Exigen protección para víctimas de violencia de género y sus familias
Un grupo de varones son señalados como los agresores de B., víctima de violación grupal e intento de femicidio en Circunvalación, y como los femicidas de Jéssica. La Asamblea Ni Una Menos Córdoba exige custodia policial para garantizar la seguridad de B. y de las familias de las víctimas.
Por Redacción La tinta
El domingo 25 de septiembre pasado, B. fue rescatada en Avenida Circunvalación tras sufrir una violación grupal y una fuerte golpiza. Según informó el Ministerio Público Fiscal, detuvieron e imputaron a tres hombres por los delitos de “lesiones”, “abuso sexual con acceso carnal gravemente ultrajante”, “robo” y “tentativa de homicidio”, aunque en total hay nueve hombres y una mujer denunciades.
Pese a la gravedad del hecho, es solo un eslabón de una larga cadena de violencias. Durante los últimos cuatro años, la familia de la joven denunció en dependencias policiales, Polo de la Mujer y fiscalías especializadas las reiteradas situaciones de acoso y violencia que sufren de parte de un grupo de agresores que viven en su mismo barrio. Sin embargo, hasta el momento, no habían logrado que se investigue y proteja a la víctima y su familia.
En 2018, B. denunció por primera vez una violación grupal ocurrida en una fiesta. Hace apenas seis meses, declaró haber sido raptada de la calle y abusada sexualmente por el mismo grupo de personas. La semana pasada, sucedió el tercer hecho, cuando B. fue atacada nuevamente, abandonada en Circunvalación e internada durante diez días por su grave estado de salud. En el transcurso de estos años, la familia señala que han sufrido hostigamiento permanente de parte de los agresores.
«La situación de B. hoy es de una fragilidad de salud muy grande, acaba de salir del hospital recientemente por las lesiones y los tratamientos que tuvo que hacer después de la violencia que sufrió -señalan desde Asamblea Ni Una Menos Córdoba-. Ni ella ni su familia están tranquilas porque ese grupo actúa como una banda violentando y generando terror».
Desde este espacio, acompañan a la víctima y sus familiares conformando una mesa de trabajo para exigir justicia. Reclaman de forma urgente una custodia policial que garantice la protección de B. y de su familia. “Después de haber recibido el alta, no está teniendo custodia sostenida -aseguran-. Muchas veces la policía no respondió cuando ella tocó el botón antipánico. La respuesta es la complicidad del sistema judicial que sigue violentando a las mujeres y, sobre todo, a las mujeres de los sectores populares”.
Según la Asamblea, este caso se relaciona con el femicidio de Jéssica en barrio San Vicente, en abril de este año. “Ella se encontró con dos de quienes hoy agredieron nuevamente a B. -explican-. Al otro día, su hermana intentó comunicarse con ella, pero no pudo y la llamaron desde el hospital porque estaba internada en grave estado. Falleció al otro día”. Señalan que “estos sujetos fueron quienes la dejaron convaleciente en la puerta del hospital” y que hoy, seis meses después, la carátula del caso sigue sin resolverse y no se realizaron las pericias correspondientes.
“Si hoy la familia de Jésica o de B. corren riesgo, es responsabilidad de la Justicia que no hace nada para investigar, para frenar y para proteger de esta banda criminal”, concluyen.
*Por Redacción La tinta / Imagen de portada: Ana Medero para La tinta.