Davos, los más ricos del mundo, ataque en Yemen y una toma del poder demorada en Guatemala
Cada semana, el newsletter «Gira, el mundo gira»: todo lo que tenés que saber de los últimos días en política internacional. Acá, la segunda entrega.
1. El paso de Milei por Davos
En el primer discurso que dio Donald Trump como presidente de los Estados Unidos ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, dijo que el futuro le pertenecía a los patriotas y a los Estados fuertes. En su primer discurso como presidente de Argentina, ante el Foro de Davos, Javier Milei decidió decir todo lo contrario, al asegurar que el Estado nunca es la solución, sino un problema. El presidente se la agarró con enemigos imaginarios y no se salvó nadie: afirmó que los nazis, los fascistas, los comunistas, los socialdemócratas, los demócratas cristianos, entre otros sectores de la vida política, “son lo mismo”, ya que todos apuntan al colectivismo y al dirigismo estatal.
Cuando Milei dice que el capitalismo sacó a cientos de millones de personas de la pobreza, es cierto, pero lo que omite es que el capitalismo que lo hizo fue el capitalismo fordista, productivo, con fuerte presencia estatal, con dirigentes como Roosevelt y las políticas post New Deal. La curva descendente de inclusión social y la ascendente de concentración de la riqueza y crecimiento de la desigualdad se disparó, justamente, a partir del capitalismo financiero y especulador que Milei tanto reivindica: el de Reagan y Thatcher. El único capitalismo que reivindica el presidente argentino es el del gran capital concentrado. Quienes lo miraron con cierto estupor mientras daba su discurso en Davos nunca habían visto allí semejante despliegue de conceptos erróneos y acusaciones contra todos los líderes mundiales de Occidente.
Sería imposible desmontar, una por una, las falacias del discurso de Milei. Ni el feminismo entorpece el desarrollo del capitalismo -más bien, todo lo contrario, incluyendo a la mitad de la población en la rueda de la producción y del consumo- ni el cambio climático es un invento del “marxismo cultural”, ni el Foro de Davos está “contaminado por el socialismo”, ni se puede pensar en un desarrollo capitalista serio solo con el capital privado, sin una interrelación entre el sector público y los privados.
El Muro de Berlín y el telón de acero cayeron hace más de 30 años, y en el mundo hoy nadie discute el sistema capitalista y sus instituciones como tal, China es parte del Fondo Monetario Internacional y uno de los principales socios de la Unión Europea y América Latina, con una fuerte interdependencia con los Estados Unidos, ninguno de los países supuestamente denominados “comunistas” atacan el sistema capitalista. Paradójicamente, Milei, al decir que sus principales dirigentes están “contaminados”, sí lo hace. Los enemigos del presidente argentino son imaginarios, pero los efectos de sus políticas son muy reales.
2. Las centrales obreras de Francia apoyan el paro del 24
La coalición sindical de empleados en Francia expresó su apoyo al paro general programado para el 24 de enero en protesta contra el Decreto de Necesidad y Urgencia, y «las leyes que consideran anticonstitucionales por parte del gobierno de Milei». También instaron a sus miembros a reunirse frente a la embajada argentina en París a las 18 horas, conforme a la convocatoria realizada por la Asamblea de Ciudadanos Argentinos en Francia.
Las organizaciones sindicales francesas CFDT, CGT, FO, FSU, UNSA y Solidaires expresaron su “más profunda preocupación por esta ofensiva contra las conquistas de varias décadas de luchas sociales y sindicales en Argentina”.
3. Una toma de posesión con protestas en Guatemala
Tras varias idas y vueltas judiciales y políticas, pudo jurar Bernardo Arévalo, el electo presidente de Guatemala, en agosto pasado. Lo hizo en medio de protestas ciudadanas y con la custodia de comuneros indígenas, debido al retraso en el cambio de mando. Este evento pone fin a varios meses de tensiones y acciones de la Fiscalía, que buscaban retirarle la inmunidad para evitar que asumiera el poder, lo que sus seguidores denunciaban lisa y llanamente como intento de golpe de Estado. Arévalo es hijo del expresidente Juan José Arévalo, que presidió el país desde 1945 a 1951, y mentor de Jacobo Arbenz, víctima del golpe de 1954. Es doctor en sociología, tiene 65 años, nació en Uruguay porque su familia estaba exiliada tras el golpe. En su juventud, vivió en México, Venezuela y Chile, y regresó al país con la vuelta de la democracia en los 80, cuando ingresó al Servicio Exterior de la Nación como diplomático de carrera.
Algunos comparan las propuestas en materia de seguridad de Arévalo hijo con las del vecino presidente de El Salvador, Nayib Bukele. El guatemalteco dice que no hay que compararlas y que sus políticas tendrán que ver con solucionar los problemas locales, con características propias. Implementará un plan con tres ejes: controlar los territorios, fortaleciendo a la Policía Nacional y al Ejército, controlar las cárceles, reduciendo el hacinamiento y evitando delitos desde adentro (como las extorsiones, los homicidios ordenados u otros delitos graves), y el uso de la inteligencia policial para evitar delitos y desbaratar las pandillas, el crimen organizado y las bandas criminales, un problema grave en todo Centroamérica.
