Seguridad en la técnica de espectáculos
Eventos musicales, obras teatrales, espectáculos de danza, performances, intervenciones -para nombrar las más conocidas- tienen un denominador común: todas necesitan una puesta técnica que implica ciertos riesgos. En esta nota, les preguntamos a quienes ponen profesionalismo y, fundamentalmente, sus cuerpos en este trabajo: ¿cómo nos cuidamos?
Por Fernanda Albornoz y Peu para La tinta
Una dimensión del mundo escénico, muchas veces invisibilizada, es el peligro y los riesgos que conlleva la puesta y la labor técnica en la realización integral de un espectáculo. Montar grandes estructuras, escenografía, luminarias y equipos de sonido en altura, realizar sobreesfuerzo físico, trabajar con electricidad, a contrarreloj, resolviendo situaciones emergentes y, la mayoría de las veces, sin la posibilidad de aplicar todas las medidas de seguridad necesarias y reglamentadas.
En cualquier evento, debe elaborarse un plan de acción que garantice los cuidados pertinentes, lo que implica cumplir con protocolos previamente definidos que protejan la integridad física y material, tanto antes y durante como después del espectáculo.
Para esto, existe la Seguridad e Higiene como campo multidisciplinar y técnico que se encarga de detectar, eliminar o, al menos, minimizar los riesgos inherentes a cualquier actividad laboral a fin de evitar accidentes e incidentes que puedan resultar dañinos tanto para personas como para equipamientos, materiales y lugares físicos respectivamente. La pregunta es si hay conocimiento de esto y cuánto se aplica realmente en la práctica.
No son casos aislados
El pasado 2 de octubre, en Córdoba, lamentamos una nueva muerte en los escenarios: Kevin Pérez, técnico de La Banda de Carlitos, falleció a causa de una descarga eléctrica mientras trabajaba en la previa del show, en Casa Blanca, un local de la zona del Abasto de la capital. Según trascendió en los medios, desde la agrupación musical, aseguraron que se habían garantizado todas las medidas de seguridad, pero no hubo información oficial ni certera acerca de lo ocurrido. Ese mismo día, durante una presentación de Daddy Yankee en la cancha de Vélez, en Buenos Aires, se produjo un pequeño incendio en el techo del escenario, por lo que detuvieron momentáneamente el show: “La seguridad primero”, afirmó el cantante.
Lejos de ser casos aislados, engrosan una larga lista de eventos desafortunados -que muchas veces terminan en tragedia-, de los cuales mencionaremos solo algunos sucedidos este año en Argentina:
El 14 de febrero, en Rawson, Chubut, se derrumbó una estructura con luces sobre los integrantes de la banda Folk 4 en pleno recital, hiriéndolos y empujando a uno de ellos fuera del escenario, quien cayó desde varios metros de altura. El accidente habría ocurrido “a causa del viento”.
El 16 de marzo, durante un concierto de La K’onga en Colón, Buenos Aires, cayó una estructura que sostenía luminarias y pantallas sobre algunos de los músicos y técnicos que estaban en el escenario. Las personas fueron trasladadas a un hospital sin sufrir mayores daños afortunadamente.
El 18 de septiembre, en el festival por el Día nacional del Chamamé, en Corrientes, se cayó la estructura que sostenía una pantalla LED y luminarias, impactando a dos músicxs que resultaron herides.
El pasado 8 de octubre, en los festejos por el aniversario de la fundación de Necochea y durante el montaje de la estructura del escenario, un trabajador resultó herido y debió ser asistido; además, se quemaron luminarias y parte del equipamiento de sonido al ser conectados a la red eléctrica.
Protocolos y medidas de seguridad: las voces de les protagonistas
Desde la tragedia de Cromañón y una decena de fallecimientos de artistas y técnicxs en todo el país durante eventos en vivo en los últimos años, sin contar accidentes menores, no podemos pasar por alto la urgencia de hablar sobre el tema para revertir estos tristes -y, en la mayoría de los casos, evitables- sucesos.
Es por esto que nos preguntamos cuánto sabemos -quienes trabajamos en eventos en vivo de música, teatro, danza y otras artes escénicas- acerca de los protocolos de seguridad necesarios para ejercer nuestras tareas en las mejores condiciones y qué posibilidades concretas tenemos para aplicarlos.
Desde La tinta, conversamos con compañeres de la Red TEMID -Técnicxs del espectáculo- y con César Bustos, profesor de la Tecnicatura Universitaria en Iluminación de Espectáculos de la Escuela Superior Integral de Teatro Roberto Arlt, Facultad de Arte y Diseño, Universidad Provincial de Córdoba.
Red TEMID está integrada por profesionales de diversas áreas técnicas que trabajan actualmente en salas independientes de teatros, centros culturales y espacios oficiales del ámbito municipal y provincial, como también en espacios privados.
