Gramática de una despedida
Por Noe Gall para La tinta
“Sobreviví la noche de algún modo secreto
y entro en el día.
Le basta al que está a salvo saber que fue salvado
Aunque no sepa el cómo.
Tomo, pues, mi lugar entre los vivos,
Como quien deja que lo lleven:
Candidata al azar de la mañana
Pero citada con los muertos”
Emily Dickinson. Poema 1194.
Se estrena en Córdoba La Guadaña Café Somático, hecho teatral. Con dirección de Graciela Mengarelli, evoco estas palabras como una invitación al acontecimiento. Nos dimos cita el martes 8 a un ensayo general, era mi cumpleaños y fue un regalo estar en Blick, sala que siempre abraza, sentada con un equipo de mate que el Facu me dio, mirando la escena, los entretelones, el diálogo, las marcaciones, las idas y venidas de una actriz a quien admiro, y de dos performers jóvenes que considero colegas por diferentes motivos. Santiago San Paulo, actor con una sensibilidad para lo social y lo político casi únicas en Córdoba y la Vicky Vaccalluzzo, con quien nos hemos cruzado en la academia de manera muy cómplice, cosa que pocas veces sucede en esos ámbitos y ahora en escena y su canto me hizo vibrar cada poro. Participar del ensayo general de una obra que está por estrenar es compartir un grado de intimidad muy grande, por lo que agradezco al equipo habérmelo permitido. En dialogo con ell*s tres sale esta invitación, las cursivas son palabras textuales de Graciela.
La Menga como la llamamos quienes nos hemos cruzado en algún hilo de su vida, es actriz, directora y profesora de teatro. Define al teatro como su pasión y trabajo. Perteneció al grupo de teatro de la Alianza Francesa y es una de las fundadoras del teatro La Chispa a finales de los años 60, un teatro popular y combativo que dirigió María Escudero y luego Paco Giménez. Fue secretaria general del primer sindicato de trabajadores del teatro de Córdoba en el año 1973, lo que la llevó a exiliarse en San Pablo, perseguida por el gobierno de la última dictadura cívico militar. En 1985 regresa a Córdoba junto con muchos otr*s, y trabaja en el emblemático teatro La Cochera, se ha constituido como una de las principales referentes del teatro independiente de esta ciudad. También es docente de la escuela Roberto Arlt, hoy parte de la UPC, y de la UNC, en la Facultad de Artes, es la profesora titular de la catedra Cuerpo y Movimiento del actor, donde tuve el placer de ser su alumna.
La obra transcurre en un bar donde el café tiene presencia propia, ella lo nombra como una inspiración que la acompañó desde pequeña, cuando era niña en su barrio los vecinos a la noche iban a tomar el café que su padre preparaba, porque lo hacía con mucho cariño y mucho cuidado. En el 2018 viajó a Cuba, estuvo parando en la casa del señor que junto con Fidel Castro creó el Café Cubita, y escribió un libro sobre la mística del café donde recopila una seguidilla de datos curiosos sobre esta bebida: el café había sido descubierto por unas cabras en Turquía, el pueblo veía como las cabras luego de comer los granitos de café entraban en un jolgorio. También se entera que Sebastián Bach en 1734 escribió una cantata al café, porque los cafés fueron lugares de encuentro, discusión, intercambio de ideas. Como el famoso café cordobés La Guadaña, que le da nombre a la obra.
La Guadaña era un café que quedaba en los años 60 en la calle Rioja, era el último de una callecita cerrada y el departamento del fondo era el de La Guadaña, iban todos los locos de la época, Glauce Baldovin, Romilio Ribero, lxs grandes poetas de Córdoba, lxs teatrerxs, como yo que aun siendo muy joven iba porque hacía teatro en la Alianza Francesa.