En sus primeras palabras tras la investidura como presidente, expresó: “Este honor es el fruto de la confianza esperanzada que los guatemaltecos han depositado en nuestro proyecto”, y “un compromiso que asumimos con humildad y determinación, conscientes de la responsabilidad”. La historia de Arévalo se encuentra íntimamente ligada a la de las luchas políticas de las últimas décadas en su país: “Guatemala se merece una nueva primavera, porque Guatemala se merece un futuro digno y, para poder hacerlo, hay que arrancarles las instituciones a esos corruptos”. La última primavera no terminó bien debido a la oposición violenta de los intereses económicos concentrados del país y sus apoyos extranjeros. Arévalo tiene el desafío inmenso de revertir décadas de corrupción, desigualdad, violencia y concentración económica. Por primera vez en 40 años, aparece un presidente decidido a hacerlo, con el legado de su padre, de Arbenz y de decenas de miles de luchadores sociales que dieron la vida por Guatemala. La historia lo respalda, el futuro es incierto.
4. Elecciones en Taiwán
El domingo 14 de enero, Taiwán celebró sus elecciones presidenciales bajo la atenta mirada de China. El presidente electo taiwanés es William Lai, actual vicepresidente del oficialista Partido Democrático Progresista, que lleva dos mandatos consecutivos. Ganó por amplio margen, con una postura que reivindica el estilo democrático taiwanés en contraposición al sistema chino. El sábado previo a las elecciones, la Oficina de Asuntos Taiwaneses de Beijing afirmó en un comunicado que la anexión de la isla “es inevitable”: “Nos opondremos firmemente a las actividades separatistas encaminadas a la independencia de Taiwán, así como a la injerencia extranjera”.
En un discurso de Año Nuevo, el presidente chino, Xi Jinping, afirmó que la “unificación” de Taiwán con China era “inevitable”. El gobierno chino aseguró que si Lai busca “la independencia”, esta situación “amenazará la paz”. Van siete décadas de tensión y, en un mundo con cada vez más conflictos territoriales, el estallido de una guerra en la región tendría consecuencias catastróficas no solo en lo militar, sino para la economía internacional. Más allá de cierta escalada en la retórica, no pareciera estar en los planes de Beijing una invasión en el corto plazo a la isla, sino, más bien, continuar con la vía de presión diplomática en terceros Estados que aún lo reconocen.
5. Crisis y ¿nueva guerra? en el Mar Rojo
El aumento de la actividad militar en el Mar Rojo está generando preocupaciones sobre la posibilidad inminente de un conflicto regional. Después de casi diez años de guerra, Yemen se ha convertido en el lugar de la peor crisis humanitaria a nivel mundial, de acuerdo con la ONU. El lunes, los milicianos hutíes respondieron con misiles a los ataques llevados a cabo el pasado viernes por Estados Unidos y el Reino Unido contra sus bases. El primer ministro británico, Rishi Sunak, defendió en Westminster que los ataques realizados el pasado viernes contra los rebeldes hutíes, que resultaron en la destrucción de sus bases de radar y de almacenamiento y lanzamiento de misiles, fueron considerados «limitados», «proporcionados» y «necesarios».
En Yemen, el país más empobrecido de Oriente Medio y en conflicto durante una década, la situación actual está marcada por la continuación de la guerra, con los estadounidenses y británicos en el punto de mira. Pese a los ataques, los hutíes dicen que continuarán su bloqueo del Mar Rojo hasta que Israel ponga fin a su asedio de Gaza.
Se estima que el tráfico a través del mar Rojo ha disminuido en más del 40% desde el inicio de los ataques hutíes en noviembre. Los efectos en el comercio internacional se extienden hasta Egipto, que está perdiendo ingresos cruciales para su economía debido a la crisis en el Canal de Suez. Situación que repercute en Occidente, donde los costos de transporte aumentan considerablemente (según cálculos muy recientes, al menos el doble) y existe el temor de que, a largo plazo, el bloqueo en Bab el Mandeb tenga consecuencias más allá de la región.
Bonus track
1. En las primarias republicanas de Iowa del lunes pasado, arrasó Donald Trump, tal y como era previsible, en el inicio de la carrera presidencial para la Casa Blanca. Hablaremos mucho más del tema en las próximas entregas.
2. Los cinco hombres más ricos del mundo, Elon Musk, Bernard Arnault, Jeff Bezos, Larry Ellison y Warren Buffet, duplicaron su fortuna desde el 2020. Según el informe anual sobre desigualdad de Oxfam, la riqueza de los «superricos» creció a un ritmo de 14 millones de dólares por hora mientras que casi 5.000 millones de personas se empobrecieron.
Hasta la próxima, mientras el mundo siga girando, acá nos encontraremos.
*Por Gonzalo Fiore Viani para La tinta / Imagen de portada: A/D.