Kit anti fake para leer el nuevo escenario pandémico
Las noticias pandémicas no aflojan, la confusión tampoco. El viernes, con el hemisferio norte entrando a la temporada invernal, llegó el dato poco alentador de una nueva variante y la vuelta a las restricciones. Si leemos solo los titulares y no miramos la letra chica, se entra en pánico rápidamente y fingir demencia no nos ayuda. En esta nota, el especialista cordobés Rodrigo Quiroga nos ayuda a armar este nuevo panorama: nuevas variantes, la efectividad de las vacunas, cómo continuar el cuidado en lo personal y con el entorno, y la vacunación pediátrica.
Por Redacción La tinta
Viernes 9 a. m., 24 ºC. Hay un hermoso solazo. Hay plancitos de fin de semana, pileta, cumples y el comienzo de las juntadas de fin de año. Nada parece indicar que afuera todavía hay una pandemia.
Pero los medios explotan con los números europeos de récord de contagios y fallecidos, y la noticia de una nueva cepa. Un tweet de Rodrigo Quiroga nos baja a tierra de un hondazo: “La nueva variante que preocupa a científicos (b.1.1.529 o Nu) y podría ser mucho más contagiosa que Delta, ya fue detectada en Israel, solo dos semanas después de su identificación en Sudáfrica”.
Caos y poca información fue lo que se vio en medios. Aún no tenemos mucha más data, pero hay varias cosas que sí sabemos, que no se dicen desde los grandes propaladores de noticias y que podemos revisar.
Anti vacunas, menos restricciones y lo que se nos viene por estos lares
“Los países que están con mayores problemas, es decir, con mayor cantidad de casos y de fallecidos, son los que tienen menor tasa de vacunación”, afirma con contundencia Rodrigo Quiroga en diálogo con La tinta.
El bioinformático y Doctor en Ciencias Químicas de la UNC explica que los números de casos positivos que sabemos de Europa están directamente vinculados a las bajas tasas de vacunación. “Incluso los países que tienen buenas tasas, supongamos Alemania (que no es tan alta ni tan baja, está alrededor del 65% a nivel nacional). Cuando miramos por zona, por provincia, se ve una mayor cantidad de aumento de casos de fallecidxs en las regiones con menos vacunación. Otro ejemplo es España, que tiene muchxs más vacunadxs -82% a nivel nacional- y sucede lo mismo: en el noreste, que es donde menos vacunadxs hay, es donde están teniendo más casos, más internaciones y más fallecidxs”.
Sabemos que las vacunas son menos eficaces para evitar la infección y contagiarnos de una persona con la que convivimos, explica Quiroga, y agrega como segunda variable a considerar en los números de los países europeos las -también- bajísimas tasas de vacunación pediátrica y adolescente. A esto se suma que los países más complicados son los que están teniendo menos cuidados: usando menos los barbijos, menos restricciones y mayor actividad social permitida en cuanto a eventos masivos. La etapa invernal es otro dato y, en muchos casos, la alarma que se enciende por estos sures está asociada a prestar atención a la evolución del virus y las medidas, ya que tenemos un verano de ventaja.
En relación a la nueva variante, el especialista de la Casa de Trejo publicó en Twitter ayer:
Quiroga opina que, en Argentina en particular y en Latinoamérica en general, tendremos varias ventajas frente a lo que está sucediendo en Europa. Primero, porque estamos entrando en el verano; segundo, porque hemos tenido mayor cantidad de personas infectadas y se sabe que la infección más la vacuna genera una respuesta inmune fuertísima, mucho más que la infección o la vacunación por sí solas.
Los últimos números son: 67.632.308 dosis aplicadas en Argentina. El 80,72% de la población recibió al menos una dosis, el 64,43% recibió al menos dos dosis y el 3,90% ya recibió tres dosis de vacunas contra el coronavirus.
En resumen, como dice Rodrigo, para Argentina, mientras más podamos vacunar personas, ya sea aplicando primera y segunda dosis, o ambas (muy importantes en adolescentes y niñxs, y en jóvenes de entre 18 y 39 que no han recibido su segunda dosis) o las dosis de refuerzo a los mayores de 60 y 70, vamos a poder mantener el número de casos bajos. Y por supuesto, mantener los cuidados mínimos: el uso de barbijo y la ventilación de ambientes. Que el calor y el uso de aire acondicionado no nos haga olvidar que la ventilación es importantísima.
