#7M: el Día de la Visibilidad Lésbica se celebró en el barrio de Pepa Gaitán
A 12 años del asesinato de Pepa Gaitán, se celebró en su barrio el Día de la Visibilidad Lésbica. Campeonato de fútbol, radio abierta, encuentro trans y torteril para celebrar nuestras existencias y resistencias. “Pepa vino a decirnos que todos los lugares son nuestros y que tenemos derecho pleno a habitarlos como se nos plazca”.
Por Julieta Pollo para La tinta
“A Pepa le gustaba el picado, el cuarteto, el barrio… Por eso, este año la recordamos así”, dice Inés mientras relojea la final del partido, con una pelota abajo de cada brazo. En la cancha, lo están dejando todo los dos equipos finalistas del campeonato de fútbol femenino que se juega desde la mañana. Esa es la primera actividad propuesta para un 7M distinto, en el que la marcha de la Visibilidad Lésbica, que usualmente recorre el centro de la ciudad, se trasladó a barrio Parque Liceo. Las calles que Pepa Gaitán habitó hasta el día de su asesinato celebran su vida, su disfrute y la lucha organizada por este y tantos otros crímenes de odio hacia las identidades lésbicas.
Pepa –torte, chongue, pobre, pirata- fue fusilade el 6 de marzo de 2010 en plena vía pública por Daniel Torres, padrastro de quien entonces era su novia. La madrugada del 7 de marzo ese disparo le arrancó su vida, pero la lucha incansable de su familia, de organizaciones disidentes y de lesbianes, trans, travas y no binaries alzó su sonrisa ancha como emblema de visibilidad, memoria y lucha por el derecho a la identidad. “Pepa vino a decirnos que todos los lugares son nuestros y que tenemos derecho pleno a habitarlos como se nos plazca”, dicen después del campeonato de fútbol, en la radio abierta que comparten desde Alerta Torta y El Deleite de los Cuerpos. “Queremos recordar a la Pepa viva, que estaría acá con una pelota bajo el brazo, celebrando nuestro día”.
En agosto de 2011, condenaron a Torres a 14 años de prisión con la figura de homicidio agravado por el uso de arma de fuego. Sin embargo, la Justicia de Córdoba negó que el asesinato de Pepa haya sido un crimen de odio, mediado por la discriminación y la violencia de género. Hasta hoy, no existe una necesaria actualización de la ley antidiscriminatoria que incluya la orientación sexual, la identidad de género y la expresión de género como agravantes ante un hecho penal. La (in)justicia heteropatriarcal que sistemáticamente desconoce los delitos de lesbodio, avala la violencia social sobre los cuerpos disidentes y apaña con impunidad a los agresores.
El domingo nublado está fresquito y agradable para sentarse en la vereda a compartir un mate. Después de los abrazos, quienes llegan se van sentando adentro y afuera de la Casa Cuna del barrio, donde se desarrolla la radio abierta. En esta casa donde vivió Pepa, hoy funciona un comedor que alimenta y brinda cuidados a las infancias del barrio. Primero su madre Graciela y luego su hermana Yamila sostienen el espacio junto a otras vecinas del barrio. Al mural que está en la pared externa se sumaron varias banderas que solemos ver en las calles. Adentro, el espacio es pequeño, pero invita a sumarse a la ronda, entre sus cuatro paredes de colores.
Yamila Gaitán habla de la importancia de encontrarse en ese espacio que levantaron ladrillo a ladrillo y donde Pepa vivió hasta el último día: «Es su lugar y el barrio que tanto amaba. Estoy muy agradecida con todos ustedes, son las pepitas y los pepitos de mi mamá, creo que ella nos juntó a todos. Pepa era mi hermana mayor, mi compañera, compartíamos mucho. Me aconsejaba, íbamos a la cancha juntas, me acompañó mucho en el nacimiento de mi hijo… Yo estoy orgullosa de la hermana que tuve«.
Sobre el trabajo diario, Yamila cuenta que «acá no tenemos horario de salida ni de regreso, salimos y la peleamos. Cuando logramos recuperar el lugar después de que nos usurparan, nos encontramos con las paredes solas. Llamé a las chicas, conseguimos todo a pulmón, pintamos de colores para que se llene de vida. Reflotamos y estamos con el padrón completo de niños, y seguimos con chicos en lista de espera. Estamos viendo la posibilidad de que nos aumenten para que se sumen más niños, ya que la confianza de la gente y de los padres no se perdió, confían en nosotros.
Ahora estamos en la lucha para ver si conseguimos el piso, que hemos tratado de gestionarlo por todos lados y no conseguimos. Y es una pena porque los chicos gatean, se rompen los pantalones, se lastiman las rodillas, no podemos desinfectar como se debe. Tengo un equipazo con las chicas que trabajan acá -Romina Ferreyra, Belén Peralta, Yésica Vega y Mabel Calderón- y a seguir para adelante porque es una promesa que le hice a mi mamá«.
En la radio abierta de La casa del Pastel (programa de radio que sale por Heterogenia Radio), también estuvieron presentes Susy Shock, Ayelén Beker y Roma Roldán, quienes compartieron parte de Brotecitos, su cancionero trans travesti no binarie. Susy destacó la importancia de estos refugios «para pensarnos y para celebrarnos, para que se ponga en circulación también el espacio donde no tenemos que cuidarnos de ese afuera y de lo más complicado que todes traemos a esta mesa de lo común. Aguantemos y cuidemos el refugio. En estos dos años, nos quitaron el cuerpo, no le quitemos el cuerpo».
“Esa bala que mató a Pepa nos rozó una parte de la cuerpa y la identidad a todes les lesbianes. A partir de ese momento, se abrió un proceso de construcción política que tuvo diversas manifestaciones en los últimos 12 años, en les que les tortes iremos delineando progresivamente nuestras narrativas, opiniones, voces y demandas en primera persona”, sostienen desde la radio abierta y agregan: “Cada 7 de marzo, celebramos el Día de la Visibilidad Lésbica en conmemoración por el fusilamiento de Pepa Gaitán y entendiendo que la falta de visibilización ha sido un instrumento patriarcal predilecto que ha contribuido a la falta de reconocimiento de nuestras identidades y prácticas, y que ha perpetuado el silencio sepulcral de una sociedad toda frente a las violencias y opresiones que han sufrido nuestros cuerpos lésbicos”.
Cae la tarde y la familia de Pepa encabeza una marcha que, entre caminata y baile, recorre las calles del barrio. La batucada transfeminista Oxum Maré acompaña la bandera que dice e insiste: «Pepa Gaitán presente, ahora y siempre«.
Las identidades lésbicas existimos y resistimos, vamos construyendo nuevas formas de organización política y cultura torta. Pepa es memoria y fuego que nos acompaña mientras nos seguimos preguntando dónde está Tehuel y qué pasa con los responsables de los crímenes de odio que nos desaparecen. A días del comienzo del juicio a Higui, atacada por lesbiana y acusada por defenderse de una violación correctiva, las identidades lésbicas estamos juntes contra la Justicia aleccionadora y patriarcal. A la apatía, a la mentira y al disciplinamiento, respondemos con visibilización. A la discriminación, a la violencia y al odio, respondemos con lucha. Basta de violencia sobre nuestros cuerpos.
*Por Julieta Pollo para La tinta / Imagen de portada: Ana Medero para La tinta.