Siburu: un torneo de fútbol barrial para la integración comunitaria
El fin de semana pasado, la canchita del Alpatacal, en Costanera y el Puente Zípoli, se llenó. La pibada jugó al fútbol y ganó en participación y en ocupación del espacio público, en pos de dar visibilidad a una zona que necesita atención y un centro vecinal propio.
Por Redacción La tinta
Más de 80 adolescentes y jóvenes de entre 13 y 23 años se encontraron en Villa Siburu el fin de semana pasado para participar del “Campeonato El Guencho”. Ocho equipos -masculinos y femeninos- jugaron al fútbol barrial en la cancha del Alpatacal en un torneo que se llamó así en honor al histórico personaje del barrio. “El Guencho Miranda es uno de los fundadores de la cancha que está en la costanera, a la orilla del río, al costado del puente Zípoli, y uno de los primeros en organizar los campeonatos y los partidos que ahí se juegan. Históricamente, se llamaban Alberti Junior, como parte del equipo”, cuenta a La tinta Julio César Romano, referente del Centro de Integración Comunitaria (CIC) de Siburu.
Organizado por el Grupo de Vecinos Sector Alpacatal, el CIC y el Club Atlético Villa Siburu Central, el torneo fue más que para jugar partidos. Apoyado por el Centro Experimental de la Vivienda Económica (CEVE CONICET) y el Servicio Habitacional y de Acción Social (SEHAS), participaron en el torneo del fin de semana el programa “Aprender Más” y el “Programa Referente Judicial Comunitario”, mientras Radio La Ranchada transmitía en vivo.
El tema del deporte en general y el fútbol en particular es un gran motor para la participación, especialmente a adolescentes y jóvenes, uno de los sectores más vulnerados. Pero “el campeonato no ha sido solamente una actividad deportiva en sí, ni un trabajo de un fin de semana, sino que tiene mayor proyección y trascendencia, y se apunta sobre todo a ir avanzando sobre la mejora del barrio”, enfatizó Romano.
Como explicaron desde la organización, el torneo surgió desde los vecinos para dinamizar la zona, involucrar a quienes viven allí e ir posicionándose como una comisión, a partir de la necesidad de que en el sector (delimitado por la Costanera Sur hasta Deán Funes y por la calle Zípoli hasta Boulevard del Carmen) se conforme un centro vecinal. “Por las características de la población, y los límites -que no pertenecen a ninguno de los centros vecinales colindantes- y, principalmente, porque sus problemáticas son particulares y se diferencian de las de los otros sectores, los vecinos están necesitando un centro particular”, explica Romano y agrega: “En función también de ir pudiendo gestionar las mejorías del barrio, ir también demandando o participando en los proyectos de trabajo como el presupuesto participativo y demás, del cual quedaban fuera”.
El balance es más que positivo: el torneo fue el resultado de un trabajo mancomunado, el fruto de integrar espacios comunitarios, organizaciones sociales y sectores del Estado, en sus distintos niveles y desde distintas aristas, haciendo foco en los derechos de les pibes que viven en la zona.
*Por Redacción La tinta / Imagen de portada: Juan Cris Castro.