La vacunación pediátrica y sus mitos
Circulan muchas fakes y mitos sobre la vacunación pediátrica. Cuando le preguntamos a Quiroga, a lo primero que se refiere es al documento de preguntas y respuestas donde comparte información fundamentada y con referencias. Propone una pregunta clave a responder para decidir sobre la vacunación pediátrica: ¿El beneficio de la vacunación es superior o no al riesgo que corren niños y niñas por la pandemia de COVID-19?
“Las complicaciones graves por COVID-19 en niñxs son infrecuentes, pero mucho más infrecuentes aún son las complicaciones por vacunación. Hay varias noticias falsas, muchas veces incluso desde médicos, que están minando la confianza. Aunque en algunas provincias la vacunación pediátrica está muy avanzada y ya supera el 60% de la vacunación de niñxs de entre 3 y 11 años (como La Pampa, La Rioja o Santiago), en otras parece estancada en menos de 50%, incluyendo la ciudad de Buenos Aires”, detalla el bioquímico especializado.
Una de las cosas que más se escucha es que la OMS no aprobó la vacuna, cuando en realidad la OMS es un organismo consultivo no regulatorio. “Los organismos regulatorios de cada país son los que aprueban las vacunas para su uso en diferentes grupos etarios. De hecho, la OMS no recomienda ninguna vacuna para uso pediátrico aún. Lo que pasa es que cada país tiene que tomar las decisiones que correspondan a su situación particular, ya sea desde lo epidemiológico, en relación a las vacunas que se hayan conseguido, etc. Cada país es diferente”, aclara y agrega que Chile, China, Cuba, Colombia, Ecuador, Israel, Reino Unido, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y otros ya han comenzado con la vacunación de niñxs.
La otra cuestión es que no tenemos datos con respecto a la seguridad de la vacuna Sinopharm y la eficacia. “Eso es falso por varios motivos: está publicado el estudio fase 1-2, que son estudios puente que intentan medir la aparición de anticuerpos y los resultados son que los anticuerpos que genera en niñxs son similares a los de adultxs y eso indicaría que su eficacia probablemente también sea muy similar a la de adultxs. Por otro lado, en cuanto a seguridad, no solo tenemos los datos de esa fase 1-2 (que se hacen en un número pequeño de niñx sacado de 1.800 para el caso Sinopharm), sino que ya tenemos datos reales de seguridad en Argentina: lxs primerxs 2.000.000 de vacunadxs generaron una taza de eventos adversos muy, muy bajita, comparable -o menor incluso- que otras vacunas que están en el calendario y que son de aplicación obligatoria. Así que la verdad es que la vacuna es extremadamente segura y además sabemos que, aunque es más infrecuente que se agrave en niñxs que en adultxs, no por eso deja de ser una enfermedad que debemos prevenir, si podemos, a través de la vacunación”.
Quiroga detalla que ya en el grupo de 3-11 años en Argentina tenemos más de 3.000 niñxs internadxs y más de 70 fallecieron. Hace hincapié en que es realmente importante vacunarlxs para protegerlxs y para proteger a su entorno, porque sabemos que las vacunas reducen el riesgo de infección y también de transmisión.
Circula en muchos entornos, con insistencia, que hay que esperar para vacunar a lxs más peques. La pregunta es: ¿esperar qué?, agrega el docente e investigador de CONICET. “Sabemos que es segura, tan segura como otras vacunas que se aplican al 100% de lxs niñxs de manera obligatoria, y sabemos que previene que la enfermedad -que ha producido muchxs niñxs fallecidxs- llegue a grave. Muchas otras enfermedades contra las que vacunamos -como el rotavirus o la hepatitis A- generan menos muertes por año y, sin embargo, vacunamos. Entonces, la verdad es que si podemos prevenir esta enfermedad de niñxs a través de la vacunación, hay que hacerlo y así, además, nos ayuda a aumentar la inmunidad colectiva, a que los casos no tiendan a aumentar tanto, a frenar un poco la circulación viral”.
Mientras el virus sigue un curso de mutación y avance del que no conocemos mucho y no tenemos cómo adelantarnos, ya sabemos que la desinformación y la falta de cuidados colectivos han sido moneda corriente. Como signo de época, o como imbecilidad, aún la post pandemia no llegó o quizá sea esto y, mientras, el cuidado por sobre todo. Por último y recuperando uno de los últimos tweets de Quiroga: “Además, el mundo debería de una vez por todas encargarse de hacer llegar millones de vacunas a los países de bajos recursos que han podido vacunar porciones ínfimas de sus poblaciones”.
*Por Redacción La tinta / Imagen de portada: La tinta.