Promotores culturales barriales, ¿para qué?
La UNC ofrece un programa para estudiantes que quieran formarse como agentes dinamizadores, que promuevan y organicen la participación de un grupo en su propio desarrollo cultural. Basado en el concepto de cultura comunitaria como ejercicio de los derechos culturales, el programa articula con la Red de Orquestas Barriales y Las Omas como organizaciones contraparte.
Por Redacción La tinta
En una iniciativa de la Subsecretaría de Cultura (SEU-UNC) junto a la Facultad de Psicología, desde este año, el Proyecto de Promotores Culturales Barriales reúne a más de 30 estudiantes de distintas carreras de la UNC, docentes, graduades e integrantes de dos organizaciones con trayectoria en Córdoba: la Red de Orquestas Barriales y Las Omas.
“Los promotores son agentes que dinamizan procesos culturales, que fortalecen redes, que contribuyen a que se generen actividades donde las comunidades disfrutan y valoran sus particularidades culturales. Nos gusta pensar que con este proyecto estamos formando también una masa crítica de estudiantes sensibles en estas cuestiones, que, por un lado, intervengan y puedan hacer su aporte como universitarios a los proyectos culturales de la ciudad, pero que también queden sensibilizados y continúen siendo parte de experiencias culturales comunitarias más allá de este proyecto en particular actualmente”, explica Diego Pigini, coordinador general de la Subsecretaría de Cultura de la UNC, en diálogo con La tinta.
Lucrecia González es trabajadora social y forma parte del equipo de coordinación. Como nos explica, el principal pilar donde se basa la formación es el concepto de cultura comunitaria como ejercicio de los derechos culturales: “Es mirar la cultura como la construcción cotidiana que le da sentido a nuestra humanidad y no como las propuestas artísticas decididas por el Estado o el mercado, a las que sólo nos invitan a mirar de manera pasiva. Es pensar proyectos culturales creativos y diversos con protagonismo de la comunidad donde se inserta”, dice, mientras refuerza la idea de que las redes se tejen con las organizaciones, que son las que tienen un trabajo territorial sostenido y comprometido. La profesional señala que se espera que lxs promotores puedan aportar una mirada fresca sobre las propuestas que surjan de la comunidad y que logren construir procesos creativos con lxs participantes para que el proyecto que se planifique permita fortalecer a esa comunidad y sea escenario de nuevas ideas, redes y vínculos.
Como parte del equipo coordinador, Alejandro Miraglia pone el foco en que el proyecto ofrece una formación inicial en cuestiones del ámbito de la cultura, de la gestión cultural y del diagnóstico territorial. Fiestas comunitarias, bibliotecas populares, talleres de artes, eventos deportivos y de la economía social, y otras expresiones artísticas son solo algunas de las actividades que lxs promotores promueven en las comunidades.
La referente de la Red de Orquestas Barriales, Mariana Jaime, comparte: “Para nosotrxs, es importante sumarnos a este proyecto de extensión porque las organizaciones barriales que estamos en los territorios necesitamos repensar nuestras prácticas, intercambiar experiencias, saberes, con personas que están mirando la cultura como posibilidad de transformación, como cambio, y, en tal sentido, estos encuentros nos nutren a todos los actores, porque nos permite eso, el intercambio de saberes. Y, a su vez, da la posibilidad a muchas personas que a lo mejor están interesadas en trabajar en algunas cuestiones culturales y que no lo han hecho antes, que puedan participar de un proyecto sistemático. Porque, es verdad, cultura hacemos todos todo el tiempo, pero esto da la oportunidad de participar con alguna acción concreta, planificada, pensada, evaluada, para las organizaciones que trabajamos de la cultura”.
Por su parte, Álida Weht, de Las Omas, añade que se sumaron “porque consideramos que hay muchos saberes propios del lugar que tendrían que rescatarse y construir conjuntamente qué es cultura para nosotras, para nuestra zona. Esperamos que suceda esto de acercar, por un lado, las posibilidades de cultura, las posibilidades reales, concretas de cultura, a la gente de Chacras de la Merced para que nos encontremos con eso y nos lo podamos apropiar. A su vez, mostrar al resto qué es cultura para nosotros, qué saberes culturales tenemos acá y qué podemos rescatar del olvido, ¿no? Qué cultura podemos rescatar del olvido en una zona que fue parte del cinturón verde de la ciudad de Córdoba y que tiene tantos saberes, y, muchos de ellos, ancestrales”.
Las estudiantes Jubitssa, Alma, Susana, Maia y Mariana detallan que los encuentros han sido variados y con diversidad de docentes. Ellxs hacen hincapié en la importancia del “rol creador y coparticipante”, de “aprender a ver y escuchar uno a otro”, de “acercarse sin prejuicios ni obstáculos”, “con otras miradas, respetando la diversidad” y “buscando el bien común”.
“Cada encuentro traspasa nuestro yo para pensar en nosotrxs”, y, con esa frase, una de las estudiantes subraya el espíritu del proyecto. La intención es darle continuidad, dicen desde el equipo coordinador, “y así armar una cadena de estudiantes comprometidos”.
*Por Redacción La tinta / Imagen de portada: Lucía Rius.
