Yo también me defendería como Higui: comenzó un juicio histórico
Hoy comenzó el juicio a Higui, atacada por una patota por ser lesbiana y hoy acusada por defenderse ante una violación correctiva. Estamos en las calles exigiendo su absolución y que no se nos criminalice por defendernos ante el odio y la violencia de género.
Por Julieta Pollo para La tinta
Eva Analía «Higui» de Jesús fue atacada en 2016 por una patota de hombres hetero cis que venían hostigándola y amenazándola hace años por su identidad lésbica, al punto tal que Higui tuvo que mudarse de barrio. Hoy está acusada de “homicidio simple”, luego de actuar en legítima defensa ante una violación correctiva y una golpiza por parte de varios varones. En este marco es que organizaciones tortas, feministas y transfeministas exigen hoy su absolución y que no se nos criminalice por defendernos ante el odio y la violencia de género.
Este juicio se desarrolla en el marco de un sistema judicial profundamente patriarcal y disciplinante, y en un contexto social que naturaliza la cultura de la violación y actúa con indiferencia frente a las violencias ejercidas cotidianamente sobre identidades trans, travestis, lésbicas, marikas, no binarias. Higui fue a visitar a su hermana y fue esperada afuera de la casa por una decena de hombres, que la golpearon y la atacaron sexualmente por su expresión de género y orientación sexual.
Higui, chonga del conurbano, torta masculina futbolera y sencilla, se defendió como pudo con su metro cincuenta de estatura frente a un ataque que vulneraba su integridad física y ponía en riesgo su vida. Hoy será juzgada por la muerte de uno de sus agresores y nos preguntamos, ¿qué hubiera pasado si Higui no se defendía? ¿Otro femicidio como el que nos arrancó a la Pepa Gaitán? ¿Soportar la violencia extrema del abuso sexual disciplinante y heternormado sobre su cuerpo? ¿Y las heridas psíquicas y emocionales que sanan mucho más lentamente que las trompadas en la cara?
Luego de un proceso repleto de irregularidades y con una demora de dos años desde la fecha estipulada, hoy finalmente dará comienzo el juicio. Gabriela Conder, abogada que junto a Claudia Spatocco está encabezando la defensa de Higui, explicó a La tinta que “un ataque sexual es una causa de justificación suficiente para que nosotres podamos defendernos y cuidar nuestra integridad física. Ojalá haya un precedente de esta situación y que quede asentado que no se nos tiene que criminalizar por defendernos. Nos parece aberrante que haya un grupo de varones violando o intentando violar a una mujer para, según ellos, ‘convertirla en una mujer’ por su odio hacia las lesbianas”.
Gabriela dice que Higui está muy expectante de lo que va a pasar. “Está muy angustiada, tiene miedo, es una situación muy difícil, está acusada por un crimen por defenderse. Dice que ‘todo esto pasa porque está muerto un chabón, porque a nosotras nos matan, nos violan y no pasa nada’. Y tiene razón, no hay una persecución como le pasó a Higui”.
En cuanto a los organismos del Estado, la abogada explica que, más allá de haberse reunido con el Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la Provincia de Buenos Aires, y con el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación, no ha habido apoyos concretos o significativos. “En su momento, este último se presentó en el proceso como amicus curiae y sé que mañana van a ir ambos ministerios”.
Sobre el apoyo recibido, Gabriela destacó la importancia de estar en las calles y visibilizar que estamos juntes y expectantes de lo que pase con Higui: “Hemos tenido muchísimo apoyo de las organizaciones de mujeres, lesbianas, travestis… están organizando una movida frente a los tribunales. Nosotras sabemos que estamos todas juntas y a Higui también le sirve montón. Que podamos tomar las calles nos marca como figuras que actúan en un ámbito público y es muy importante ese active. Nos vemos en las calles, nos reconocemos y nos damos mucha fuerza”. Como parte de las actividades de apañe en todo el país, ayer, Alerta Torta realizó una vigilia en Córdoba. Lxs artistas Bren Coll, Mercuriales y Julieta Rivarola se sumaron a la movida con sus canciones.
No más agresiones sin respuesta
Higui creció en el conurbano bonaerense, en un barrio vulnerable de la localidad de San Miguel. Durante años fue hostigada por un grupo de hombres hetero cis de su barrio. Ante las amenazas de violación, el acoso y el abuso callejero constantes, tuvo que mudarse a otro barrio como estrategia de protección. Sin embargo, las amenazas continuaron. Incluso llegaron a golpearla e incendiar su casa en dos oportunidades, hechos que no denunció por miedo a represalias. El 16 de octubre del 2016, volvió a barrio Mariló para visitar la casa de su hermana. El grupo de hombres la esperó en la puerta y la atacó bajo la amenaza de “empalarla por tortillera”. Higui se defendió como pudo de los golpes y del intento de violación correctiva por parte de uno de ellos. Logró herir a su agresor en el intento de defenderse y este, Cristian Espósito, murió. El resto de los agresores continuaron golpeando a Higui, que fue encontrada más tarde por la policía, desvanecida, con la ropa destrozada y herida.
Los agresores denunciaron a Eva Analía de Jesús y la policía, sin abrir una investigación para conocer qué había pasado, la detuvo bajo la figura de homicidio simple. Desde el momento de su detención, la causa transitó múltiples irregularidades: ocultamiento de pruebas por parte de la comisaría 2ª de San Miguel, la no intervención de un médico legista, la falta de atención médica para Higui, irregularidades al momento de tomarle testimonio.
La lucha popular de las organizaciones de lesbianas, feministas y transfeministas logró que en junio de 2017, 8 meses después de haber sido detenida, la Cámara de Apelaciones de San Martín le concediera la excarcelación extraordinaria para esperar el juicio oral en libertad. El juicio, que tenía fecha para comenzar en marzo de 2020, pero no se llevó a cabo, comenzó hoy 15 de marzo.
*Por Julieta Pollo para La tinta / Imagen de portada: Ana Medero para La tinta.
