Levantamiento indígena en Mendoza contra el negacionismo
El miércoles 19 de abril, en la ciudad de Mendoza, una movilización encabezada por comunidades indígenas marchará a Casa de Gobierno contra el negacionismo, la xenofobia y el racismo, plasmados en una resolución de la Cámara de Diputados que niega la existencia del pueblo nación mapuche. Desde Córdoba, el círculo de artistas indígenas en trashumancia “Meli kupal lawen” intenta llegar para sumar murales, música y presencia a este llamado urgente.
Por Anabella Antonelli para La tinta
El movimiento está dispuesto. Van llegando desde distintos puntos a la capital cuyana. “¡Fentren mañun! ¡Ahora es cuando!”, grita la convocatoria. Pueblos indígenas, sus comunidades, organismos de derechos humanos, asambleas, organizaciones sociales y populares, partidos políticos y personas comprometidas con la gravedad de la situación se darán cita desde las 9:30 del próximo miércoles en una acción que, algunas creen, será histórica.
En enero, el Estado argentino, a través del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), reconoció la preexistencia de tres comunidades mapuche en territorio mendocino y su derecho a la ocupación del lugar, disputado por intereses económicos extractivistas. La reacción del poder local no se hizo esperar y, desde distintos frentes, levantaron las banderas del racismo y el negacionismo.
Reconocimiento y negación
Durante enero de este año, el INAI emitió las resoluciones 36, 42 y 47/2023 que dejan constancia de la cumplimentación del relevamiento técnico, jurídico y catastral en la Comunidad LOF EL SOSNEADO, la Comunidad LOF SUYAU LEVGV y la Comunidad LOF LIMAY KURREF, respectivamente, todas parte del Pueblo Nación Mapuche. Así, el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas reconoce la ocupación actual, tradicional y pública a las comunidades, en conformidad con la legislación vigente, en un total de 26.000 hectáreas en la provincia cuyana. La Ley 26.160, de emergencia territorial indígena, prorrogada en 2021 por cuatro años más, les permite a estas comunidades permanecer en el territorio por su preexistencia.
Este reconocimiento toca fuertes intereses económicos de empresas y proyectos extractivistas, así que la respuesta de una parte de la sociedad mendocina fue presurosa. Las personas más enriquecidas con la apropiación de esas tierras realizaron movilizaciones con fuerte sesgo racista y xenófobo, mientras el Gobierno de Mendoza atacó en dos frentes: por un lado, con una resolución que niega la existencia del Pueblo Nación Mapuche y, por otro, contra el Gobierno nacional, desestimando y deslegitimando el trabajo que se sostiene desde el INAI.
Después de algunas semanas de deliberación, el 29 de marzo pasado, la Cámara de Diputados de la provincia aprobó una resolución para determinar que el Pueblo Nación Mapuche no es un pueblo originario de Mendoza ni de Argentina. Por mayoría de votos, expresaron su repudio por el Decreto Nacional 805/21 que prorroga y modifica la Ley 26.160, apuntando contra el INAI y sus resoluciones en torno al conflicto mapuche en la provincia por no hacer un proceso de consulta con todos los afectados.
Las declaraciones de los diputados no son ambiguas y dejan al descubierto la cara más actual del negacionismo y el racismo. El oficialista (UCR) Adrián Reche indicó que el repudio votado por mayoría es una “reacción a un problema que no estaba en Mendoza. Un problema que no queremos los mendocinos”, y que “existen evidencias científicas que los mapuches no son originarios de Mendoza”, mientras que su correligionaria María José Sanz llamó a respetar la ley: “No podemos avalar conductas abusivas. Si lo hacemos, vamos a estar avalando el desastre”, dijo.
Para Evelin Pérez, también de la UCR, “tiene que ver con la vulneración de los derechos de los mendocinos” (no explicita de cuáles mendocinos) y agrega que, en las resoluciones, no se vieron “protegidos ni representados” sus intereses. “Los procesos históricos de reconocimiento de los derechos de las comunidades originarias deben ser un proceso de sanación que nos lleven al encuentro y no a violentar los procesos sociales, a generar discrepancias y alterar la paz social”, agregó, desconociendo los más de 500 años de saqueo, invisibilización y apropiación.
