Acrobacia, investigación en movimiento
Los martes y jueves, La Burbuja aloja un laboratorio para pensar en movimiento, haciendo la vertical. En esta nota, conversamos con Laura Juez, docente y creadora de la Clínika Acrobátika, para conocer sobre esta disciplina, cómo es investigar desde el cuerpo en grupalidad y cómo dialogan con las artes del circo contemporáneo.
Por Inés Domínguez Cuaglia para La tinta
Hija usa mi teléfono, mira acróbatas, técnicas de acrobacia, shows de circo, maquillajes, retos de verticales y miles más. Con 7 años, trepa muy alto, ama las alturas. Debe ser por eso que Instagram me muestra a la Clínika Acrobátika. Así, nos contactamos con Laura Juez, su creadora y docente.
Laura empezó hace 3 años con un espacio de investigación, un laboratorio acrobático que tiene nombre de clínica, “La Clínika Acrobátika”. Allí ponen el cuerpo a moverse, experimentar y reflexionar. Todo atravesado por su trayectoria profesional y una formación súper amplia que abarca varios lenguajes de las artes. Toca el clarinete y el trombón. Fue gracias a la música que llegó al Circo do Capao en Bahía, Brasil, donde encontró su maestro y mentor, Paolo Jean Paul Galinski. Ahí se formó y participó de la compañía durante 5 años. De regreso en Argentina, estudió circo en Rosario, en la EMAU (Escuela Municipal de Artes Urbanas), y también la tecnicatura en Danza Contemporánea de la Universidad Provincial de Córdoba. Curiosa y en movimiento, se formó en yoga y pilates para acompañar procesos que muchas veces toman forma de acrobacia.
Me pregunto qué siente un acróbata, cuál es el gusto por ponerse patas arriba, de disociar movimientos, de aventurarse a desafiar las leyes de la gravedad. Quizás sea poder mirar distinto, torcer el horizonte, cambiar la perspectiva.
“Milito desde la Clínika una forma otra de estar en el mundo, de crear maneras distintas de existir, de habitar los espacios y el cuerpo como territorio político. La Clínika es un proyecto de transmisión de conocimientos acrobáticos, escénicos y de movimiento en general. Con el foco puesto en la técnica de la acrobacia de suelo y verticales para trasladarlo hacia algún soporte artístico desde el movimiento y la escena: danza, teatro, performance, circo”, explica la acróbata que lleva adelante este espacio formativo con sede en La Burbuja, reconocido centro de formación, entrenamiento, promoción y producción circense de nuestra ciudad.
Desde un enfoque técnico y de juego-experimento, cada martes y jueves, se reúnen lxs acróbatas para aprender y analizar acrobacias. “Nos damos tiempo a teorizar, nos involucramos con conceptos técnicos desde lo teórico y lo mecánico. Involucramos cuestiones relacionadas a la biomecánica del cuerpo y leyes de la física. Mientras, vamos observando. Hacemos un viaje de ida y vuelta”, comparte la docente refiriéndose al diálogo analítico permanente que hacen en relación a la disciplina. “Es como llevar al médico a nuestras acrobacias, para atenderlas. Para atendernos”, ejemplifica y apunta no sólo a cuestiones formales o técnicas, sino también a otras sutilezas más del plano de lo emocional.
La propuesta de clínica tiene una mirada amplia de la práctica acrobática y, en ese proceso que cada unx va haciendo, aparece la historia, las vivencias, los deseos. “También aparece la frustración, el miedo, los bloqueos, más allá de las condiciones físicas que suelen ser las menos limitantes. Entonces, eso nos da lugar a sanar, a irnos un poquito hacia adentro de manera individual para, luego, abrazarnos al grupo”, cuenta la acróbata y apunta al sentido de grupalidad y su importancia en el proceso. Habla de la sinergia que se da en cada encuentro, del compartir conocimientos y de la singularidad de este laboratorio en el que le dan lugar al diagnóstico previo para comenzar a atenderse en el hacer acrobático. “Vamos tejiendo una comprensión que llega a través de la experiencia en la que lxs participantes construyen conocimiento”, dice Juez.
En la grupalidad, encuentra lugar la diversión. En este punto, Laura remarca que la diversión es un aspecto principal de la Clínika, lo que enciende los motores. Dice que encontrarse con otrxs desde el disfrute es esencial para construir conocimiento en el campo de las acrobacias. Habla de emociones, de reconocerlas y encontrarse en ellas o desde ellas. “Todo parte desde la diversión y va a ella. Desde ahí, planteamos nuestros procesos artísticos, las metas lúdicas y las poéticas, siempre desde el deseo que hace todo placentero. Esto nos lleva a mostrar el mundo interior que cada unx tiene y a generar composiciones colectivas. Sale afuera la grupalidad mostrando su identidad ”, afirma Laura.
La Clínika Acrobátika es una propuesta para atreverse al desafío del movimiento y la mirada puesta en unx y en el grupo. Una invitación a estar en el cuerpo con toda su historia y conocer nuevos lugares que habitar. “Es un despertar genuino del guerrerx que llevamos adentro en donde hay una especie de dialéctica entre la intuición, el razonamiento y la afectividad”, afirma la acróbata.
Aquí se brindan a la curiosidad, al desafío de soltarse para que aparezca el cuerpo vivo que disfruta y entra en diálogo con sensaciones, sentimientos, pensamientos libremente. En este sentido, Laura Juez busca sacar las destrezas acrobáticas del mundo deportivo y ponerlas en el mundo poético y expresivo. Así, las artes del circo encuentran lugar a pesar de las escasas políticas culturales que existen para el sector. Por esto, uno de los objetivos de este laboratorio acrobático es darle visibilidad y difusión a prácticas que tienen que ver con el mundo del circo contemporáneo y todo su arte.
“Me interesa mucho la mirada del circo contemporáneo que tiene que ver con llevar la técnica hacia la posibilidad de un universo poético. Crear escenas y vincularlas con el teatro u otro tipo de artes. Siempre trabajo las mezclas, las fusiones que tienen una búsqueda dramatúrgica, de investigación y experimentación”, cierra Juez.
Podés participar de la Clínika Acrobátika, no necesitás experiencia previa, todxs pueden ponerse patas arriba. Martes y jueves de 11 a 13 h o de 17:30 a 19:30 en La Burbuja, Bv. Los Andes 469.
*Por Inés Domínguez Cuaglia para La tinta / Imagen de portada: Ana Medero para La tinta.
