“La pregunta es: ¿qué está dispuesto a negociar Petro para llegar a la presidencia?”
Las elecciones legislativas e internas partidarias en Colombia dejaron el escenario casi listo para las presidenciales de mayo próximo. La izquierda y el progresismo apuestan a Gustavo Petro para derrotar a la derecha enquistada desde hace décadas en la Casa de Nariño.
Por Redacción La tinta
El fin de semana pasado, en Colombia se realizaron elecciones generales para elegir a les próximes representantes en el Congreso Nacional, al mismo tiempo que se efectuaron internas partidarias para definir a les candidates para los comicios presidenciales de mayo próximo.
El Pacto Histórico (PH), liderado por Gustavo Petro, que reúne a sectores de la izquierda y el progresismo colombiano, consiguió 17 escaños en el Senado y 25 en la Cámara de Representantes. A su vez, el gran perdedor fue el Centro Democrático, liderado por el ex mandatario Álvaro Uribe Vélez. En tanto, Petro obtuvo el 80 por ciento de los votos en la interna de su agrupación, superando a Francia Márquez (14, 17 por ciento) y al resto de les postulantes.
En diálogo con La tinta, Laura Pinzón Capote, periodista colombiana e integrante del Instituto Tricontinental de Investigación Social, opinó que los resultados obtenidos por el Pacto Histórico tienen “un proceso que lo antecede”. “Desde hace algunos años, desde la firma del Acuerdo de Paz (entre el Estado y las FARC-EP), hay un proceso de apertura democrática en Colombia, que no implica, necesariamente, el fin de la guerra ni la superación del nivel de conflictividad social y política del país”, aseguró la investigadora. Para Pinzón Capote, esta apertura democrática responde a una nueva agenda política que intenta romper con las instituciones e instancias tradicionales, y que tuvo un punto de quiebre durante el masivo Paro Nacional en 2020.
Al analizar el triunfo del PH, y en particular la victoria de Petro, Pinzón Capote señaló que “este triunfo es relativo, porque no fue aplastante”, aunque existe un “correlato electoral” con las grandes protestas del año pasado en contra de las medidas de ajuste impulsadas por el presidente Iván Duque.
Para la periodista, el caudal electoral del Pacto Histórico también se debe a la conformación de una colación amplia en la que conviven partidos políticos como Colombia Humana y la Unión Patriótica, y “muchos movimientos y organizaciones que tuvieron un desarrollo activo durante el Paro Nacional”. Si bien esos sectores sociales “no están representados en términos de un candidato, sí implica un mayor involucramiento del Pacto con la agenda que instaló el Paro Nacional”, indicó.
“La elección nos deja una conclusión importante: hay grandes perdedores. No me atrevería a hablar de grandes ganadores, porque no se ganó de forma holgada”, apuntó la investigadora, que remarcó que no existe seguridad de que el PH triunfe en las presidenciales en primera vuelta.
Entre esos perdedores, Pinzón Capote señaló a “los sectores vinculados al uribismo, como es el caso de su partido, Centro Democrátic,o que perdió 21 curules entre la Cámara y el Senado. Además, perdió muchas regiones del país y quedó como quinta fuerza a nivel nacional”. A la derrota del Centro Democrático se suman los malos comicios que hicieron otras formaciones conservadoras y de derecha, como Cambio Radical y el Partido de la U.
Sobre esta crisis en la derecha colombiana, la periodista advirtió que Óscar Zuluaga, postulante del Centro Democrático, ya renunció a su candidatura para así apoyar a Federico Gutiérrez, de Equipo por Colombia, el representante de la derecha con más posibilidades de alcanzar la presidencia. “Hay una reconfiguración interesante de los perdedores”, sintetizó Pinzón Capote.
Si bien los resultados del Pacto Histórico marcan un punto de inflexión en la política colombiana, la investigadora recordó que alrededor de cinco millones de personas no participaron en las internas, aunque sí votaron para las legislativas. Esos votos son una incógnita, como también la decisión que tome el ex presidente Uribe. Pinzón Capote destacó que “durante la campaña, se denunció bastante que Federico Gutiérrez era el candidato solapado de Uribe. Con la renuncia de Zuluaga para sumarse a la campaña de Gutiérrez, es muy sencillo ver que el candidato del uribismo probablemente sea Gutiérrez”.
A su vez, se refirió a la irrupción de Francia Márquez como pre-candidata del PH y referente de los feminismos y de las comunidades afrodescendientes colombianas: “Una mujer que no estaba vinculada con la maquinaria tradicional de la política, que no tuvo ningún escándalo de compra de votos o de corrupción –algo que, lastimosamente, es muy común en la política electoral colombiana-, sino que es una expresión de los espacios más sociales y populares, vinculados a las luchas ambientales y feministas, logró en su primera elección un caudal de 780 mil votos, quedando por encima de importantes figuras de las maquinarias electorales”.
“Francia se ubica en ese lugar por ella, sí, pero por una agenda popular que se vincula también con el Paro Nacional y la difícil crisis social y política que vive Colombia –analizó la periodista-. La emergencia de Francia puede ser un elemento muy interesante sobre qué va a pasar con las elecciones de mayo, a las que se llega con varias preguntas”.
Entre esas preguntas, aparece la necesidad de Petro y su organización de negociar con otras fuerzas, porque sus votos no alcanzan para la victoria en la primera vuelta de las presidenciales. “Para Petro, es importante llegar en primera vuelta, porque hay que recordar que en 2018 pasó a segunda vuelta con Iván Duque y la derecha se abroqueló alrededor de la candidatura de Duque, que logró ganar por más de dos millones de votos de diferencia. Si Petro llega a segunda vuelta, estaremos en un escenario parecido al de 2008”.
En la danza de negociaciones electorales que ya comenzó en Colombia, Petro deberá sentarse a hablar con partidos como el Liberal, “que se llevó la mayor cantidad de escaños en la Cámara, que es muy heterogéneo, con muchas expresiones, pero es un partido tradicional”, afirmó Pinzón Capote. “La pregunta es: ¿qué está dispuesto a negociar para acercar a algunas fuerzas más polémicas? Algunas vinculadas a tradiciones conservadoras en términos de derechos y conquistas, y cómo esa suma de nuevos sectores para ampliar el caudal electoral no le resta a sí mismo otro gran caudal electoral, que demostró Francia Márquez, que implica las agendas feministas, de las luchas ambientales y las negritudes”, resumió la investigadora.
“No se sabe todavía si Petro va a decidir si Francia Márquez sea su vicepresidenta o no –analizó la investigadora-. Eso puede implicar que el cargo a la vicepresidencia Petro lo pueda necesitar para la negociación con otras fuerzas políticas, pero a la vez, de no elegirla a ella, puede afectar el caudal electoral que ya tiene dentro del Pacto Histórico”.
*Por Redacción La tinta / Foto de portada: Sputnik.
