Sin depósitos, sin baños y sin salubridad, las ferias de Güemes esperan respuestas del municipio
Desde hace semanas, las diversas ferias de artesanxs, vecinxs y algunxs empresarixs de barrio Güemes, conformadxs en una mesa, esperan que, desde la Municipalidad, les den respuestas a su reclamo: se oponen a que la emblemática esquina de Laprida y Cañada se convierta en un punto de acopio de basura, en medio de su hábitat laboral. Históricamente, sin espacios para depósitos, sin baños y sin salubridad básica -debido a la continua ruptura de cloacas-, el gobierno de Llaryora no les da soluciones y amenaza con tomar una esquina de gran valor para quienes trabajan allí hace décadas y han revalorizado la zona con sus oficios.
Por Redacción La tinta
Una mesa conformada por las múltiples ferias de barrio Güemes está, desde hace semanas, en estado de alerta. El problema actual es la explícita intención de la Municipalidad -que Martín Llaryora gestiona- de instalar un punto de acopio de basura (de privados gastronómicos) en pleno circuito de ferias. Pero la cuestión va más allá: “Necesitamos una gestión municipal que revalorice nuestro oficio y los espacios públicos para la cultura. Somos 700 familias artesanas que seguimos en estado de precarización laboral y abandono”.
En el llamado “Paseo de las Artes o Circuito Güemes”, hay diez ferias. Allí no existe solamente el Paseo de las Artes, sino que agrupa la feria de anticuarios, la de libros, la de plásticos y la de plantas (en el Pasaje Revol); la Feria de la Cañada (asentada en Marcelo T. de Alvear); la Feria de Laprida, la Feria del Niño y la Feria de Manjares (sobre calle Laprida) y el Paseo de la Esquina, que es una feria localizada en Belgrano y Achával Rodríguez.
Como nos recuerdan lxs trabajadorxs, la esquina que se pretende convertir en el punto de acopio -y que beneficiará a privados de la zona-, de las calles Laprida y Marcelo T. De Alvear, es un “espacio muy caro para los sentimientos de los artesanos, además de que constituye un valor histórico y patrimonial muy grande. No solo para la comunidad de artesanos, sino también para el barrio en el que está inserto y, si nos adentramos en opinión, también para toda la provincia, es un hito de la cultura cordobesa”. Es exactamente ahí donde el gobierno municipal pretende instalar el punto de acopio.
Nueve de las diez ferias nombradas no tienen solucionadas problemáticas básicas para poder trabajar dignamente: depósitos funcionales, baños y salubridad. Lxs artesanxs lo dicen con claridad: “Hace años que venimos reclamando a la Municipalidad la habilitación de un lugar físico para depósito donde poder guardar nuestros puestos y mercadería, y que funcione también como espacio cultural. Necesitamos más baños públicos, son miles los que nos visitan cada fin de semana. Necesitamos soluciones reales para el problema de las aguas servidas en esta zona del barrio. Cada vez que colapsan las cloacas, es insalubre para nosotros laburar así y para el público poder disfrutar de las ferias. Queremos condiciones dignas”.
Después de varias reuniones, de un festival el 1° de mayo para visibilizar la problemática y sin respuestas, desde la mesa, sostienen que el estado de alerta continuará hasta que haya comunicación por parte del municipio y hasta que les den soluciones concretas: “La lectura que hacemos es que es algo dilatorio: reunirse con nosotros, frizar la situación y dejar que avance. Nosotros defendemos nuestro espacio de trabajo, nuestro hábitat laboral”, afirman con seguridad quienes trabajan allí hace décadas y aseguran que plantear este punto de acopio en esa esquina no solo afectará directamente al patrimonio histórico, sino que, si este lugar no funciona para el artesanato, afectará gravemente la continuidad de la feria, quitándole vida a Cañada.
“En salvaguarda de lo cultural, nosotros estamos llevando distintas medidas. Antes que nada, nos asumimos como partícipes, nos constituimos en una asamblea abierta, donde participan, además de los feriantes, algún grupo de vecinos, también se involucró el centro vecinal; inclusive, hay un sector de las personas que tienen sus negocios instalados, algunos gastronómicos, que están en desacuerdo con la instalación de este punto de acopio. En la asamblea abierta, planteamos, además, poder tomar un recurso jurídico para salvaguardar nuestro lugar. Desde la Municipalidad, no se hacen cargo del alcance que tienen como Secretaría de Cultura, con Mariano Almada como funcionario principal. Tendrían que estar a la cabeza de esto y defendiendo este lugar. Nos dijeron que se enteraron por los medios, pero no nos dan una respuesta cierta ni dicen que están a favor nuestro o de salvaguardar esta cuestión patrimonial”, cuentan en diálogo con La tinta.
Desde el sector, creen que el Estado está en deuda: “Necesitamos una reparación histórica. Los artesanos llegamos ahí hace 40 años al sector y a partir de la llegada de la feria es que toma vida todo el barrio que hoy se conoce como Circuito Güemes. Los que hicimos la punta fuimos los artesanos y, hoy por hoy, nos estamos viendo desplazados en cierta manera”, concluyeron.
*Por Redacción La tinta / Imagen de portada: Feria de Artesanxs de la Cañada.