Soma sema
El proceso de obra empezó antes de la pandemia y la habían llamado Soma Sema café, haciendo referencia a la frase de Platón según la cual el cuerpo es la tumba del alma. En el mismo lugar donde nacemos y donde morimos en esta encarnadura, en este sitio que es el cuerpo. La pandemia les hizo sentir que esto de la muerte ya no era una amenaza que podía ocurrir a un ser humano como todos sabemos que nos puede suceder, sino que se metía en nuestras casas, nuestros ámbitos laborales, una amenaza cotidiana, asustadora que nos llevó a separar los cuerpos, convivir con la muerte que no tuvo miramientos, ya sabemos que en el primero momento de la pandemia la guadaña se llevó a varios. Todxs empezamos a convivir con la muerte y con las despedidas obligadas.
Gramática de una despedida, ¿por dónde empezamos a decir adiós? ¿Alguna vez se termina el duelo? ¿Cómo se duela una ritualidad? ¿Cómo homenajeamos a nuestros muertos? ¿Qué gestos melancólicos nos permitimos?
Este hecho teatral es una gran evocación de esa memoria en común, de un tiempo, una época, sostenida por sus recuerdos, sus muertos, sus objetos, sus andares colectivos. La Menga puede caminar con la muerte sostenida en esa fuerza antigua que es el teatro, le puede poner cuerpo a la Parca es el personaje principal que baila con otros dos cuerpos en un café. Ha sido intentar que en este ámbito de un café de nadie, un café carnal, propiciar un lugar de encuentro, donde recordemos, conectarse con la memoria. En un dialogo con los otros personajes que se presentan de una manera azarosa, un ángel de la muerte, una moza, un poeta, una cantante, un viajero, un teatrero, una bailarina, se suceden los diálogos que son poesías, fragmentos de Vicente Luy, Rafael Barré, Mariela Laudecina, Jodorosky; dándole a ella la posibilidad de intercambiar con el público, recuerdos, memorias, poemas, canciones. Mariela quien fuera su editora, de un libro que esta pronto a salir: “Hecho teatral”, la última vez que la vieron con Santiago fue en una reunión en un café.
Comunicar desde lo somático es el deseo de este acontecimiento teatral en una corporalidad de 70 años que se desplaza majestuosamente por el espacio, balanceando los años, la experiencia, la memoria de una piel que ha tenido que despedirse de muchas pieles, que atravesó el exilio, la pandemia del HIV, la pérdida de amigos, como así también la fiesta, el teatro, la poesía, la revolución, la utopía de querer cambiar este mundo, una corporalidad que nos invita a una invocación colectiva.
Entrar en el cementerio que tenemos en nuestra cabeza, como diría la Wayar, no es tarea sencilla, y siempre es mejor no hacerlo a solas. Menga con sus flamantes 70 años nos dice: El teatro exige cierta corporeidad que uno no va a mantener toda la vida, celebro haber podido concretar este proyecto con Viky Santiago y Fabricio, es lindo poder comunicar estos sentimientos, que han sido muy difíciles como homenajear a Oscar Rojo, estábamos haciendo la obra Lomodrama cuando él falleció. La obra es un homenaje al teatro, un café teatral, el teatro ha sido un lugar de salvación.
El ángel de los poetas, quedan pocas de esas almas inquietas, esxs bohemixs, en La Guadaña sucedían cosas, habían performances, los alcoholes iban y venían y Glauce recitaba, todos fumaban era una nube de humo, con esos ojazos y ese pucho, hasta que pasó la fatalidad.
La guadaña café somático es de esas narraciones que necesitamos para escribir las despedidas, como así también la celebración de la vida de tod*s a l*s que sobrevivim*s. La cita es este viernes, sábado y domingo en Blick, vamos a bailar con l*s muert*s, nos estarán esperando.
La Guadaña Café Somático. 11, 12 y 13 de marzo a las 21 h en Espacio Blick (Pasaje Agustín Pérez 11). Reservas: 3517419818. En escena: Victoria Vaccalluzzo, Santiago San Paulo, Graciela Mengarelli | Actor invitado: Fabricio Cipolla | Diseño de luces e iluminación: Facundo Domínguez | Dirección: Graciela Mengarelli | Diseño gráfico: Jorge Cuello.
*Por Noe Gall para La tinta.