Si bien les profesionales integrantes de la Red, en su mayoría, tienen formación respecto a seguridad, admiten que no es suficiente y/o no es posible aplicar los protocolos debido a las condiciones materiales de los lugares en donde ejercen su trabajo. Muchas de las personas entrevistadas aseguran tener conocimientos básicos e incompletos, adquiridos a través de manuales; por materias específicas de tecnicaturas universitarias en la Universidad Provincial de Córdoba y de licenciaturas de la Universidad Nacional de Córdoba; por cursos independientes; mediante capacitaciones brindadas por el propio lugar de trabajo y, en especial, a partir de “consejos” o experiencias de compañeres del oficio.
“Muchas veces, las medidas de seguridad llegan cuando ya estamos trabajando en el campo y algún colega nos cuenta su mala experiencia (una patada, equipos defectuosos, escaleras de terror, puentes de fase a trifásica, etc.). A veces nos olvidamos de toda la responsabilidad que pende de nuestras cabezas, no es solo nuestra integridad física la que peligra, sino la de muches”, afirma une profesional en iluminación, integrante de Red TEMID.
En lo referente a espacios oficiales municipales, comparten: “Soy becaria, no recibí ninguna capacitación y no sé los protocolos de seguridad del mismo”. En el ámbito provincial: “En los 7 años que llevo, nunca se dio una capacitación al respecto. Algunes compañeres utilizan borcegos de seguridad, solo eso”, afirman les trabajadores de la Red.
“Me atrevo a decir que ninguna sala (independiente ni privada) pone a disposición elementos de seguridad e, incluso, muchas veces, los elementos de trabajo básicos (como la escalera) no se encuentran en buen estado. Creo que en las salas también falta capacitación sobre protocolos de seguridad. Personalmente, cuando realizo tareas de montaje, procuro utilizar guantes, buscapolos, calzado con suela de goma con buen agarre, ropa cómoda y con bolsillos, pelo atado”, agrega otre profesional.
Tanto en las salas independientes como oficiales, algunas medidas fundamentales que no siempre se cumplen son asegurarse de que no haya nadie circulando en el espacio escénico mientras se realizan los montajes y que todas las luminarias cuenten con linga de seguridad.
Espacios de formación
César Bustos es técnico universitario en Iluminación de Espectáculos, profesor de la asignatura Historia de la Iluminación Teatral de la Escuela Integral de Teatro Roberto Arlt en la UPC y proveedor de servicio de equipamiento de sonido e iluminación. Este año, estuvo a cargo de la clase de Seguridad e Higiene, organizada por Red TEMID, GRL PWR y Centro Cultural España Córdoba, en el marco de la Escuela de Técnicxs. En su recorrido profesional, relata que, hace varios años, asistió a una charla de la Asociación Electrotécnica Argentina a la que concurrieron, en su mayoría, electricistas industriales. En esa ocasión, se abordó el tema de puesta a tierra y seguridad eléctrica. Al presentarse, quien brindaba la charla le dijo: “Ustedes son los peores». Comparte que, desde ese momento, comenzó a reflexionar acerca de “en cuántas cosas no se estarían aplicando métodos seguros” y admitiendo que, a menudo, se encuentra con situaciones de falta de seguridad eléctrica, falta de elementos y/o desgaste en elementos de elevación de cargas (por torres elevadoras y aparejos), utilización inadecuada de escaleras, transporte de materiales, entre otros.
“En el año 2015, la UPC abrió la Tecnicatura Universitaria en Iluminación de Espectáculos donde, en esa cohorte, nos encontramos varias personas que veníamos trabajando hace años, deseábamos mejorar nuestra práctica profesional y certificar nuestros conocimientos. Dentro de la currícula, se encuentran Seguridad e Higiene, y Maquinaria Escénica, asignaturas que acrecentaron mi interés por tener prácticas cada vez más seguras y saludables. En la actualidad, se encuentra material disponible a través de empresas, organizaciones, sindicatos nacionales e internacionales”, dice César.
Desde su rol como operador, proveedor de equipamiento y con una vasta experiencia en el rubro, suma información fundamental: resulta necesaria la utilización de tableros con disyuntor diferencial, llaves termomagnéticas, cables y artefactos con toma a tierra; el control de aparejos, torres elevadoras y estructuras, y la colocación segura y de posición de escaleras.
Cuidados individuales y colectivos
La seguridad en la técnica de espectáculos es un entramado complejo que comienza con las normativas, continúa con la aplicación de las mismas en los espacios destinados a tal fin e implica la participación de personas y organismos con diferentes niveles de responsabilidad.
Técnicxs poniendo cuerpo, espacios públicos y privados, salas independientes y oficiales, público asistente; todo confluye en la construcción de un dispositivo cuya participación implica ciertos riesgos que hacen necesaria la implementación de protocolos de seguridad.
Los cuidados individuales son fundamentales, pero lo que nos permita trabajar y disfrutar de espectáculos en un ambiente seguro -sin dejar la vida en ello- será el desafío de fortalecer los cuidados colectivos y exigir el cumplimiento de normativas a las autoridades pertinentes.
*Recomendamos acceder al Manual de Prevención de Riesgos Escénicos del Instituto Nacional de la Música y el Sindicato Argentino de Técnicos Escénicos como un primer acercamiento a las nociones más básicas de cuidado en los escenarios.
*Por Fernanda Albornoz y Peu para La tinta / Imagen de portada: Ana Medero para La tinta.