El presidente del bloque de diputados de PRO en Mendoza, Gustavo Cairo, opinó que Argentina, “desde que tiene existencia como país, ha tenido una política de integración hacia todos los habitantes de su territorio”, y -atención al tiempo verbal- se pregunta: “¿Cuáles eran los pueblos indígenas argentinos? Bueno, los que habitaban el territorio argentino en la época de la conquista, muy claro (…) Los mapuches no son originarios de la provincia de Mendoza, son originarios de la Araucanía chilena, ni siquiera de Neuquén”.
“La Cámara de Mendoza no solo niega al Pueblo Nación Mapuche, sino que esto puede servir para que avancen contra todo un trabajo que se viene haciendo desde la mitad del siglo XX en adelante, donde la indianidad argentina hemos ido adquiriendo derechos y se han conseguido derechos”, explica Rankalé Llanquinao, mujer mapuche integrante del círculo de artistas indígenas en trashumancia “Meli kupal lawen”, en conversación con Radio Local Paravachasca. “Se niega la identidad del pueblo y la historia, se sigue negando desde el racismo y se levantó una campaña en contra, casi 100 4×4 marcharon en caravana hacia Malalwe con carteles que decían: ‘Que vuelva Roca’, y banderas argentinas, un hostigamiento permanente”, agrega.
Las voces contra el racismo
Para el Pueblo Nación Mapuche y para las personas convencidas de la deuda histórica del Estado argentino con los pueblos preexistentes, el dictamen de la Legislatura de Mendoza es racista y ofensivo. Rankalé explica que esta resolución está sesgada por intereses económicos de “los descendientes de la campaña del desierto que hoy son ‘propietarios’ de estas tierras”.
La negación de la preexistencia mapuche en el territorio y la avanzada sobre Malalwe no son casuales. “Amparados en el tratado 169 de la OIT y en nuestros derechos constitucionales como pueblos originarios, hemos detenido muchas estrategias económicas sobre el territorio, como la minera Vale, como presentar el derecho a consulta por Portezuelo del Viento, como el negocio inmobiliario del azufre y varios pozos petroleros de YPF. Hemos podido detener muchos de estos proyectos de saqueo y explotación, de extractivismo en el territorio, entonces, ahora les es más simple borrarnos en la identidad como sujetos de derecho”.
“La zona del yacimiento Vaca Muerta llega hasta Malalwe, donde también se cuenta con una reserva de agua. La función del pueblo mapuche es conservar el equilibrio. Si esto avanza, es un desequilibrio muy grande, es una zona de 1.100 volcanes; si esto avanza, nos va a afectar a todos -sigue Rankalé-. Esto va contra los guardianes del territorio y hay muchas familias que están muy en riesgo, igual que el equilibrio general de nuestra mapu (tierra)”.
¿Cómo aportar?
En el marco del 3° Foro Mundial de Derechos Humanos, los pueblos indígenas redactaron el “Documento contra el negacionismo, racismo estructural y genocidio indígena” por memoria, verdad, justicia, identidad y territorio. Piden adhesión al documento “para que se instale el tema y tenga fuerza y respaldo para la conformación de una Comisión Permanente de investigación de los delitos de lesa humanidad a los pueblos originarios, en búsqueda de un juicio por la verdad y la visibilización de la historia”, explica Rankalé. Aquí el link para adherir.
Además, desde el círculo de artistas indígenas en trashumancia “Meli kupal lawen”, solicitan aporte voluntario para llegar a la convocatoria con propuestas artísticas de murales, música y presencia, y ser parte del movimiento para detener esta ofensiva contra la identidad y existencia de los pueblos indígenas.
*Por Anabella Antonelli para La tinta / Imagen de portada: Ana Medero para La tinta.
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