica de manera drástica en muchos hogares. Piensen esto, pero ahora con la falta de comida.
La canasta escolar aumentó un 206% en Córdoba, según la Cámara de Comercio de Córdoba. La básica está compuesta por 20 productos y sale en promedio de $53.450 y la completa de 25 productos tiene un valor promedio de $75.400. A su vez, según los datos publicados el 14 de febrero por el INDEC, la Canasta Básica Total tipo 2 estaba en $596.823,18. En pasado, porque los precios siguen aumentando. Precios altos y caída del consumo fue el titular de muchos medios y la constatación cada vez que vamos a comprar algo. La consultora Scentia anticipó una caída del consumo masivo cercana al 9% en febrero, luego de un retroceso leve del 3,8% en enero. Mientras, los salarios totalmente licuados y con perspectivas de empeorar.
El ajuste será televisado
El actual ministro de Economía -anterior funcionario en varios cargos en el gobierno de Macri y principal tomador de la deuda externa del último tiempo-, ante la pregunta de Pablo Rossi en LN+, sobre si es consciente del esfuerzo que significa el ajuste, respondió: “Lo que está haciendo la gente es heroico. Lo que más me interesa es la gente y entiendo lo que está pasando, pero tengan en cuenta que esta vez el esfuerzo va a valer la pena y la Argentina va a cambiar como país».
Defina heroico, ministro. ¿Pasar hambre? ¿No poder comprar remedios? ¿No poder pagar un alquiler? ¿No poder pagar el transporte para ir a trabajar?
“No hay antecedente mundial de una reducción de 5 puntos de déficit en un mes”, insiste Caputo y el periodista retoma una metáfora medica al respecto diciendo que es una operación a cielo abierto y remata: “¿Aguanta el paciente o no aguanta?”, y pone como ejemplo a lxs jubiladxs.
La cultura del aguante para sobrevivir
Llegar al déficit cero es la narrativa llena de tecnicismos vacíos e imperante en el prime time, en los discursos políticos y en lo que parece ser la gestión política. «Lo haremos cueste lo que cueste. Estamos contentísimos», dijo el vocero presidencial con esa voz desinteresada con que cada día responde, en este caso, al periodista Fabian Waldman, ante la pregunta: «¿Va a mantener el déficit cero a pesar de no entregar alimentos, medicamentos oncológicos o con fuga de científicos?»
Por su parte, el presidente Javier Milei celebró el superávit fiscal de enero en su cuenta oficial de X: «Vamos Toto, el déficit cero no se negocia». Piden esfuerzo, aguantar, la promesa de ser otro país. ¿Cuál otro país imaginan mientras arengan la motosierra y gozan del ajuste?
“Quiero dejar de pensar en plata a cada minuto”, dice una piba en el bondi después de pagar 700 mangos, con 35 grados a la sombra e intentando zafar de los mosquitos. Todo es desalentador y cuesta arriba, lo ves en la calle, en el laburo, en todos lados. El aumento de precios es un elemento de poder, una estrategia que la ultraderecha usa cómoda y perversamente y que empieza a socavar la vida cotidiana y la salud mental de las personas.
“Después del shock: el consumo masivo cayó en enero y ya se reconfiguran hábitos de los argentinos”, tituló La Nación hace dos días. Que sofisticados para decir, en realidad, que la reconfiguración implica que un jubilado va a la farmacia, ve los precios y evalúa qué medicamento puede dejar de tomar porque no puede pagarlo. El 46% de caída de venta minorista fue en farmacias.
“Solo en el último mes del año 2023 los medicamentos más consumidos por las personas mayores aumentaron en promedio un 40,9%”. En algunos casos el aumento fue ampliamente superior, como un antibiótico de amplio espectro que alcanzó un 184%, o un ansiolítico el 155%. En enero, dentro del aumento generalizado del 13,6% en enero que sufrió la canasta de medicamentos, se destacan la suba del 31% en promedio de los 10 medicamentos que más aumentaron. Por encima del promedio encontramos subas mensuales del 83% y el 45%. Estos son datos relevados sobre los precios de la canasta de medicamentos en el Informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
A los constantes y diarios aumentos de precios hay que ponerlos en diálogo con los datos difundidos por el Observatorio de la Deuda Social de la UCA, según los cuales, la pobreza trepó al 57,4% -porcentaje que representa a 27 millones de personas- durante el primer mes de 2024 y el paso de personas en situación de indigencia del 9,6% en el tercer trimestre de 2023 al 14,2% en diciembre de 2023 y al 15% en enero de 2024. Y advierten que llegará al 60% en marzo. Agustín Salvia, director del Observatorio, indicó en una entrevista radial días pasados: “Con el ajuste brutal de algo que ya andaba mal, en febrero/marzo va a ser el estallido de la pobreza. A pesar de los altos niveles de pobreza que teníamos durante el año pasado, había una circulación de dinero en el bolsillo de la gente que hacía que se demandaran bienes y servicios, que se fijaran pisos salariales altos”.
Nadie sabe con certeza hacia dónde vamos, pero está clara la puesta en marcha del dispositivo de una política de la crueldad, ya lo sabíamos desde antes que fueran oficialismo. Ahora están empezando a consistir el desprecio por el pueblo y el dolor ajeno, un morbo del cual la derecha antipatria se regodea y educa a quienes complacientes detrás de pantallas festejan, sin saber que a este ritmo y en esta fase del capitalismo caníbal, nos caemos todxs. Volviendo a la pregunta mal intencionada de Rossi sobre si aguanta el paciente, quizá conviene preguntar ¿hasta cuando se aguanta el malestar, el daño y la herida que están provocando?
*Por Redacción La tinta / Imagen de portada: Resumen Latinoamericano.
