Tras la muerte de una paciente, médicos del Neuropsiquiátrico denuncian incumplimiento de leyes de salud mental
Por Redacción La tinta
Una joven de 27 años falleció el viernes en el Hospital Neuropsiquiátrico Provincial de Córdoba, esposada a una cama. Otra muerte de una persona con padecimiento subjetivo en situación de internación.
Profesionales médicos del nosocomio escribieron este lunes una carta al Tribunal Superior de Justicia para que informe en qué condiciones se brinda asistencia en la llamada “Guardia Central”.
Les trabajadores acusan que, desde que el Ministerio de Salud de la Provincia de Córdoba cerró el Instituto Provincial de Alcoholismo y Drogadicción (IPAD) en abril de 2022, y lo “unificó” con el Neuro, aumentó significativamente la demanda en la “Guardia Central”, presentándose, mayoritariamente, cuadros clínicos compatibles con síndromes confusionales e intoxicaciones agudas.
«El incremento de la demanda se ve asociado, entre otros factores, al traslado de pacientes por parte de las fuerzas de seguridad. Estas problemáticas de salud tienen una complejidad de clínica médica que requiere, para un correcto abordaje terapéutico, recurso humano e infraestructura de un hospital general. Este hospital es un efector monovalente, que debe asistir a urgencias psiquiátricas. Pero las intoxicaciones que llegan todos los días a este nosocomio, por facilitación de las vías institucionales y protocolares, son emergencias clínicas», sostienen.
La Guardia Central del Neuropsiquiátrico no cuenta con guardia activa de las especialidades Clínica Médica ni Toxicología, tampoco laboratorio ni bioquímicos las 24 horas, los 365 días del año, ni diagnóstico por imágenes, ni UTI. Es decir, no tiene la infraestructura ni el recurso humano especializado de un hospital polivalente.
«Somos testigos habituales, en cada guardia, de un dispositivo que no brinda todas las posibilidades terapéuticas oportunas para los pacientes. Nos enfrentamos entonces a un dilema ético personal (fundamentado en el Juramento Hipocrático), por ser el último eslabón de un sistema deficitario», exponen.
Desde el Colegio de Psicólogos, remarcan que el cierre intempestivo de IPAD no fue acompañado por la creación de dispositivos sustitutivos para abordar la complejidad de la situación de personas con consumos problemáticos.
«El hospital Neuropsiquiátrico se vio recargado de internaciones, sin que aumentaran suficientemente los recursos humanos y materiales para hacer frente a esta realidad (…) Lejos están los organismos del Estado de abordar la problemática con la complejidad que requiere (…) La muerte trágica de una joven no puede atribuirse a fallas de trabajadores comprometidos. Es hora de que los organismos públicos cumplan genuinamente con lo que las leyes disponen. Los derechos de las personas con padecimiento subjetivo deben ser prioritarios para el Estado», concluye la institución.
* Por Redacción La tinta / Imagen de tapa: Belén Liendo.