Luana y nuestra lucha por la vida: feminismos y ambiente

Luana y nuestra lucha por la vida: feminismos y ambiente
24 enero, 2022 por Redacción La tinta

Por Brigada Forestal Isquitipe*

Nos solidarizamos con la vida de Luana Ludueña, con sus familiares y amigxs y con todxs sus compañerxs de trabajo. Luana también era nuestra compañera. Es irreparable el daño que ella sufrió. Es irreparable su pérdida.

Agradecemos el coraje y la valentía que logró tener para denunciar a su abusador. Ya es enormemente difícil hacerlo en cualquier contexto, Luana lo hizo frente a un sistema de poder que se sostiene en las jerarquías patriarcales.


Luana y Carolina Moyano se animaron a denunciar los hechos de violencia física y degradación moral ejercidos por Diego Concha, la mano derecha del Gobernador de la Provincia de Córdoba, la mano derecha de la Policía de la Provincia de Córdoba, quien fuera Director de Defensa Civil de la Provincia de Córdoba por más de 10 años, el ensalzado «héroe y profesional” de la Gestión de Riesgo de Córdoba, el respetadísimo Diego Concha, ese que muchos Jefes de Cuarteles de Bomberos Voluntarios se ponen casi de pie antes de decir su nombre. Y al cual cuestionar públicamente parece que es violar alguna obediencia debida implícita en su sentir Bomberil.


No olvidamos y exigimos justicia por ella y con ella para todxs, sabiendo que esto no devuelve la vida de Luana.

Las atrocidades cometidas por Diego Concha no pueden quedar impunes, pero más allá de él, ¿Qué pasa con el sistema que lo sostuvo y del cual un varón como Diego Concha fue el mejor ejemplo? No podemos seguir sosteniendo y validando estas formas de ejercer el poder que nos matan. Hoy es él, pero él es solo un ejemplo más de las bases y prácticas en que este sistema se mantiene desde múltiples lugares y rige nuestras vidas.

No poder significar esto como Violencia de Género en Ámbitos Públicos y no exigir Justicia nos hace cómplices. Diego Concha ejerció en su vida íntima y pública el poder con violencia. Abusó de su posición en provecho propio, se sintió intocable, hasta que el poder de turno le soltó la mano, y le pidió la renuncia.

Construyó una mirada hacia la profesión de Bomberx Voluntarix, violenta. ¿Cuántas atrocidades cometió en el camino? Hoy, es la violencia de género la que le quitó su halo de impunidad.

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En esa misma dirección, así como este señor trató a algunas de sus colegas mujeres, a algunas de sus parejas, a sus colegas varones, con atropello, con abuso, con brutalidad, trató todos estos años a esta tierra cordobesa.

El héroe, el orgulloso Bombero Voluntario, el que arriesgaba virilmente su vida por cuidar a la población de las catástrofes naturales, el macho alfa, el jefe, el líder, el que nos protegía, “el capo” del Plan Provincial del Manejo del Fuego, jamás se ocupó realmente del flagelo ambiental de los incendios o las inundaciones.


¿Qué tienen en común las causas de género con las ambientales? Sus agresores. El patriarcado que cosifica y se adueña de todxs lxs cuerpxs, de todas las existencias, y que las usa para autocomplacerse. Diego Concha, es un ejemplo más de ejercicio patriarcal del poder. Él es reflejo del problema. Su posición pública no hizo más que profundizar su condición, aumentar su ego, y ser más dañino.


Ese señor tuvo en sus manos las decisiones en materia de seguridad civil de la población, el Plan Provincial de Manejo del Fuego, un movimiento de recursos económicos millonario, le subió y le bajó el pulgar a cientos de personas para que ocupasen o dejasen de ocupar cargos vinculados a estas actividades.

Fue el responsable de la incapacidad que demuestran hoy las fuerzas públicas para atender con éxito a la problemática de los incendios forestales.

Nos sumió en el atraso en materia de Gestión Integral del Riesgo, pese a que los medios masivos de comunicación se prestaron siempre para que Diego Concha mostrara con orgullo todo lo que el Gobierno compraba: Equipo para Bomberos; para Defensa Civil; y el último gran y despampanante invento, las ETAC. Se llenaron la boca mostrando el flamante y equipado sistema de respuesta para Catástrofes.

Diego Concha es el responsable político (debajo del Gobernador) de los cientos de miles de hectáreas de bosque nativo incendiado en la provincia de Córdoba. Es un ECOCIDA. Su imputación también debería incluir la violencia ejercida con nuestro monte y su complicidad corrupta y absoluta con el gran negocio que representa quemar y dejar quemar bosque nativos y pastizales naturales en la provincia de Córdoba desde hace más de 10 años.

Diego Concha no es un sujeto aislado. No fue un gran funcionario público que se equivocó en su vida privada. Es fruto de una cultura patriarcal, que ejerce el poder brutalmente en todos los ámbitos. Es parte de un sistema político que nos mata. En la vida privada y en la vida pública.

Exigimos Justicia por Luana, por tantxs otrxs, por toda la vida que se hace humo delante de nuestros ojos y que de esa forma este mundo pueda ser un lugar menos hostil.

Y además como Luana: no nos callamos más. Justicia es que no pase Nunca Más. Basta de Justicia Patriarcal.

*Esta nota fue escrita por personas que —en 2024— no pertenecen a la Brigada Forestal Isquitipe y son actuales integrantes de FUEGAS Brigadistas Organizadas

Palabras claves: Bomberos voluntarios, Diego Concha, Violación

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